CONTENIDO
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Iglesia primitiva (12 páginas)
IGLESIA PRIMITIVA :
VARIEDADES DE MODELOS
Y DE MINISTERIOS
Guamote, Comunidades
Anglicanas. 2012. PR.
Y LOS QUE NACE :
EL PAN Y LA JUTICIA
REPARTIÉNDOSE,
LOS NIÑOS EN LA ESCUELA
Y CON ZAPATOS,
LAS MUERES
PREÑADAS DE TERNURA,
LOS POBRES
VESTIDOS DE DIGNIDAD,
LOS NEGROS BAILANDO LA VIDA,
LOS INDÍGENAS
SEMBRANDO COMUNIDAD,
EL SOL REGALANDO FECUNDIDAD,
Y LA LUNA
SONRIENDO DE FELICIDAD”.
CONTENIDO
Introducción: Iglesia
e Iglesias.
1. Rupturas en la Iglesia primitiva
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Las
opciones de Jesús se diferencian de las de Juan Bautista
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Las
primeras Comunidades cambian el Reino por la Iglesia
2. Las Iglesias de los primeros siglos
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Introducción
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Cinco
modelos de Iglesia
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Conclusiones
3. Los ministerios eclesiales
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Los
ministerios en el Nuevo Testamento
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Una
experiencia parroquial de una Iglesia ministerial desde los laicos
Conclusiones prácticas
Preguntas para reuniones de
grupos
ANEXOS
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Ministerios en la Iglesia, J-M. Castillo
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Modelos de Iglesia, J. Roloff
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La Iglesia de Jesús (guías y comentarios),
A. Gómez
I N T R O D U C C I Ó N : Iglesia e Iglesias.
¿Adónde van las
religiones y las Iglesias? El cambio de era que estamos viviendo nos obliga a
replantear las expresiones religiosas y eclesiales de las espiritualidades
presentes en todas las culturas y tradiciones. Estamos al final de ciertas
concepciones y organizaciones tanto de las grandes religiones como de la
Iglesias cristianas. La cultura agrícola tradicional había sido la matriz de
ellas. Al fenecer y ser sustituida por una cultura de la comunicación y de la
tecnología, las religiones y las Iglesia se están replanteando sus maneras de
organizarse, su culto, sus dogmas, sus criterios… para renovarse en fidelidad a
las intuiciones de sus fundadores y las experiencias pasadas más fructíferas.
La globalización nos exige relativizar las realizaciones humanas, volver a lo
esencial y aprender de los demás y de las otras Iglesias y religiones.
También han aparecido,
en las Iglesias cristianas, nuevas comprensiones de la Biblia, de Jesús, de las
Primeras Iglesias, de la fe cristiana… para actualizarse y renovarse. Vamos a
profundizar, por una parte, aquí la persona (histórica) y la misión (el Reino)
de Jesús y, por otra, las diversas expresiones de las Iglesias primitivas. Esto
nos confirmará la validez de nuevas experiencias eclesiales, especialmente las
que surgen de los cristianos pobres tanto de la ciudad como del campo. Unas
formas religiosas y eclesiales mueren mientras otras surgen. Nos reunimos,
rezamos y actuamos para discernir dónde el Espíritu de Dios nos ayuda a ser
creativos y comprometidos en fidelidad a la palabra, la práctica y el
testimonio de Jesús y de las primeras Iglesias.
Nos ayudaremos también
a precisar mejor todas estas novedades para no errar en vano. El sufrimiento
injusto, contrario a la voluntad de Dios, de millones de pobres y excluidos nos
lo exige.
1ª
parte : RUPTURAS EN
LA IGLESIA PRIMITIVA.
Lo que llama la
atención en el seguimiento de Jesús, desde el 1º siglo, es el olvido paulatino
de la centralidad del mensaje y de la práctica de Jesús: su movimiento de Jesús
por el Reino. Las Comunidades de Galilea conservaron esta fidelidad radical al
movimiento de Jesús, pero no fueron continuadas. Las Comunidades de Pablo
insisten sobre temáticas nuevas adaptándose a la realidad fuera de Palestina.
Luego la reflexión teológica tomó la delantera sobre la vivencia del Reino. Los
ministerios y la organización eclesial reflejaron estas opciones que se
institucionalizaron, con el emperador Constantino, en el siglo 4 y se
expresaron en los correspondientes Concilios.
A. LAS OPCIONES DE JESÚS SE
DIFERENCIAN DE LAS DE JUAN BAUTISTA
- En un primer momento Jesús se solidariza con Juan Bautista
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Jesús madura su misión hasta los 30 años.
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Está de acuerdo con Juan Bautista que los cambios son
personales (conversión) y religiosos (autoridades judías).
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El bautismo de Jesús por Juan Bautista sella su
compromiso por estos cambios.
- Jesús opta por el Reino desde los pobres: “Busquen primero el Reino de Dios” (Mateo 6,33).
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Jesús no quiere que se pierda el testimonio de Juan
Bautista.
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El asesinato de Juan Bautista por Herodes provoca el
compromiso de Jesús como profeta del Reino.
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Jesús predicaba el Reino de Dios (Marcos 1,14: “El Reino
está cerca. Cambien sus caminos”) y acompañaba su predicación de signos,
cumpliendo la profecía de Isaías: “El Espíritu me ha ungido para llevar Buenas
Noticias a los pobres, para anunciar la libertad a lo cautivos y a los ciegos
que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar el año
de la gracia del Señor” (Lucas 4,18-19).
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Para Jesús el Reino es conversión personal y religiosa
que provoca cambios en las relaciones sociales y su organización política.
- La confusión de Juan Bautista (Lucas 11)
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Encarcelado, Juan Bautista se sorprende de la novedad de
Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro”?
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Jesús responde a Juan Bautista con los signos del Reino:
“Los ciego ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen,
los muertos resucitan y una Buena Nueva llega a los pobres”.
- El punto de divergencia entre Juan Bautista y Jesús
a)
Juan Bautista insiste sobre el pecado: bautícense para ser
perdonados y cambien su manera de vivir: una moral más auténtica.
b)
Jesús tiene una doble opción: por una parte, se fija
en el sufrimiento de los pobres y lo alivia y, por otra, quiere que los pobres
sean los protagonistas de una nueva manera de vivir religiosa y socialmente.
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Jesús es compasivo: se deja tocar por el sufrimiento de
sus compatriotas.
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Jesús no se queda quieto frente al sufrimiento: lo alivia
con sus milagros que son anticipación del Reino.
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No se queda en ser él el único realizador del Reino: opta
por los pobres para que sean los constructores de este Reino (“¡Felices los
pobres porque el Reino es de ustedes!” Mateo 5,3).
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Un signo privilegiado del Reino son las comidas con los
pobres
B. LAS PRIMERAS COMUNIDADES
CAMBIAN EL REINO POR LA IGLESIA
- La originalidad del Reino para Jesús
Jesús se enfrentó principalmente
con el poder judío que había hecho de la religión una nueva manera de explotar.
Se enfrentó también al poder romano que se proclamaba divino, es decir
representante de Dios: “Al Cesar lo del Cesar y a Dios lo de Dios”. El
asesinato de Jesús no le permite profundizar más en la sustitución de la
organización política imperial. Al vivir nuevas relaciones entre las personas y
con las autoridades, Jesús daba las bases de una nueva convivencia social y
política.
- Las primeras comunidades suavizan las opciones de Jesús
Después de la muerte-resurrección
de Jesús, los seguidores de Jesús buscan continuar la propuesta del Reino. Pero
las nuevas situaciones orientan hacia nuevos matices que cambios la visión
original del ejemplo de Jesús y en particular de su persona.
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Se pasa de Profeta del Reino a Redentor: para Lucas Jesús
es el Salvador (2,11) y para Pablo Jesús nos salva de los
pecados. Se olvida la opción de Jesús contra el sufrimiento.
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Se pasa de Redentor a Hijo de Dios: ya la voz
de Dios en el bautismo por Juan Bautista y el culto a Jesús que sustituye el
compromiso por el Reino y por los pobres.
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Se pasa de las comidas -la “fracción del pan” como signo
del Reino- a la Cena eucarística como destrucción del pecado (en la misa:
“Esta es mi sangre… para el perdón de los pecados”). Se regresa a la
predicación de Juan Bautista.
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Se pasa de la tierra (encarnación y sufrimientos) al
cielo: Jesús es visto casi exclusivamente como 2ª persona de la
Trinidad.
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Se reduce el Reino a unas prácticas moralistas
(individualistas y espiritualistas) que giran en torno al pecado, olvidándose
que el criterio de salvación es dar de comida al hambriento y bebida al
sediento, recibir en las casas al forastero, vestir al harapiento, visitar al
enfermo y al encarcelado (Mateo 25,31-46). Esos son los pecados contra el
Reino.
- El Concilio de Nicea (325) confirma esta nuevas opciones eclesiales
El Concilio de Nicea fue la obra
de Constantino que quería salvar a su imperio del hundimiento. El Credo que se
proclama en este Concilio es para favorecer las opciones de Constantino. No
recoge el pensamiento ni la práctica de Jesús. El imperio romano sobrevive por
un siglo más y la jerarquía eclesial lo sustituye… hasta nuestros días.
a)
Dios es calificado de Creador todopoderoso” y no de Padre (y
Madre), como lo encarnó Jesús.
b)
No se habla de la vida de Jesús como Profeta de
Reino, ni de sus milagros o bienaventuranzas (corazón de su mensaje), sino como
el “Hijo único”, 2ª persona de la Trinidad (masculina).
c)
Tampoco se habla de la Cena-Eucaristía como comida
compartida, signo del Reino, sino del “perdón de los pecados”.
d)
Se proclama la fe “en la Iglesia una, santa,
católica, apostólica y romana”.
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Una, es decir uniforme y no diversa: “Fuera de la Iglesia
no hay salvación”.
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Católica, es decir mediterránea (como el imperio romano)
y no universal.
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Apostólica: Los Hechos hablan sólo de Pedro y Pablo (y
¿los demás apóstoles? – Pablo es hecho “apóstol” como los 12).
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Romana, es decir imperial, jerárquica, infalible…
- Consecuencias
-
El imperio romano no se hizo cristiano (Constantino se hizo
bautizar sobre su lecho de muerte).
-
Pero sí, la Iglesia se hizo romana e imperial (derecho romano -o
canónico-, liturgia romana, títulos imperiales, organización piramidal,
coerción violenta, privilegios clericales, patriarcado…).
-
La Iglesia se sustituyó al Reino y conformó la Iglesia de
cristiandad (el “santo imperio” europeo - “¡Fuera de la Iglesia no hay salvación!” - la
unión de la cruz con la espada…).
2ª
parte : LAS IGLESIAS
DE LOS PRIMEROS
SIGLOS.
I N T R O D U C C I Ó N
Lo que llama la
atención en los comienzos del cristianismo es la diversidad de modelos de
comunidad eclesial existentes. Esto muestra más bien desde el principio, por un
lado, la diferente auto-comprensión de las concreciones del Reino por los
creyentes en un entorno social diversificado: estas realidades condujeron a
soluciones diferentes.
El análisis
crítico de los testimonios del Nuevo Testamento contradice la imagen
tradicional según la cual Jesús mismo fundó la Iglesia y la dotó de estructuras
organizativas (ministerios). Jesús de Nazaret no fue el fundador, sino el
fundamento de la Iglesia. Su mensaje y su actuación constituyeron el punto de
partida de unos acontecimientos que llevaron a la formación de la misma.
Los escritos
de los primeros cristianos no transmiten una imagen unitaria de los
acontecimientos que llevaron a la formación de la Iglesia. Más bien nos
muestran una representación que contradice la creencia romántica del
crecimiento de una Iglesia, que nace de un embrión que contiene los pasos que
hay que seguir en el transcurso de todo su camino, presente entonces y futuro
ahora. En su lugar tenemos una serie de modelos diversos de Iglesia que
coexistieron y que, en algunos casos, compitieron unos con otros.
Esta
multiplicidad no es, sin embargo, el producto de un crecimiento no controlado,
sin planificación alguna, sino que responde a la exigencia que se impuso desde
los comienzos del Cristianismo: para vivirlo auténticamente se hacía necesaria
una estructura de la comunidad que estuviese ligada a su entorno social, y
además, que el sentido de su misión correspondiese a una situación específica,
en un marco concreto.
Los discípulos
de Jesús forman una Comunidad de servicio en señal del Reino de Dios que se
acerca. Como punto de partida, tenemos la constitución de la comunidad
postpascual de discípulos, no ya como medida o regla de un modelo primitivo de
Iglesia, sino como magnitud que dio muchos y variados impulsos al desarrollo
posterior.
Los seguidores
de Jesús pertenecían, pues, a un círculo abierto con múltiples posibilidades.
No sólo estaba constituido por hombres, sino también por mujeres. No sólo lo
formaban los que vivían dentro del círculo, según las leyes del Reino de Dios,
sino también aquellos que podríamos denominar "simpatizantes", que
proporcionaban dinero, comida, alojamiento... Así cada uno hallaba su propio
sitio: en la parte más alejada del núcleo o en la más cercana, según su propio
criterio y como muestra de la comprensión del Reino de Dios como un espacio de
libertad.
UNOS 5 MODELOS
DE IGLESIA
Modelo I: LA IGLESIA DE LOS MENSAJEROS CARISMÁTICOS DE LA
RESURRECCIÓN
En primer
lugar, nos encontramos con un grupo que podríamos denominar "misioneros
itinerantes", que actuaban en Galilea y Siria en los primeros años después
de la muerte de Jesús, y que se pueden considerar como un primer modelo de
Iglesia primitiva por sus conexiones con la comunidad de discípulos. Se trataba
de carismáticos itinerantes que llevaban una existencia marcada por la cercanía
del Reino de Dios, quienes lo dejaban todo por seguir su labor misionera,
presentando a Jesús como el legítimo portador del mensaje mesiánico.
La huella más
clara de este grupo es la llamada "Fuentes de dichos o sentencias
(Q)", que es una colección de dichos de Jesús utilizada por los evangelios
de Mt y Lc. No se trata de "escrituras sagradas" para la comunidad
propiamente este círculo no constituía una comunidad, sino que era como un
manual del misionero, que contenía materiales para la predicación y un conjunto
de instrucciones para el servicio de los itinerantes.
Por su
comportamiento y el de las personas de las casas que los acogían, podemos
constatar las diferencias entre aquellos seguidores más radicales de Jesús, en
el círculo más estrecho, y aquellos otros que denominamos
"simpatizantes", que seguían las enseñanzas de Jesús, pero sin llegar
a adquirir la forma de vida de los radicales. Entre las diversas "casas de
acogida" es muy improbable que hubiera enlace institucional. Es más
probable que mantuvieran contacto con las comunidades judías y sus sinagogas.
El radicalismo
"itinerante" desapareció entre los siglos I y II, pero es una
herencia que la Iglesia ha mantenido y que ha aparecido de vez en cuando, como
una exigencia interpelante y renovadora para la "normalidad"
eclesial.
Modelo II: LA IGLESIA DE JERUSALÉN COMO LUGAR DE REUNIÓN DEL
NUEVO PUEBLO DE DIOS
Al mismo
tiempo que se desarrollaba el modelo anterior (galileo), se creó un nuevo
modelo enlazado a un punto geográfico: Jerusalén, la ciudad santa de Israel.
Allí volvió el círculo de los doce, guiados por Pedro, una vez ya se había
aparecido Jesús resucitado en Galilea y había sido revelado como el Señor hasta
fin de los tiempos, por la acción de Dios. Y es su carácter de ciudad santa lo
que justifica la vuelta de los discípulos, incluso siendo como era el lugar
donde se encontraban los enemigos de Jesús.
Los doce
interpretaron la resurrección de Jesús como la señal del inicio del fin de los
tiempos, y esperaban que en Jerusalén se llevase a cabo la reunificaci6n de las
doce tribus de Israel. Y como era aquí donde se debía consumar su misión,
llegaron a Jerusalén en peregrinación durante la fiesta de Pentecostés, la que
se celebraba después de la Pasión de Jesús (Hechos 2).
Para la
comunidad primitiva de Jerusalén, el tema de la Reunión del Pueblo de Dios era
el factor institucionalizador determinante y fue siempre, mientras existió, el
programa teológico que la caracterizó. Jerusalén se fue concibiendo como centro
y lugar de referencia para la expansión de la Iglesia. Todo ello legitimado por
la posición central de la ciudad santa, así como por unos dirigentes de gran
autoridad como fueron "los tres pilares": Santiago, Kefas (Pedro) y
Juan (Gálatas 2,9) y, finalmente, por el hermano de Jesús, Santiago, hasta su
martirio. La posición de todos estos hombres se fundamentó en su llamada por el
Resucitado a ser apóstoles. Fueron los portadores de la tradición y los guías
de la Iglesia que autorizaban la misión de Jesús (1 Corintios 15,5 8). Como
tales, tuvieron un significado que va más allá del lugar geográfico.
Esta
organización tenía, además, estructuras tomadas de la tradición judía. Los
denominados "presbíteros" (junto con "los tres pilares" y
los apóstoles cf. Hechos 15,4.6) tenían la tarea de dirigentes. Esta
estructura, es un reflejo de la tradición de las sinagogas, cuyos "presbíteros"
eran personas maduras y con un lugar preeminente en la estructura social además
de ser sus dirigentes. No eran escogidos por sus conocimientos teológicos o por
sus calificaciones morales, sino por su prestigio y, de esta forma, eran dignos
representantes de las mismas hacia fuera. La comunidad primitiva buscaba en sus
"presbíteros" unas funciones similares. Dicha "comunidad
primitiva" mantuvo su lugar preeminente por lo menos hasta la muerte de
Santiago, ya que incluso Pablo, que desarrolló un modelo de Iglesia diferente a
la de Jerusalén, fue a ver a Santiago con una delegación de gentiles para hacer
entrega de una colecta (Gálatas 2, 10), acordada en la asamblea apostólica de
Jerusalén (Hechos 15). Era un signo de comunión. De esta forma las comunidades
paulinas formaban parte del pueblo de Dios en el mundo entero, gracias a su
comunión con Jerusalén, el centro del pueblo de Dios.
Con la
destrucción de la "comunidad primitiva" del año 70, no desapareció el
trazo eclesial de un modelo de Iglesia que estaba en el punto central.
Antioquía destacó, a comienzos del siglo II, como centro de la provincia de
Asia y con su sede episcopal reivindicó una autoridad más allá de sus límites
geográficos. Y ya a mitad del siglo II, fue la Iglesia de Roma la que, basada
en su ubicación central, fundó y reivindicó la autoridad eclesial para todas
las iglesias.
Modelo III: LA IGLESIA COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO DIRIGIDA POR
EL ESPÍRITU
Los escritos
de Juan, su evangelio y sus tres cartas nos trasladan a un mundo totalmente
diferente. Múltiples indicios de la investigación exegética nos llevan a la
conclusión de que estamos ante grupos cristianos que tenían una base literaria,
de lenguaje y de pensamiento propios y distintos.
A pesar de que
hay muchos puntos que clarificar y que no tenemos indicios claros de dónde hay
que situar esta tradición, podemos decir que este grupo tenía la estructura de
una escuela impregnada del espíritu profético. Se trataba de una reunión de sus
miembros en torno a una figura de maestro, que mostraba con libertad una explicación
propia de la historia de Jesús. Dicho maestro reclamaba conocer y entender
mejor el mensaje de Jesús que los portadores oficiales de la tradición, e
incluso que Pedro. Esta figura es la que se esconde tras la imagen del
"discípulo amado" que aparece en lugares clave del cuarto evangelio
(p.ej. Juan 13,23 25; 21,20 23). Ser amado por Jesús quería decir encontrarse
cerca de Él, y ello sólo era concedido por el Espíritu de Dios. Es decir, era
el Espíritu el encargado de conferir dicha proximidad. El Espíritu era el
continuador de Jesús y quien tenía que transmitir la verdad a sus miembros
(Juan 16,13ss). Con lo que el grupo de Juan propugnaba profundizar en el
conocimiento de Jesús a través de la acción del espíritu profético.
El trazo
individualista es inequívoco. Así como todo sarmiento está ligado a su vid, así
lo está todo creyente con Cristo (Juan 15,1 8). Jesús, el buen pastor conoce a
cada una de las ovejas y ellas le conocen a Él (Juan 10,4). Así también es al
creyente a quien se promete la vida eterna (Juan 6,53) y la comunión (Juan
6,56). Ahora bien, en los escritos de Juan se echa de menos la consideración de
la Iglesia como pueblo de Dios, su constitución y su estructura. La comunión de
los creyentes no desaparece, pero es algo secundario: porque los creyentes
están unidos con Cristo, por ello están unidos entre sí por el amor fraternal
(Juan 15,12). La Iglesia era para Juan la "Comunión de los amigos de
Jesús", que también son amigos entre sí (Juan 15, 15).
Sin duda la
dimensión misionera experimenta aquí un retroceso. El factor institucional de
Juan es, pues, la profundización individual en el conocimiento de Cristo y la
salvación, lo que conlleva un elitismo de base esotérica que comporta el
atractivo y, al mismo tiempo, la problemática del modelo joánico.
Modelo IV: LA IGLESIA REUNIÓN DE LOS CREYENTES COMO
"CUERPO DE CRISTO"
Hacia mediados
del siglo I d.C. aparecen dos factores que van a cambiar la autocomprensión
cristiana y su imagen externa:
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La fe cristiana se
abrió al resto de pueblos del mundo, sin que fuesen éstos miembros del pueblo
de Dios, Israel;
̵
También se produjo el
paso del campo a la ciudad, pasando el Cristianismo a ser religión de las
ciudades. El Cristianismo ganó rápidamente adeptos en las grandes metrópolis
del Imperio Romano, desde Antioquía hacia el Oeste, donde los judíos eran una
minoría que no mantenían ya los lazos de unión con las comunidades sinagogales.
De aquí que los nuevos grupos de cristianos, tan heterogéneos, buscasen formas
y lugares que les ofrecieran la pertenencia a un grupo social determinado.
De aquí que se
encontrara atractivo el adoptar modelos colectivos antiguos, en los que Dios
era erigido en patrón, en honor del cual se celebraban con regularidad determinadas
comidas festivas, y que se podían celebrar o bien en lugares sagrados o bien en
domicilios privados. En este segundo caso, los propietarios de las casas
pasaban a ocupar un lugar preeminente. Tales celebraciones se realizaron por
los cristianos como formas de reunión, como sabemos por la primera carta de
Pablo a los Corintios y podemos suponer para otras ciudades.
Pablo no
cuestionó dichas celebraciones, sino que buscó crear un modelo a partir de
ellas, teniendo como base la fe cristiana, una fuerza irresistible en su
constitución como comunidad. Este modelo decía: "la Iglesia es toda
comunidad situada en la mesa del Señor", y allí recibían todos los hombres
(independientemente de su condición) el "cuerpo de Cristo". Con ello pasaban
a formar parte de una comunidad unida por el pan, como cuerpo de Cristo, y
siendo parte del mismo. La Iglesia está, por tanto, constituida en la comunidad
de servicio y vida que le viene por el servicio religioso eucarístico,
confiriéndole así a través del hecho cristiano una estructura social. El Cristo
vivo muestra su grandiosidad en la historia presente a través de la hermandad
de sus miembros (1 Corintios 12,12 27).
De este modelo de Pablo, extraemos tres
consecuencias:
- La primera es que la reunión eucarística es el evento central para la existencia de la Iglesia. "Iglesia" está presente allá donde acuden los cristianos a escuchar la Palabra y a participar de la eucaristía en la mesa del Señor, y es aquí donde, para Pablo, toma la Iglesia su forma histórica.
- Iglesia es, en este modelo, una realidad prioritariamente relacionada con un lugar. Es lo que tenemos cuando el propio Pablo habla de Iglesia: no pierde de vista el sitio concreto donde se realizan las reuniones de creyentes. La Iglesia se hace realidad viviente mediante la actuación del Cristo viviente. La comprensión de la Iglesia como pueblo de Dios no desaparece, pero queda subordinada al concepto de cuerpo de Cristo. Es por ello que no se han de dar grupos locales. Donde, como en Corinto, existen diversas comunidades familiares, Pablo establece que, además de las comunidades existentes, debe de haber lugares de comunión eucarística que hagan visible la unidad en cada lugar (1 Corintios 14,23). 3).
- Y, finalmente, se crea en las comunidades de Pablo un sistema de oficiantes que dirigen a la comunidad, siendo el epíscopo, que preside la reunión eucarística, el responsable de la dirección de las comunidades locales, a quien ayudaban los diáconos en tareas caritativas y organizativas (Filipenses 1, 1).
Modelo V: LA IGLESIA COMO CASA DE DIOS ORGANIZADA DE FORMA
PATRIARCAL
El modelo de
Iglesia propugnado por Pablo se impuso en comunidades mayoritariamente de
miembros no judíos. Aunque básicamente se mantuvo, sufrió múltiples cambios
adaptados a los nuevos tiempos y a las nuevas realidades que le tocaba vivir.
Por una parte, el retraso de la Parusía impuso un enfoque de futuro. Pero,
además, hay que tener en cuenta que, poco a poco, fueron desapareciendo todos
los testigos y representantes de las comunidades cristianas primitivas. Además
aparecieron movimientos gnósticos que creaban inseguridad en las comunidades, y
se consideró como inviable la continuidad del modelo de Iglesia atada a un
lugar en relación con las formas de vida de la sociedad helenístico romana.
Se produjeron
impulsos institucionalizadores (que tenemos plasmados en las llamadas cartas
pastorales y en la carta a los Efesios) que propugnaron un modelo de Iglesia
paulino, pero con tantos cambios, que no nos queda más remedio que hablar de un
nuevo paradigma.
La
característica principal es la orientación hacia la figura patriarcal de las
instituciones de la antigüedad. La comunidad aparece como la "Casa de
Dios" (1 Timoteo 3,15), en el sentido de una gran familia, con derechos y
competencias de los miembros. La estructura jerárquica es claramente de arriba
abajo. Arriba del todo aparece la figura del epíscopo, que es el responsable y
que tiene el papel de Padre de la casa (1 Tm 3,4). Es el representante de la
comunidad hacia fuera y vigila el orden en su interior. Por debajo de él, se
encuentra la figura del diácono (1 Tm 3,8 13) y en un escalafón más inferior
aparecen las mujeres a quienes se les retira toda posibilidad de pertenecer
activamente a la comunidad (1 Tm 2,9 15).
El factor
central de la vida en comunidad ya no es el comportamiento cristiano de los
creyentes entre sí, sino el comportamiento de los dirigentes de la comunidad
hacia ellos. Se introduce la figura de los cargos oficiales de las comunidades,
habilitados por Cristo, no directamente, sino por sus apóstoles, como sucesores
de Él y que recibieron el encargo de edificar la Iglesia de Cristo. Los cargos
oficiales deben regirse por las normas establecidas por los apóstoles y las
comunidades que siguen el modelo de Pablo, por las normas establecidas por
éste.
La sucesión
apostólica es difícil de entender en el sentido de mostrar una continuidad
histórica externa: se trata de una correspondencia interna, mediante la cual se
muestra la ininterrumpida continuidad de la Iglesia entendida desde sus
inicios.
Este modelo
patriarcal de Iglesia no es la cima a la que conducen las líneas de la
eclesiología neotestamentaria. Es demasiado unilateral. Pero tampoco se puede
considerar una apostasía de la imagen inicial de la Iglesia. Es un intento de
solventar ciertos problemas y de reestructurarlos de forma institucional. Si lo
ha conseguido y hasta dónde, es una cuestión que, supuesto su influjo en la
historia de la Iglesia, pide urgentemente un debate.
C O N C L U S I Ó N E S.
- Recién en el Concilio Vaticano 2º (1962-65) pone fin a la Iglesia de cristiandad y nos regresa al Jesús de la historia, al Reino de Dios y a la Iglesia como Pueblo de Dios e Iglesia de los Pobres (Juan 23).
- En América Latina las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) “reinventan” la Iglesia al identificarla mejor al proyecto de Jesús. Los obispos latinoamericanos lo confirman en Medellín (10,15) y Aparecida (178-179).
- La Teología de la Liberación sistematiza las visiones y los compromisos de las CEBs que actualizan el Concilio: Jesús histórico, primacía del Reino de Dios, opción por los pobres y la pobreza, Iglesia Pueblo de Dios e Iglesia de los pobres…
- La opción por los pobres fundamenta la espiritualidad cristiana (hacer nuestras las causas de los pobres), el pluralismo religioso (lucha común contra el sufrimiento de los inocentes), la inculturación del Evangelio (estamos en culturas diferentes de la de Jesús) y una ética universal (individual -la moral personal-, colectiva -la protección de la vida y social -la democracia consensuada-) que elimine las opresiones y discriminaciones.
- Cada Iglesia cristiana y cada conferencia episcopal continental, representadas en el Vaticano alrededor del papa, buscarán su manera propia de ser fiel a la construcción diversificada del Reino inaugurado por Jesús, a imagen de las primeras comunidades cristianas.
3ª
parte : LOS MINISTERIOS
ECLESIALES.
I.
LOS DIVERSOS MINISTERIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO
A. LOS MINISTROS ESTÁN AL SERVICIO DEL REINO
- Los Ministerios responden a necesidades de la Comunidad
a).
El ministerio de los Doce: Ellos son
las bases de la Iglesia, el Nuevo Pueblo de Dios.
-
Testifican de la Resurrección y del
Reino. Organizan y coordinan la Comunidad.
-
Confirman a los Diáconos presentados
por la Comunidad, para el servicio material de la misma.
-
Pedro es la cabeza; se dedica a los
Hebreos (o Judíos).
b).
Los 7 Diáconos
-
Ellos se dedican a los Helenistas (o
Griegos) y a las viudas.
-
Son también ministros de la Palabra
y del Bautismo.
c).
Los Animadores de Comunidades: Judas y
Silas.
e). El Concilio de Jerusalén
̵
Fue un servicio a la Comunidad en un
momento de crisis y de confusión.
̵
El Concilio es la máxima autoridad
en la Iglesia.
- Los Ministerios Proféticos
-
Jesús fue un profeta poderoso en
obras y palabras.
-
El profeta es portavoz de Dios para
anunciar y denunciar proyectos que sea construyen el Reino de Dios, sea lo
destruyen.
-
El Ministerio de la profecía, con
los servidores de la verdad y de la justicia, siempre molesta y crea conflictos
al interior y fuera de la Comunidad.
- Los Ministerios Pastorales
-
Jesús fue el Buen Pastor (Juan 10).
-
Los obispos son los guardianes del
mensaje de Jesús, los defensores de los oprimidos, los ministros de la
reconciliación, los animadores de la Comunidad mediante la participación de
todos, los centinelas de la igualdad mediante el compartir equitativo.
- Los Ministerios sacerdotales
-
Son los servicios de sacerdotes y de
seglares a favor del culto, la liturgia y las celebraciones religiosas.
Celebran la vida de fe y de amor, la presencia del Resucitado y de su Reino,
las promesas realizadas y la esperanza que dura.
-
Presiden las oraciones: alabanza,
perdón, socorro, ofrendas. Celebran los sacramentos.
-
Hacen el ‘memorial’ de la Cena: El
pasado continúa en el presente y nos compromete para el crecimiento del Reino.
- Los Ministerios del sufrimiento o de la curación
-
El sufrimiento es un misterio y un desafío. Jesús no lo explicó, sino que
lo combatió y lo asumió. Fue el Siervo Sufriente que nos muestra el camino y
nos hace Pueblo de Dios.
-
La Iglesia sigue el camino de Jesús:
samaritana, perseguida, martirial, esperanzadora y liberadora. Asume el
sufrimiento liberador y combate el sufrimiento injusto y destructor.
Podríamos
resumir estos ministerios a partir de la misión que se nos da en el bautismo: Ministerios
Proféticos (del anuncio y de la denuncia), Sacerdotales
(de la oración, las celebraciones y la religiosidad popular) y Reales o
Pastorales (de la organización creativa de la Comunidad).
B. LA VIDA DE LOS MINISTROS
ECLESIALES
- La designación de los Ministros parece ser el resultado de un acuerdo entre el candidato, la Comunidad y los otros Ministros, como en el caso de Timoteo y Tito. Epafrodito es designado por la Comunidad y aceptado por Pablo (Filipenses 2,25). De todo modo, el papel de la Comunidad es decisivo como lo confirma Hechos (6,3)
- El Ministerio de la Mujeres
-
Pablo les ordena cubrirse la cabeza
cuando ‘oran o profetizan’ (1 Corintios 11,2-16). Eso confirma que eran ‘profetizas’.
Los textos de 1 Corintios 14,34-35 y Timoteo 2,11-14, son textos añadidos más
tarde.
-
En la carta a los Romanos, Pablo
recomienda a una mujer, Febe, como ‘ministra’ (diaconiza) de la iglesia
de Cencreas.
-
En Romanos 16, Colosenses 4,15 y
Filemón 1,2, las mujeres desempeñan un papel importante en las Iglesias
paulinas. En particular, facilitan su casa como espacio de encuentro y de
celebración para la iglesia local.
3. La vida familiar de los Ministros
-
El caso de Pablo y Bernabé,
solteros, era una excepción. Eso les daba una mayor disponibilidad para la
misión (1 Corintios 7,32 y 9,23).
-
Pablo afirma que los demás apóstoles
eran casados (1 Corintios 9,5) y que su esposa los acompañaba, como un derecho.
-
Pablo señala que los ‘presbíteros-obispos’
tienen que ser esposos de ‘una sola mujer’ (1 Timoteo 3,2 y Tito 1,6). Las
cartas del NT prescinden del celibato; el estado normal de los Ministros es ser
casados y con hijos.
4. El
trabajo profesional de los Ministros
-
El NT reconoce el derecho de los
Ministros de las Comunidades a vivir de su ministerio.
-
Por otra parte, varios textos de
Pablo afirman que él renunció a ese derecho para ‘no crear dificultades a la
difusión del Evangelio’: trabajaba y vivía del trabajo de sus manos. Priscila y
Áquila siguieron también de ‘fabricantes de tiendas de campañas’ (Hechos 18,3).
CONCLUSIONES
-
La Comunidad es siempre primera.
-
Una Comunidad no puede prescindir de
ministros que la animan.
-
Los Ministros existente para el
servicio de todos y para el crecimiento de la Comunidad.
-
Es notable la gran diversidad de
ministerios. Pero las Cartas Pastorales los resumen a 3: ‘Obispos, presbíteros
y diáconos’. Esto traduce una inversión de criterios: el poder carismático deja
su lugar a la doctrina.
-
Se advierte también una gran
creatividad. Las Comunidades se sintieron libres de producir ministerios según
sus necesidades y bajo el impulso del Espíritu Santo: Eligieron a Matías para
sustituir a Judas; no se habla de sucesores a los 72; se crearon a ‘Los Siete’
(Hechos 6,1-3).
-
Los Ministerios son un don de Dios
mismo a la Iglesia
‘Los obispos, en su servicio, han protegido continuamente a los indigentes
y a las viudas y han llevado siempre una vida santa’ (‘Pastor’ de Hermás, siglo
2º).
II. LOS MINISTERIOS SE TRANSFORMAN PAULTINAMENTE
A. LAS CARTAS PASTORALES ALEJAN A LOS MINISTROS DE LA COMUNIDAD
Son
escritos tardíos un discípulo de Pablo que buscan asegurar la organización y la
disciplina en la Iglesia.
1. El Ministerio de Timoteo y Tito: El fin de su ‘mandato es la caridad’ (1 Timoteo 1,5).
-
Su primer ministerio es la
enseñanza, la doctrina ‘sana’.
-
Tienen varios servicios: la
organización de la plegaria litúrgica, de la ayuda a las viudas, el
establecimiento de presbíteros en cada comunidad, la justicia por acusación a
un presbítero.
2. Los Ministros de la Iglesia local: ‘Obispos, Presbíteros y Diáconos’.
-
El Obispo tiene la función de ‘vigilar’ como presidente de la Comunidad.
-
Los Presbíteros corresponderían al ‘Consejo de Ancianos’ de la sinagoga judía. Tienen una
doble función en la comunidad local: una pastoral y la otra doctrina.
-
Los Diáconos son ayudantes para servicios específicos según las necesidades, sobre
todos misiones de enlace entre las Iglesias.
B. POSTERIORMENTE LA ORGANIZACIÓN DEL CLERO ES UNA MARCHA ATRÁS
- Una práctica contraria al Nuevo Testamento
El clero es el resultado de una involución de los ministerios, contraria a
la práctica del Nuevo Testamento y de la primera Iglesia. Todo esto puede y
debe cambiar
-
El primer paso fue de aplicar a los
que recibían la imposición de la mano el título de ‘orden’, como en el imperio romano: se colocaba a
ciertas personas en un rango superior a los demás. Así los Ministros cristianos
empezaron a ubicarse por encima de la Comunidad. Esto contradice todo el NT.
-
El segundo paso fue de sacralizar a los Ministros,
utilizando el vocabulario del Antiguo Testamento: ‘sacerdotes’, lo que no hace
nunca el NT que sólo aplica la palabra ‘sacerdote’ a Cristo y al Pueblo
sacerdotal. Los sacerdotes fueron considerados como ‘personas sagradas’, o sea,
separadas de resto de los fieles.
-
El tercer paso fue imponer a los
Ministros el celibato.
Esto comenzó con la ordenación de los diáconos, al exigirle la continencia
conyugal, por una visión distorsionada de la sexualidad. La ley de continencia
se transformó en ley del celibato en el siglo 12. Para los obispos se les
prohibió el matrimonio por razones económicas: evitar que los bienes de la
iglesia pasaran a sus hijos.
-
El cuarto paso fue anular a la
Comunidad en la elección y
aceptación de los Ministros. Durante todo el primer milenio, el
principio era el de San León Magno: ‘El que ha de presidir a todos debe ser
elegido por todos’. A partir del siglo 11, el Papa Gregorio 7º se reservó el
derecho de nombrar a los obispos y, luego, los obispos se atribuyeron el
derecho de nombrar a los presbíteros. La Comunidad quedó marginada.
-
El quinto pasó fue de asegurar a
cada clérigo el sustento económico,
en el Concilio de Letrán del siglo 12º. Los clérigos dejaron de ganarse la vida
como todo el mundo: dependían del obispo y eran unos privilegiados. Fue una de
las críticas que motivaron a los Protestantes para su Reforma de la Iglesia.
-
El último paso fue de restringir a
los Ministros ordenados el poder de perdonar
los pecados y él de consagrar el pan y el vino, en el
Concilio de Trento, para enfrentar a los Protestantes.
- El clero concentra demasiados poderes
-
A la imposición de las manos se fue
añadiendo ‘la orden’, institución del imperio que servía a distinguir a ciertas
personas como superioras a otras.
-
Los ministros de las Comunidades
fueron llamados ‘sacerdotes’, identificándoles con el sacerdocio del Antiguo
Testamento con funciones sagradas contrarias a las propuestas de la carta a los
Hebreos.
-
Se impuso a los ministros la
obligación de la continencia matrimonial por una interpretación sacral que
despreciaba al matrimonio. En el siglo 12, esta ley de la continencia se
convierte en ley del celibato, que para los obispos se justificó por razones
económicas.
-
Se anuló la elección y aceptación de
los ministros por la Comunidad en el siglo 11, para reservar al Papa el
nombramiento de los obispos, y a los obispos el de los sacerdotes.
-
El Concilio de Letrán confirmó la
necesidad de dotar a los ministros una sustentación económica que les permitió
vivir sin trabajar. De ahí vino un afán de ser clérigos para beneficiarse de
los privilegios que derivaban del estatuto. Esto creó mucha relajación, que
influyó en las protestaciones de la Reforma.
- El Concilio Vaticano 2º invita a volver a la práctica de las primeras iglesias
El Concilio Vaticano 2º invitó a una renovación de la
Iglesia y de los ministerios a partir de la práctica de Jesús y de las primeras
comunidades cristianas tal como nos lo transmitió el Nuevo Testamento.
Los
ministros ordenados:
̵
Están al servicio de las Comunidades
y del sacerdocio de los bautizados, y no encima.
̵
No pueden acaparar todas las
funciones pastorales (profecía, sacerdocio y realeza).
̵
Deben respetar las iniciativas del
Espíritu Santo que suscita múltiples servicios para el bien de la Comunidad.
̵
Necesitan de otros ministros no
ordenados para el servicio de la evangelización y de la liturgia.
̵
Van a desacralizar su misión para
ser los pastores que la Iglesia necesita afín de ser fieles a la misión de
Jesús: la extensión del Reino de Dios como ofrenda agradable a Dios.
II.
UNA EXPERIENCIA PARROQUIAL DE IGLESIA MINISTERIAL DESDE LOS LAICOS (Nicaragua)
Se trata de la
experiencia vivida por su servidor durante 8 años (1989-1997) en una parroquia
de la diócesis de Bluefields en Nicaragua, vicariato que había hecho la opción,
desde 1969, de seguir las orientaciones de la Conferencia episcopal
latinoamericana en su reunión en Medellín, Colombia (1968). También se debería
sintetizar la parecida experiencia eclesial de 40 años de la diócesis de
Sucumbíos en la Amazonía ecuatoriana.
A. REFLEXIONES PRELIMINARES
Recordemos
que ‘lo único absoluto es el Reino’
(Pío 6º. Mateo 6,33). La Iglesia y todas sus personas e instituciones, estamos
al servicio del Reino. Por lo mismo, los Ministerios en la Iglesia responden a
necesidades de la Comunidad, cuya meta final es la presencia y el
fortalecimiento del Reino. Veamos cómo estaban organizados los Ministerios en
los Hechos de los Apóstoles y luego en nuestra época.
He aquí el ejemplo de una
parroquia del campo en Nicaragua (zona tropical selvática sin carretera
asfaltada), con un sacerdote, 4 religiosas (Servicios Sociales) y 4 diáconos
casados (Evangelización). Su población era de unas 130,000 personas, con una
extensión de 3,500 km2. Había 120
comunidades repartidas en 10 zonas pastorales: 30 eran poblados y 80
caseríos se visitaban con mulas, las más distantes eran a 3 días de camino. La
única ciudad, Nueva Guinea, tenía unos 18,000 habitantes.
B. UNOS MINISTERIOS ACORDES A LAS NECESIDADES DE
LAS COMUNIDADES
Los ministerios nacieron de las necesidades de
la Comunidad y se repartieron de acuerdo a una triple realidad: eclesial,
social y cívica.
-
La organización Eclesial, en
torno a la capilla y sus diversas actividades. Era tarea de los ‘Ministros’
(Eclesiales).
-
La organización Social, como
la Educación, la Salud, los Derechos Humanos, el Trabajo, la Solidaridad, el
Medio Ambiente, la Huellas de los antepasados. Estos ministerios eran a cargo
de ‘Servidores’ (Sociales).
-
La organización Cívica, para
suplir la ausencia de autoridades civiles. Los encargados se llamaban ‘Responsables’
(Cívicos).
1.
Ministerios Eclesiales (17)
-
Directiva de la capilla, encargada
de las obras materiales y de la coordinación de las diversas actividades.
-
Los Celebradores de la Palabra,
encargados de las Celebraciones dominicales.
-
El Coro y los Músicos.
-
Los Catequistas que preparan
Bautizos, Primera Comunión, Confirmación y Matrimonio.
-
Los grupos Juveniles.
-
Los grupos de Mujeres: Derechos,
Costura, Alimentación, Crianza de los niños…
-
El Equipo Misionero, encargado de
reuniones de reflexión y solidaridad y visitas a otras Comunidades.
-
Los Ministros del Bautismo, la
Comunión, la Reconciliación y los Enfermos.
-
Los Coordinadores zonales,
encargados de la coordinación de una zona, o sea, de varias comunidades
vecinas.
-
Los Diáconos (casados), a cargo
principalmente de la Evangelización (visitas, formación, sacramentos) de un
sector, o sea, varias zonas.
-
La Directiva del Consejo Parroquial,
para unificar los trabajos pastorales, tomar decisiones, responsabilizarse de
las finanzas (diezmo), evaluar y programar las actividades, en reuniones
trimestrales.
2.
Los Servidores Sociales (7)
-
Para la Educación: El
Comité de Padres de Familia era el encargado de los Maestros y del buen
funcionamiento de la escuela.
-
Para la Salud: El
Equipo de Salud, principalmente con plantas medicinales.
-
Para el Trabajo: Los
Equipos de Cultivos de granos (préstamos de semillas) y de Crianza de animales
(de las viudas organizadas).
-
Para los Derechos Humanos:
Un equipo.
-
Para la Solidaridad:
Un equipo.
-
Para el Medio Ambiente:
Un equipo, principalmente para la Reforestación y el cuidado de las Fuentes de
agua.
-
Para la Arqueología, o
sea, la recolección y el significado de las huellas dejadas por las
Antepasados: Un equipo.
3.
Los Responsables Cívicos,
reconocidos por las autoridades del Municipio (3)
-
Un alcaldito y su suplente
(o equipo), para el bienestar de la Comunidad y mejoras colectivas.
-
Un juez y su suplente (o
equipo), para juzgar de los delitos cometidos.
-
Un fiscal (policía) y su
suplente (o equipo), para la aplicación de las penas, en beneficio de la
Comunidad.
NOTA.
Criterios para el ejercicio de estos ministerios:
-
Los Ministros son indistintamente varones y mujeres, a excepción
de los diáconos, por imposición del Vaticano.
-
Ningún ministerio tiene una sola persona (El diácono
era diácono con su esposa).
-
No se puede cumular 2 ministerios más de un año.
-
El tiempo máximo para desempeñar un
ministerio es de 3 años.
-
Todos los ministros son propuestos por la Comunidad, elegidos y
confirmados cada año por la misma.
-
Todos los ministros tienen su curso de formación anual, de 3
días a 3 semanas.
-
El sacerdote tenía 2 actividades
mensuales principales: visitas
de las zonas pastorales (de unas 12 comunidades cada una) y formación (cursos) de los
ministros, servidores y responsables.
C O N C L U S I
O N E S.
- CAMBIO DE ÉPOCA
̵
Con el nuevo milenario, terminaron las eras agrícola e
industrial.
̵
Las Iglesias y las Religiones se
habían construido con esquemas culturales de esa era. Estos esquemas son hoy inoperantes.
̵
Queda la espiritualidad, es decir la experiencia de lo Absoluto, o sea la
Vida, el Amor y la Belleza.
̵
Estamos en una sociedad de
conocimientos, innovaciones y cambios incesantes… que debe encontrar nuevos esquemas para expresar su
espiritualidad: defensa y promoción de estos 3 conjuntos.
̵
Lo viejo no acaba de morir y lo
nuevo no acaba de nacer: conservar los
esquemas culturales del pasado es encerrarse en un callejón sin salida.
̵
Los grandes maestros religiosos nos
ha legado una sabiduría para adecuar
el ser humanos, los pueblos, la humanidad a la comunión con el Absoluto.
̵
Se trata de sabiduría, o sea de una
manera de vivir, de adecuarnos, de transformar la realidad, de encontrarnos con
lo Absoluto… y no tanto de creencias, dogmas, cultos y jerarquía.
- PARA ECUADOR ESTÁN 3 SABIDURÍAS AL SERVICIO DE LA VIDA, EL AMOR Y LA BELLEZA
̵
Tenemos las sabidurías indígena, cristiana y negra. La cultura
indígena nos ofrece el valor de la comunidad, la cultura cristiana el protagonismo
de los pobres y la cultura negra la expresión corporal.
̵
Tenemos que preguntarnos cómo se
organizan los puntos esenciales de
estas 3 sabidurías y cómo están al servicio de la Vida, el Amor y la Belleza
para comunicarnos con lo Absoluto.
------------------------------------------------------------------------------
El Espíritu de los Antepasados, de
Jesús y de la Diosa negra
Hará surgir nuevas maneras
institucionalizadas de encontrarnos con lo Absoluto
Al servicio de la Vida, el Amor y la
Belleza.
Los Indígenas aportarán su Armonía
entre seres humanos y con la Naturaleza;
Los Cristianos optarán por los
pobres para construir el Reino de Dios y
Los Negros nos ayudarán a expresar
la celebración de la comunión con lo Absoluto.
En comunión, Indígenas, Cristianos y
Negros vamos a
Desentrañar juntos el camino a
seguir,
Construir juntos las expresiones de
esta nueva espiritualidad,
Orientar el crecimiento humano,
individual y colectivo
Fortalecer la comunión con la
naturaleza.
“No hay camino: el camino se hará
andando".
Eso es la esperanza que nos anima
para seguir adelante.
IGLESIA PRIMITIVA :
VARIEDADES DE MODELOS
Y DE MINISTERIOS
Estamos
en una época de grandes cambios y de gran creatividad, porque el Espíritu “todo
lo está haciendo nuevo”
(Apocalipsis 21).
1. La crisis actual de las Iglesias y las religiones nos exige volver a nuestras raíces indígenas
cristianas y negras:
̵
Por
una parte, a las espiritualidades, que son las maneras de encontrarnos con Dios
y
̵
Por
otra parte, a las intuiciones y las sabidurías de los fundadores (Jesús,
Viracocha, Diosa negra…).
2. Muchas expresiones religiosas son caducas y mueren:
-
Todas
las que se quedan en la era agrícola e industrial, que son
inadecuadas para la nueva cultura de conocimientos, innovaciones constantes y
cambios continuos.
-
La
nueva generación se enfrenta a la creación de nuevas expresiones espirituales,
lejos de las Iglesias, creencias, dogmas y cultos tradicionales.
3. Estamos abriendo nuevos caminos desde nuestra sabiduría y en comunión los unos con los otros.
-
Iluminándonos
del pasado,
-
Aprovechando
a los sabios de hoy y
-
Dejándonos
guiar por la creatividad del Espíritu en nuestras Comunidades.
1ª parte: JESÚS Y LAS PRIMERAS IGLESIAS
1. Las opciones de Jesús difieren de la de Juan Bautista
a). Diferencias en el lenguaje
-
Juan
Bautista hablaba de pecado, de perdón y de conversión.
-
Jesús
habla del sufrimiento, del Reino, de los pobres y de cambio
religioso y social.
b). Diferencia en la práctica
-
Juan
Bautista buscaba una conversión personal y religiosa.
-
Jesús
vivía colectivamente la defensa de la vida (curaciones) y la fraternidad
(discípulos, comidas…).
-
Para
Jesús, el verdadero culto a Dios era una vida digna y fraterna.
c). “Revolución inconclusa”
-
Las
autoridades religiosas no le dieron tiempo para profundizar en el cambio
social.
-
Jesús
no fundó ni religión ni Iglesia, sino el Reino, o sea una nueva manera personal
y comunitaria de vivir entre humanos y relacionarse con Dios.
2. Las primeras Iglesias suavizaron el proyecto de Jesús
-
El
proyecto del Reino suponía un cambio radical, tanto en lo
religioso como en lo social.
-
Los
primeros cristianos conservaron unas intuiciones y prácticas del
Reino.
-
Pero
transformaron a Jesús en un Salvador a la que se da un culto
(nació la religión cristiana) y transformaron el Reino en una organización
jerárquica con leyes y dogmas (nació la Iglesia romana).
-
Conservan la dimensión comunitaria, las palabras de
Jesús, la fracción del pan, el bautismo, autonomía con el poder político,
3. Conclusión
-
El
imperio romano no se hizo cristiano…
-
Pero
sí, la Iglesia se hizo romana.
-
Y los
cristianos se olvidaron de Jesús histórico y del Reino.
2ª parte: LAS IGLESIA DE LOS PRIMEROS SIGLOS
Lo
que llama la atención es la creatividad y la diversidad de manera de seguir
a Jesús en los primeros siglos. Podemos descubrir a lo menos 5 modelos de
“Iglesias”.
1. Modelos de los mensajeros cristianos de la resurrección
-
Son
misioneros itinerantes a la manera de Jesús, desde Galilea campesina.
-
Su
testimonio es la sabiduría y la practica de Jesús: el “1º evangelio” (perdido).
-
Jesús
es el Siervo Sufriente que nos enseña una nueva manera de vivir y de
creer.
-
Se
crean pequeñas comunidades del Reino en la casas.
2. Modelos de Iglesia-Pueblo de Dios en Jerusalén
-
Son
pequeñas comunidades urbanas que se miran como el nuevo
Pueblo de Dios.
-
Continúan
el proyecto del antiguo Testamento: organización, presbíteros… (los evangelios
sinópticos).
-
Son
consideradas una referencia para las demás comunidades: la autoridad y las
normas (Hechos de los Apóstoles: Santiago, Pedro y Pablo).
3. Modelos de las Comunidades paulinas (Pablo): somos el “Cuerpo de Cristo”.
-
Con
la destrucción de Jerusalén y la dispersión de los palestinos (70
dC.), se pierde los 2 modelos anteriores.
-
Hay
que abrirse a nuevas culturas: Asia Menor (Turquía), Grecia, Roma, España…
Jesús es el Redentor divino de la humanidad. (Cartas de Pablo).
-
Se
dan varios equipos misioneros con Pablo: se fundan nuevas comunidades
interculturales en las ciudades.
-
Son
Comunidades estables, cuyo centro es la eucaristía, con unos ministros
fijos.
4. Modelos de Comunidades joánicas (Juan) guiadas por el Espíritu
-
Desarrollaron
un espíritu profético original en torno “el discípulo amado”, mayor que
Pedro, Santiago y Pablo.
-
Su
centro es el Espíritu de Jesús que permite encontrarse con Jesús y vivir individualmente
su mensaje (Evangelio de Juan).
-
El amor
fraterno manifiesta la gran comunión en el Espíritu: son las
Comunidades de los amigos de Jesús.
5. Modelos de Casa de Dios organizada de forma patriarcal
-
Los
cristianos ya no son judíos, sino muy diversos, pero de cultura romana imperial. Tampoco
están los “organizadores” de las primeras Comunidades o Iglesias.
-
El
imperio romano necesita de una religión fuerte para sostenerse: esa será la de
los cristianos organizados por el emperador Constantino en el siglo
4 (Concilios).
-
Todos
los ciudadanos del imperio tienen que convertirse a la nueva religión
oficial del emperador.
-
Nació
la Cristiandad:
Jesús es Dios, la Iglesia es una jerarquía, su centro es Roma, los ministros
son personas sagradas, las creencias son obligatorias (dogmas), los ritos son
los mismos en todas partes, se impone normas morales estrictas…
-
En el
Credo, ya no se habla del Jesús histórico, ni del Reino, ni de su
mensaje, ni de las curaciones: “¡Fuera de la Iglesia no hay salvación!”.
Conclusiones
-
Es
este último modelo que va a perdurar durante 16 siglos y se va a
imponer a toda América Latina con la conquista española.
-
El
Concilio Vaticano 2º (hace 50 años - papa Juan 23) pone fin a la
cristiandad y nos reabre a Jesús histórico, su mensaje, su práctica, el Reino,
la Iglesia de los Pobres…
-
En
América Latina, el cambio viene de la reunión de los obispos latinoamericanos
en Medellín,
Colombia, en 1968, confirmada por la de Aparecida, Brasil, en 2007.
-
La teología
de la liberación recoge la experiencia de los cristianos pobres de las
Comunidades Eclesiales de Base de toda América Latina: espiritualidades
propias, opción por las causas de los pobres, inculturación del Evangelio,
pluralismo religioso…
-
Las
Comunidades ya vivimos los nuevos modelos de espiritualidades
que necesitan los tiempos actuales.
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