domingo, 4 de marzo de 2012

Folleto 4 (1ª parte): LOS SABIOS ayer y hoy

S A B I D U R Í A   Y   P O E S Í A   D E L   P U E B L O   D E  D I O S
Lectura  sapiencial  y  poética  de  la historia  (1ª parte)



“La Vida es tu Palabra”: Folleto 5. Nueva Loja 2008. PR.



-----------------------------------------------------------1ª parte

CONTENIDO

Presentación e Introducción general

1.       Los Salmos: Introducción. Guía 1.

2.       Los Proverbios: Introducción. Guías 2 a 4.

3.       Job: Introducción. Guía 5 a 7.

4.       Eclesiastés: Introducción y Guías 8 a 10

5.       Cantar de los Cantares: Introducción y Guías 11 y 13.



--------------------------------------------------------------------------2ª parte

6.       Sirácides: Introducción y Guías 14 a 17.

7.       Sabiduría: Introducción. Guías 18 a 20.

8.       Novelas Populares: Introducción. Guías 21 a 23.

Anexos: 1. Unos 6 temas sobre Génesis 1-8. 2. Los Libros Sapienciales.





 P R E S E N T A C I Ó N.



                Ya conocemos 4 folletos de esta colección ‘La Vida es tu Palabra’: el primero sobre la presentación de la Biblia, el segundo sobre la ‘Formación del Pueblo de Dios’ y el tercero sobre la ‘Lectura Profética de la Historia’.

                Ahora vamos a conocer y saborear la ‘Sabiduría y Poesía del Pueblo de Dios’. Digamos, de entrada, que la Sabiduría del Pueblo de Dios está esparcida en toda la Biblia. Fue recogida como un tesoro precioso en el que se condensan las lecciones que da la vida. En el recorrido de este folleto, vamos a prestar una mayor atención a los libros que llamamos ‘Sapienciales’ en general. En ellos se recoge de una manera más sistemática lo que el Pueblo de Israel fue aprendiendo, a lo largo de los siglos, de su vida, de su historia, de sus experiencias. Su sabiduría surgió de lo aprendido en la casa y el trabajo, en el campo y la ciudad, en las alegrías, las dificultades y las desgracias, en su fe y en sus errores. Es toda una historia de sueños y belleza, coraje y fortaleza, pero también de dolor, peligros, miseria…

                En todo esto se nos muestra la presencia y acción de Dios que se manifiesta al interior de las personas, los Pueblos y las culturas. Pues la sabiduría de Dios se manifiesta en todos los Pueblos, y la gracia de la Biblia es haber recogido también la de sus vecinos. Es una invitación para nosotros a abrir los ojos y el corazón, por una parte para descubrir esta herencia y, por otra, a reconocer la fuerza de la Sabiduría en todas las culturas de hoy.

                Digamos que, en la Biblia, el ‘corazón de la Sabiduría’ del Pueblo de Israel se encuentra en el libro de los Salmos. Ahí se encierra la esperanza sin límite de quienes tenían la certeza de que Yahvé es el Dios de los Pobres y de todos los que confían en él. En esta parte, la sabiduría se hace diálogo con Dios y oración. Los Salmos son la manifestación orante del caminar del Pueblo de Dios: contienen poesía, ley, historia y profecía.

                Para termina digamos que junto a los libros de los Proverbios, la Sabiduría y los Salmos, vamos a recorrer libros tan sorprendentes como el de Job, hermosos como el Cantar de los Cantares, desconcertantes como el Eclesiastés y el Sirácides. Hallaremos también ‘Novelas Populares’ como Job, Rut, Judit, Jonás… llenas de fantasías y de enseñanzas.

                Conociendo mejor la fuerza de la sabiduría del Pueblo de Dios en la Biblia, podremos palpar los caminos de la sabiduría como Pueblo de los Pobres, llamados a abrir nuevos horizontes de vida y de fraternidad.







 I N T R O D U C C I Ó N   G E N E R A L.





                Bienvenidas y bienvenidos en esta caminata fascinante y enriquecedora por los senderos de la Sabiduría: sabiduría del Pueblo de Israel, sabiduría de Dios, sabiduría de nuestros Pueblos y sabiduría nuestra. Hoy nos sentimos asediados por un sinnúmero de mensajes y mentadas sabidurías, que a veces nos ayudan y a veces nos confunden. Frente a tantas novedades, corremos el riesgo de perder nuestras raíces y ser llevados sin rumbo como la hoja presa de la turbulencia de los vientos. Más que nunca necesitamos de espiritualidad: esta anida en la sabiduría del pasado y del presente. Es nuestro desafío encontrarla para fortalecer nuestra identidad, nuestra personalidad y nuestra misión como persona y como Pueblo de los Pobres.

                Escuchemos a nuestros Obispos que escribieron en su reunión de Santo Domingo, república dominicana, en 1992: ‘La acción de Dios, a través de su Espíritu, se da permanentemente en el interior de todas las culturas’. El fin de toda evangelización inculturada será siempre ‘la liberación integral de un determinado pueblo o grupo humano, que fortalezca su identidad y confíe en su futuro específico, contraponiéndose a los poderes de la muerte, adoptando la perspectiva de Jesucristo encarnado que salvó al hombre desde la debilidad, la pobreza y la cruz redentora’. Por estas razones, ‘la Iglesia defiende los auténticos valores culturales de todos los pueblos, especialmente de los oprimidos, indefensos y marginados ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna’ (243).





UNA CLAVE DE LECTURA PARA LOS LIBROS SAPIENCIALES



A. LEER LOS ‘LIBROS SAPIENCIALES Y POÉTICOS’…

                En este folleto reunido 2 series de libros: los dichos ‘libros sapienciales’ y las ‘novelas populares’.



  1. Los 7 Libros Sapienciales

        Se llaman ‘libros sapienciales’ porque nacieron en un ambiente donde se ‘cultivaba’ la sabiduría. Estos libros son 7: Job con 42 capítulos, los Salmos que son 150, Eclesiastés o Qohelet con 12 capítulos, el Cantar de los Cantares con 8 capítulos, la Sabiduría con 19 capítulos y Sirácides o Eclesiástico con 51 capítulos.

  1. Los 5 Libros Poéticos o Novelas Populares

        Además de los libros sapienciales propiamente dichos, existe una serie de 5 ‘Historias o Novelas Populares’, llenos de poesía y de sabiduría, que tiene su origen en el mismo ambiente. Son los libros de Judit, Ester, Rut, Jonás y Tobías.



B. … ES ENTRAR EN OTRO MUNDO…

                Si, después de leer el Éxodo o Amos, nos ponemos a leer algún libro de Sabiduría, vamos a tener la impresión de entrar en otro mundo. Es como aquel que sale de una reunión parroquial y regresa a su casa, con buenas y malas noticias; encuentra a los vecinos conversando, los niños llorando, su pareja quejándose… Es el mismo mundo pero con situaciones contrastadas.

                Así por ejemplo el libro de los Proverbios: Se parece a una enorme canasta en que un panadero hubiera panes de varias clases sin orden ni preferencia. De hecho la Sabiduría tiene su propia lógica, diferente del historiador, del profeta, del jurista. Entremos un poco en sus particularidades.



C. … UN MUNDO EN EL QUE VALEN OTROS CRITERIOS…

                En Israel, la Ley, la Historia, la Profecía no aceptaban mezclas con la historia y la religión de los Pueblos vecinos: las fronteras eran muy bien definidas. En los Libros Sapienciales, la situación es muy distinta: las fronteras no son muy claras y parecen desaparecer. Enumeremos unas de estas sorpresas:

-          Existen páginas enteras y hasta todo un libro, el del Cantar de los Cantares en que no se nombra a Dios, sino que se habla solamente de las cosas de la vida.

-          En el libro de los Proverbios, los especialistas encuentran textos de los libros de sabiduría de Egipto (22,17 al 23,11), de 2 extranjeros de Arabia: Agur (30,1-14) y Lemuel (31,1-9).

-          En el libro que lleva su nombre, Job no es del Pueblo de Dios: viene de Hus en Arabia (1,1).

-          En el libro de Jonás, son unos extranjeros que enseñan al profeta a rezar (1,5-6).

-          En el libro de Rut, el Pueblo de Belén ruega a Rut, una extranjera también, que ‘sea como Raquel y Lía, las 2 que dieron origen a la familia de Israel’ (4,11).

Alguna razón habrá para que Dios haya querido que estos libros entraran a formar parte de la Biblia. Los sabios de Israel habían descubierto que la misma vida humana encierra la presencia de Dios, que ‘la Vida es Palabra de Dios’. Reconocieron que la sabiduría humana tiene su origen en la sabiduría de Dios y es su reflejo. Esta Sabiduría, presente en todo desde la creación del mundo, llegó a ser usada como criterio, por el Pueblo de Dios, para discernir los signos y llamados de Dios en la vida y la historia.



D. … EN ESTOS LIBROS, NADIE INFORMA CORRECTAMENTE…

                Entonces, no es tan fácil describir las características de estos libros sapienciales y poéticos.

-          En la traducción griega de la Biblia, llamada ‘de los Setenta’, se los llama ‘Libros Poéticos’.

-          En la traducción latina, dicha de ‘la Vulgata’, son llamados ‘Libros Didácticos’.

-          La Biblia hebrea los llama simplemente ‘Escritos’.

-          Las traducciones católicas los llaman ‘Libros Sapienciales’.

-          En traducciones de los Protestantes no tiene título particular …

Parece que es más fácil decir lo que estos libros no son: ni históricos, ni proféticos, ni legislativos. Se los califica de ‘sabiduría, enseñanza, poesía, revelación,…’, sin mayor claridad. Han de ser todo esto a la vez.



D. … PERO, EN ELLOS, EL PUEBLO SE SIENTE CÓMODO…

                El libro Qohelet se llama ‘Eclesiastés’ o sea ‘del que habla a la Comunidad’. Al Sirácides se le dice también ‘Eclesiástico’, 2 palabras que tienen el mismo origen que ‘Iglesia’. De hecho, fue muy usado por las Comunidades Cristianas, en todos los tiempos: el Pueblo sencillo se reconocía en estos libros porque le hablaban al corazón y tocaban los problemas de su vida.

                En nuestras Comunidades, después de reconocer la importancia fundamental del Éxodo y de los libros proféticos, estamos redescubriendo el valor indispensable de los libros de sabiduría. El compromiso hasta el martirio de tantos profetas latinoamericanos, conocidos y desconocidos, nos ha llevado a desvelar la espiritualidad que nos habita: está en la matriz de nuestra sabiduría como Pueblo de los Pobres. Muchos dichos, por ejemplo, de los libros de los Proverbios y del Eclesiastés, se parecen a las frases inscritas en los buses del campo y en los camiones de carga. Los poemas del Cantar de los Cantares sorprenden a los enamorados de hoy. Las reflexiones del Sirácides y de Job son las de nuestros ancianos y sabios de nuestro Pueblo sencillo y empobrecido. Un tesoro grande y misterioso está escondido en estos libros: nos hablan al corazón más que a la inteligencia.



E. … Y SE NECESITA MUCHA ATENCIÓN A LA HORA DE INTERPRETARLOS

                Frente al interés que vienen suscitando estos libros sapienciales y poéticos, se necesita prudencia, reflexión y oración para no equivocarnos en su interpretación. Reclaman nuestra atención y exigen de nuestra parte saber escuchar cómo los interpretan las gentes más sencillas y sabias de entre nosotros.

                Digamos también que la sabiduría existía antes de que unos la escribieran y la definieran. Antes de que nacieran los profetas, la sabiduría era parte del Pueblo de Dios, el Pueblo de los Pobres. Podríamos decir que la Profecía cayó en el gran lago de la Sabiduría, formando grandes círculos que cubrieron toda su superficie. Pero, en lo hondo, continuaron la sabiduría y la espiritualidad del Pueblo. Las se fueron mezclando y enriqueciendo hasta llegar a Jesús y a nosotros.

                Aquí en América Latina, la Sabiduría existía antes de que llegaran Cristóbal Colón, los sacerdotes y las religiosas de nuestra Iglesia católica. Todavía a más de 500 años, poco sabemos de la Sabiduría de la Civilizaciones y Religiones Indígenas. En 1992, nuestros Obispos nos provocaron a emprender una evangelización inculturada: nos llamaron para reexpresar ‘la liturgia, el Evangelio, la fe cristiana y la Iglesia’ a partir de las expresiones simbólicas y las culturas nativas. ¡Menuda tarea desde las Sabidurías de nuestros Pueblos!

Por todas estas razones, mucho tenemos que aprender de la Sabiduría expresada en la Biblia y de la Sabiduría escondida en nosotros y nuestro Pueblo para enfrentar los desafíos y las opresiones actuales. Dios nos está esperando para continuar siendo su Pueblo, su Palabra y su Reino, desde nuestra realidad y sus muchos valores.







 C A P Í T U L O   1 :   E L   L I B R O   D E   L O S   S A L M O S.





A. EL RÍO DE LOS SALMOS: DE LAS FUENTES AL MAR

                El libro de los Salmo es el más extenso de la Biblia. Aun así, sólo una parte de los Salmos están en ese libro. La otra parte está repartida en la Biblia entera tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo.

                Se piensa que se comenzó a escribir colecciones de Salmos en varios lugares del país, desde el rey David hasta la época de los Macabeos. Existen Salmos anteriores a esta época, como por ejemplo los Cánticos de Moisés y Myriam (Éxodo 15,1-21) de Ana la madre del profeta Samuel (1 Samuel 2,1-10). Otros Salmos fueron compuestos después del libro de los Salmos: es el caso del canto de María, la madre de Jesús (Lucas 1,46-55), de Zacarías, el padre de Juan Bautista (Lucas 2,29-32), y de unas oraciones de San Pablo.

                La oración de los Salmos es como el agua de un río: recorre y fertiliza la historia del Pueblo de Dios, desde sus comienzos hasta el final. Vamos a seguir el curso de este gran río de los Salmos, desde las fuentes hasta el mar. Vamos a mirarlo desde 10 ventanas para entender mejor a los Salmos.



  1. La naciente

        La naciente es el lugar donde está todavía adentro de la tierra, en las cabeceras del río. La naciente del río de los Salmos es la experiencia de Dios en las contradicciones de la vida. Es la convicción de que Yahvé, el Dios vivo y liberador, está presente en la vida y nos escucha cuando le rezamos. Es la certeza de que Dios escucha el clamor de su Pueblo necesitado. En los Salmos podemos descubrir:

-          La experiencia de Dios contenida en cada uno,

-          La relación de esta experiencia de Dios con las alegrías, las tristezas, toda la vida del Pueblo,

-          La expresión de fe que brota de los Salmos: se dirige uno a Dios porque Dios escucha,

-          Los gritos más frecuentes son los de alegría y de dolor.

Los Salmos nos invitan a verificar lo que hoy lleva el Pueblo a gritar y cómo expresa su fe de que Dios oye su clamor.



  1. Las fuentes

        Las fuentes son los lugares en que el agua sale de la tierra y comienza a correr. Las fuentes del río de los Salmos son las motivaciones que llevaron al Pueblo a rezar. Cada salmo tiene su motivación. Algunas aparecen con mayor frecuencia. Hoy mismo, las mismas motivaciones está al origen de nuestras oraciones y revelan así la afinidad de los Salmos con nuestra vida. He aquí algunos de los motivos que aparecen con más frecuencia en el libro de los Salmos y que, a veces, se entremezclan en un mismo salmo.



a). La historia. Son muchos los salmos que cantan el pasado del Pueblo.

b). El conflicto entre fe y realidad. Es un conflicto frecuente que provoca una crisis de la fe.

c). El sufrimiento. La mayoría de los Salmos nacieron del sufrimiento.

d). La ley de Dios. ‘Felices los íntegros que caminan en la Ley del Señor’ (119).

e). Las fiestas populares. ¡Cuántas fiestas! Desde la siembra hasta la cosecha, las 3 grandes fiestas del año.

f). La búsqueda de la presencia de Dios. ‘¡Oh Dios: tú eres mi Dios! Desde el alba te busco con ansiedad’ (63).

g). La nostalgia. Tanto en el exilio como en la dispersión.

h). La penitencia. La historia del Pueblo enseña que el perdón de Dios es mayor que el pecado (106).

i). La naturaleza. ‘¡Qué admirable es tu nombre por toda la tierra!’ (8).

j). La esperanza. La esperanza es lo último que se pierde.



Hoy la oración y el estudio de los Salmo nos permiten:

-          Descubrir las motivaciones que están al origen de cada uno de ellos,

-          Examinar la influencia que tienen en la vivencia de la fe del Pueblo,

-          Comprobar cómo estas mismas motivaciones están presentes hoy en nuestras oraciones.



  1. Los surcos

        Los surcos son los pequeños lechos que el agua va formando al salir de la tierra. Los surcos que alimentan el río de los Salmos son los géneros literarios. Los géneros literarios indican la manera que tiene el Pueblo de expresarse en la oración. Ellos canalizan el agua de las fuentes. He aquí en intento de clasificación:



-          Himnos: Alabanzas, Salmo de la realeza del Señor, Cánticos de Sión.

-          Salmos individuales: Súplica, Acción de gracias, Confianza.

-          Salmos colectivos: por los mismos motivos.

-          Salmo de realeza: para el rey.

-          Salmos didácticos: Liturgias, Exhortaciones proféticas, Históricos, Sapienciales.



Cada uno de los géneros literarios tiene características que nos revelan algo sobre la forma de rezar de la gente de aquel tiempo. Para comprender su alcance, conviene relacionarlos con nuestros géneros literarios actuales, como las bendiciones, los lamentos, los arrullos,… y nuestros modos musicales, como el vals, el bolero, el sanjuanito… Cada uno de estos géneros literarios y modos musicales revelan algo sobre nuestra manera de ser, de creer, de rezar, de cantar, de hacer fiesta.

Hoy para nosotros, vale la pena profundizar:

-          Las características de los géneros literarios y los modos musicales utilizados,

-          Las ocasiones en que se utilizaban estos géneros literarios y modos musicales,

-          Las prácticas actuales que expresan el sentimiento religioso popular, con sus géneros literarios y modos musicales.

-          El rostro de Dios que se esconde y se revela en todas esas expresiones religiosas.



  1. El río

        Río es la corriente que se forma con el agua proveniente de los surcos; recorre y riega cuántas extensiones de tierras. El río de los Salmos es la oración que recorre y riega la historia del Pueblo. Los Salmos son el lado orante de la historia del Pueblo.

        Algunos momentos y ciertas actuaciones del pasado se recuerdan con mayor frecuencia y sirven como fuente de inspiración, como son: la Creación (104), el tiempo del Éxodo (105 y 114), el tiempo de los reyes con sus fiestas (bodas 45, coronación 21, proyectos 101, guerras 20), la destrucción del Templo (74; 79; 80), la dispersión después del Exilio (44), …

Para nosotros hoy, será instructivo conocer:

-          Qué acontecimientos de la historia se recuerda en los Salmos,

-          La manera que tenían los Salmos de actualizar estos acontecimientos y transformarlos en fuente de inspiración para la oración,

-          Las formas actuales de celebrar nuestra historia personal, la de nuestra Comunidad, del país, del continente,



  1. El barco

        Sobre el río, el barco recibe, carga y protege a las personas, y las lleva hasta el puerto de destino. En el río de los Salmos, el barco es todo lo que da identidad a las personas y las protege; es la Comunidad, que lleva a los individuos y los grupos; es la situación en que el Pueblo se encuentra y se anima a rezar; son las generaciones que se suceden a lo largo de la historia, transmitiendo su fe, su esperanza, su amor, su búsqueda de Dios, su voluntad de seguir adelante y de luchar por una convivencia humana más justa.

        En los Salmos, se hace visible la situación de la Comunidad y del Pueblo: la situación económica, social, política e ideológica. Aparecen sus crisis, sus luchas, sus sufrimientos. Sale a relucir la fe, la esperanza, el amor y el desamor, las tradiciones.

        El conocimiento de aquellas situaciones nos ayuda a relacionar los Salmos con nuestras situaciones actuales: en la situación conflictiva, triste o feliz de aquel tiempo reconocemos algo de lo que nos está pasando hoy. Al leer los Salmos, es importante preguntarse:

-          Cuál es la situación de la gente que aparece el tal salmo,

-          Qué conflicto o qué alegría se detecta en ese salmo,

-          Qué mensaje se daba en aquella situación,

-          Cuál es el mensaje que se nos sugiere para hoy.



  1. El itinerario de los peregrinos

        En los Salmos, aparece no sólo la marcha del Pueblo, sino el itinerario personal de cada peregrino y del Pueblo en general, hacia Dios. No solamente es un Pueblo que reza los Salmos, es también cada persona de este Pueblo. Por eso, gran parte de los Salmos están formulados en la primera persona del singular (3; 4; 5; 6…). Es el individuo quien reza y presenta delante de Dios su situación personal y la de su Pueblo. En tiempo de Jesús, todos los Judíos sabían los Salmos de memoria.

        Las lamentaciones individuales, en particular, nos muestran que las luchas personales y las del Pueblo forman una sola unidad. Las 2 son importantes y se entrelazan para un enriquecimiento mutuo. ‘El Pueblo de Dios en el desierto andaba. También soy tu Pueblo, Señor,…’

Hoy es necesario descubrir:

-          El itinerario y las etapas del camino que lleva hacia Dios: la alegría del llamado, el entusiasmo de la primera respuesta, la dureza del camino, la oscuridad de la crisis, el sufrimiento de la persecución, el dolor de las purificaciones, la noche oscura de la travesía y la paz de la llegada,

-          El aporte de los Salmos para nuestra espiritualidad de ahora.



  1. Los remos

        Los remos son la fuerza que mantiene el barco en movimiento. En el río de los Salmos, la Alianza es la fuerza que mantiene al Pueblo claro en su rumbo: lo lleva a no desistir del viaje. Es la voluntad de vivir el compromiso con Dios y como Pueblo.

        La Alianza es una iniciativa gratuita del amor fiel de Dios que, siempre de nuevo, sorprende a su Pueblo y lo convoca a recomenzar, a pesar de las fallas e infidelidades. La Alianza es también la voluntad del Pueblo de ser fiel a Dios. Es el compromiso de observar la Ley afín de vivir como Pueblo de Dios. La Alianza es el corazón de Dios y del Pueblo de Dios. Los Salmos son el electrocardiograma que dibuja las pulsaciones de este corazón a lo largo de la historia.

        Por ejemplo, hay salmos que llevan a meditar la Ley de Dios (1), recuerdan que es instrumento de la Alianza con sus exigencias (15), manifiestan la confianza del salmista en Yahvé (4), su presencia en Jerusalén (46). De ahí nace el valor de gritar y la seguridad de ser atendido (77). La trasgresión de la Alianza conduce al juicio y a la condenación (50).

Al analizar los Salmos:

-          Se verifica los diversos aspectos de la vivencia de la Alianza: la gratuidad del amor fiel de Dios, la respuesta del Pueblo, las tentaciones y crisis del proceso, el equilibrio entre observancia y gratuidad, entre lucha y fiesta, eficiencia y santidad, fe y política.

-          Se verifica también nuestra propia práctica de la Alianza y del crecimiento del Reino en sus diversos aspectos.



  1. El piloto

      El piloto orienta el barco y lo conduce a salvo hasta los diques del puerto. En el río de los Salmos, el piloto que orienta el barco, es Jesús. A partir de su vida, sus enseñanzas, el barco enderezó definitivamente el rumbo adecuado hacia el puerto. La pasión, muerte y resurrección de Jesús son las claves de lectura que nos revelan el sentido profundo de los Salmos y nos ayudan a rezarlos como nuestra propia oración.

      Jesús utilizó muchos Salmos para transmitir su mensaje (el 37 en Mateo 5,4; el 126 en Mateo 5,5; el 24 en Mateo 5,8), criticar a sus adversarios (el 118 en Mateo 21,42. Rezó los salmos en la última cena (Mateo 26,30), en el huerto de la Pasión (el 42 en Mateo 26,38) en la cruz (el 22 en Mateo 15,34) y en la hora de su muerte (el 31 en Lucas 23,46),…

      Los primeros cristianos encontraron un nuevo sentido a los Salmos por aplicarlos a Jesús: ‘Tú eres mi hijo: hoy te he engendrado’ (el 2 en Hechos 1,5; 5,5 y 13,33). Rezando los Salmos como los rezó Jesús, los primeros cristianos provocaban en sí mismos los mismos sentimientos que animaban a Jesús, y se identificaban con él (Filipenses 2,5). El libro de los Salmo es uno de los libros de la Biblia más citado en el Nuevo Testamento: ¡87 veces!

Vale la pena comprobar:

-          Cómo se utiliza los Salmos en el Nuevo Testamento,

-          Cómo se los lee a la luz de Jesús y se los presenta a las Comunidades,

-          Cómo los utilizamos personalmente y como se los reza en nuestras Iglesias.



  1. El puerto

        El puerto es el lugar donde el viajero alcanza el objetivo de su viaje. El puerto del río de los Salmos, en donde el Pueblo y los peregrinos quieren atracar, es la realización de la Alianza, es la observancia perfecta de la Ley de Dios, es el Reino que Jesús vino a implantar. Este ideal está presente en los Salmos. En ellos aparecen los proyectos del Pueblo, meditados delante de Dios en oración: proyecto de abundancia (72,16), de libertad frente a los opresores (72,12-13), de justicia (58), de fraternidad (133), de paz (120),…

Para nosotros, notemos en los Salmos:

-          El contenido concreto de la esperanza que animaba al Pueblo,

-          El proyecto alternativo al poder opresor que orientaba el camino del Pueblo,

-          La colaboración de Dios en la realización de este ideal,

-          Los deseos que asumimos para construir el Reino de Dios.



  1. El mar

        El mar es donde el río desemboca, volcando en él sus aguas por siglos y siglos, sin que el mar se desborde. El mar en que desemboca el río de los Salmos, es Dios. En él se encuentra, se multiplica, se hace inmenso, fuerte, bello. En los Salmos aparece el rostro de Dios. Dejan entrever la experiencia que el Pueblo tuvo de él y lo que significaba para ellos. Revelan también el amor del Pueblo hacia Dios.

        La mejor manera de comunicar una experiencia es a través de imágenes y comparaciones. Son el recurso normal del Salmista para comunicar el misterio de Dios y de la vida. Las comparaciones son muchas: ‘Roca, fuerza, Salvador, Fortaleza, Abrigo, Peña, Escudo, Torre, Refugio’. Y todo esto en 2 versículos del salmo 18 (2-3).

Detengamos en las comparaciones utilizadas en los Salmos:

-          Hagamos una lista y busquemos su origen,

-          Descubramos los rostros de Dios revelados en los Salmos,

-          Miremos cómo el Pueblo tomó conciencia de quién es Dios,

-          Apliquemos todo esto a nuestra propia experiencia.

Estas son las 10 ventanas que abrimos sobre el libro de los Salmos: son 10 pistas de estudio para penetrar más a fondo no sólo de los Salmos, sino sobre todo de nuestra propia, vida, fe y espiritualidad. No es primero la lectura que nos hace entrar en el sentido de los Salmos, sino nuestra propia experiencia adquirida anteriormente en la vida diaria.



B. ORIGEN Y FORMACIÓN DEL LIBRO DE LOS SALMOS

                Al origen de cada salmo hay un salmista, un poeta, un creyente. En el origen de los salmos está la Comunidad, el Pueblo. El Pueblo se reconocía en los salmos porque eran la expresión de su fe, de su vida. Por eso los cantaba, los guardaba en su memoria, los meditaba. El libro de los Salmos se formó juntando estas oraciones, estos himnos, estas plegarias, tal como hacemos en nuestras Comunidades juntado los cantos que expresan nuestro sentir. Veamos algunos aspectos de este proceso.



  1. Un proceso de formación de casi mil años

        Unos salmos vienen del tiempo de David (1000 aC.). Otros son más recientes; los últimos son probablemente de la época de los Macabeos (160 aC.), como por ejemplo el salmo 144. De esta manera, la formación del libro de los Salmos duró casi 1000 años. No siempre es posible saber la época en la que tal salmo fue escrito. Tiene esto algo positivo: vale para todas las épocas.



  1. Son oraciones que provienen de todos los lugares

        Algunos salmos reflejan el ambiente de la ciudad, como el que habla de ‘centinela nocturno’ (130). Otros hablan del campo, como aquel que utiliza la comparación del arado que pasa por la espalda del torturado (129). Unos nacieron en Palestina (122), otros en Babilonio durante el exilio (137).

        Sucede como hoy: por la letra o la música de las canciones, uno consigue reconocer de dónde provienen. Los estudiados descubren el origen de varios salmos por la manera de nombrar a Dios. Pero, es difícil ubicarlo exactamente a todos.



  1. El contexto de muchos salmos es la oración de los pobres

        Antes de la reforma del rey Josías (622 aC.), existían muchos santuarios pequeños dispersos por todo el país (2 Reyes 23,8 y 19). Cada uno recordaba unos hechos de la historia del Pueblo; la gente venía allí a dar gracias, pedir perdón, hacer sus peticiones, cumplir sus promesas, y los sacerdotes la acompañaban (Deuteronomio 26,1-11). Así la historia de Ana, madre del profeta Samuel: ‘Soy una mujer sufrida. Estoy desahogando mi corazón ante el Señor’ (1 Samuel 1,15). Fue en ese ambiente de los santuarios, centros de oración y peregrinación, donde nacieron muchos salmos, varias colecciones. Como son anónimos, se los atribuyó luego a David.



  1. David como autor de los Salmos

        La Biblia griega del tercer siglo atribuyó a David 82 salmos. En tiempos de Jesús se les atribuía todos. Esto pasó porque en tiempos del rey Josías se ensalzó mucho la personalidad del rey David. De esta manera, los sacerdotes del templo de Jerusalén justificaban su autoridad y exclusividad. El Pueblo comenzó a esperar un Mesías ‘como el rey David’, que restableciera el derecho de los pobres (72; 78; 89; 132; 144). El libro de las Crónicas, escrito después del exilio, al hablar de David, omite sus pecados. El rey David se transformó en un modelo de fe y de justicia. Al retomar los salmos estos temarios, se llegó a atribuirlos todos a David.



  1. Existieron varias colecciones de Salmos

        Al mirar de cerca el libro de los Salmos, se parece a una colcha de retazos, hecha de pedazos desiguales. Si prestamos atención a los títulos de los salmos, descubrimos que:

-          Los autores son David, los hijos de Coré, Asaf,

-          Unos comienzan con ¡Aleluya!, y otros son cantos de peregrinación,

-          Pero en un orden entreverado y a veces con repeticiones.

Esto nos hace pensar que el libro de los Salmos reunió a varias colecciones que se pusieron seguidamente una tras la otra.



  1. El templo de Jerusalén y la oración de los Salmos

        El templo de Jerusalén, sobre todo después del exilio (538 aC.), llegó a ser el centro de la vida y de la fe de todo el Pueblo judío. Pero, ejercía una función ambivalente: Era, al mismo tiempo, ‘casa de oración’ (Isaías 56,7) y ‘cueva de ladrones' (Jeremías 7,11 y Lucas 19,46). Construido por el rey Salomón, hijo de David, se usó para legitimar un poder opresor contra el Pueblo. Pero también, en él se celebraban las grandes fiestas que daban identidad al Pueblo: la Pascua, Pentecostés, los Tabernáculos, los Ácimos,… (Éxodo 23,14; Deuteronomio 26,1-11; Salmos 42, 68; 120-134). Cada judío tenía el deseo de encontrarse en el templo, ‘ahí donde él vivía’ (27 y 84). Al mismo tiempo, los salmos ponían las condiciones para este encuentro con Dios (15 y 24). El templo era el mayor lugar de la oración de los Salmos.



  1. Los 5 libros de los Salmos: el lado orante de la Ley de Dios

        Dentro del libro de los Salmos, se dan 4 grandes interrupciones, señaladas por un mismo refrán: ‘Bendito sea el Señor, Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén, amén’. Estas 4 interrupciones conforman las 5 partes del libro de los Salmos: Del 1 al 41, 42 al 72, 73 al 89, 90 al 106 7 107 al 150. Esta división imita al Pentateuco que tiene los 5 primeros libros de la Biblia. El redactor final quería presentar el libro de los Salmos como si fuera el lado orante de la Ley de Dios.



  1. La confusa numeración de los Salmos

        En un tiempo, los católicos seguíamos la numeración de la Biblia griega; los protestantes se fijaban en la Biblia hebrea. Desde algunos años, nos estamos dirigiendo por la Biblia hebrea lo que es mejor fidelidad histórica y signo de ecumenismos. La confusión respecto a la numeración proviene de un error que se hizo cuando se tradujo la Biblia del idioma original hebreo al idioma griego, por los años 250 aC. Por ejemplo, el traductor unió el Salmo 9 y 10, luego separó el 147. Muchas Biblias tienen las 2 numeraciones.



  1. Limitaciones y defectos del libro de los Salmos

        Inspirado por Dios, el libro de los Salmos manifiesta lo que es el ser humano con sus grandes capacidades y con sus defectos. Como toda palabra humana, este libro tiene sus limitaciones y defectos:

-          Desde el punto de vista literario, hay salmos que son verdaderas obras de arte, y otros no.

-          Algunos salmos están animados por fuertes deseos de venganza y les falta sentimientos de perdón (58; 69; 109). Otros revelan cierta autosuficiente de quien se presenta delante de Dios con su propia justicia (7 y 26). Y otros se encierran en un nacionalismo que no ve más allá de su grupo o raza (60).

-          Los Salmos desconocen la fe en la resurrección. Por eso es bueno rezarlos a la luz de Jesús resucitado y vivo entre nosotros. Tampoco conocen la vida trinitaria de Dios, mensaje propio a Jesús. Por eso hay que conservar la tradición de terminar los Salmos con la invocación: ‘Gloria al Padre, al Hijo…’.



Gracias a los Salmos, el ser humano se abre y se revela delante de Dios mediante la oración. Mucho tenemos que aprender de esta forma de rezar. No quita que bien podemos completarla por los muchos salmos que existen en el Nuevo Testamento. Así se completa la pedagogía de Dios que nos ayuda a entrar en el lado orante de la vida y de la lucha diaria.



C. CLAVES  DE  LECTURA

Cuando se terminó de redactar el libro de los Salmos, mucha ayudó en la vida del Pueblo como manual de oración y libro de canto. Hoy, los Salmos siguen muy utilizados en la oración de los cristianos y las celebraciones de la Iglesia.



  1. Ayer

-          Conservó la memoria porque recuerda los hechos significativos del Pueblo hebreo,

-          Educa al Pueblo porque trae las grandes propuestas de los profetas y de los sabios,

-          Refuerza la fe porque invita a un contacto más íntimo con Dios,

-          Anima a seguir adelante porque profundiza el compromiso de la Alianza.



  1. Hoy, para aprovecharlo bien, he aquí unas claves de lectura. Tengamos bien claro que el libro de los Salmos:

-          Es el lado orante del camino que hace el Pueblo de Dios, porque en él hay historia, profecía y sabiduría.

-          No sólo muestra la manera de rezar del Pueblo, sino que nos ofrece un modelo de cómo rezar hoy. Hay salmos para todas las situaciones de la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte.

-          Quiere provocar a la creatividad y llevarnos a inventar nuevos salmos, nuevas oraciones: Salmos, hay esparcidos por toda la Biblia, y todas las Comunidades e Iglesias.

-          Se parece a una muleta: ayuda en tiempos de crisis y en situaciones de abandono. En la hora de la muerte, Jesús encontró ahí su oración. Pero no nos impide abrir nuevos caminos de oración, profecía y sabiduría para nuestros tiempos.





ENCUENTRO 1: LUCHA Y FIESTA, EFICACIA Y GRATITUD



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Con la lectura y meditación de los Salmos entramos en la experiencia de oración del Pueblo de Jesús, de Jesús mismo y todo nuestra Iglesia. Es una oración que siempre parte de la vida cotidiana. Que nuestras reuniones nos ayuden en nuestra manera de rezar y nuestro compromiso por el Reino.

                Hay 2 momentos están siempre presentes en nuestra vida: la lucha y la fiesta, o sea la eficacia y la gratitud. Son también los 2 polos de la oración. Los salmos 1 y 150 que vamos a profundizar hablan, el primero, de práctica de la justicia y de lucha contra el impío, y el otro, de fiesta danza y alegría. En el monte Tabor, lugar de la transfiguración de Jesús, se querían quedar los apóstoles y Jesús les invitó a ‘subir a Jerusalén’ para ir hasta el final de su compromiso. Para Jesús, rezar era parte de la caminata, no la única, pero siempre unida a su misión. Que esta reflexión nos ayude a mantener las 2 dimensiones de la vida: la lucha y la fiesta, la eficacia y la gratitud.



Diálogo inicial: Nuestra experiencia de oración.

  1. Cuando rezamos personalmente o en grupo, ¿cuáles son las formas y el contenido de nuestras oraciones?
  2. ¿Cuándo es nuestra oración de alegría y acción de gracias?
  3. ¿Y cuándo es nuestra oración de petición o compromiso?

Palabra de Dios. Nuestra vida es de lucha y fiesta, de eficacia y gratitud.

Leamos los Salmos 1 y 150, y luego dialoguemos.

  1. ¿De qué hablan cada uno de estos salmos?
  2. ¿Cuáles son las palabras claves que se utilizan tanto en el uno como en el otro?
  3. ¿Qué rasgos de Dios aparecen en estos 2 salmos?

Hoy nosotros:

  1. ¿Cómo nos ayudan estos 2 salmos para nuestra práctica de la oración?
  2. ¿En que nos ayudan estos 2 salmos en el cumplimiento de nuestra misión de cristianos?

Oraciones comunitarias. Terminar con la oración de los 2 salmos, concluyendo cada uno con el ‘Gloria al Padre,…’. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          Leer los capítulos 10 y 11 del libro de los Proverbios y

-          Encontrar unos 10 proverbios actuales que tengan más o menos el mismo sentido que los de estos 2 capítulos.



Comentario 1: LOS 2 POLOS DE LA ORACIÓN



                El libro de los Salmos se parece a una gran hamaca en la que el Pueblo descansa después de un largo camino y se repone de los sufrimientos y dolores. Es el lugar donde recobra fuerza para continuar la lucha. La hamaca de los salmos está colgada de 2 ganchos bien sólidos; están en las 2 puntas: el Salmo 1 y el Salmo 150. En estos 2 salmos aparece el punto de partida y el de llegada de la oración. Ellos revelan la tensión que existe entre las motivaciones profundas que nos llevan a rezar. El salmo 1 habla de los 2 caminos que representan los 2 tipos de conducta humana. También se refiere al cumplimiento de la Ley del Señor. El salmo 150 habla de alabanza y de fiesta total. Son los 2 polos de la oración.



  1. El Salmo 1: Eficiencia y lucha

        El salmo 1 indica el punto de partida de la oración. Es el salmo de los 2 caminos. Colocado al comienzo del libro, sugiere lo siguiente: quien desea tener una vida de oración, tiene que realizar una elección bien clara entre el camino de los justos y el de los pecadores (v. 6). Debe decidirse firmemente a vivir conforme a las exigencias de la Ley de Dios.

        Al comienzo del libro de los Salmos, la oración se define como ‘meditar la Ley del Señor día y noche’ (2). Esta meditación se realiza en función de la elección entre el bien y el mal, y de la lucha por la justicia contra la injusticia. La oración es el medio que ayuda a las personas a romper con la injusticia y a mantenerse en el rumbo de la Ley de Dios (1-2). El objetivo de la oración es ‘producir buenos frutos en tiempo oportuno’, como un árbol frondoso y siempre verde plantado junto al río (3 y Jeremías 17,8).

        Así, en el comienzo del libro de los Salmos, o sea, al inicio de la marcha del Pueblo de Dios, está la preocupación por la observancia de la Ley, por la eficacia de la acción, mediante la práctica de la justicia. Esta preocupación es uno de los 2 ganchos donde se sujeta la hamaca de los Salmos. Su influencia recorre todos los Salmos, del primero al último, hasta el salmo 150.



  1. El Salmo 150: Gratitud y fiesta

        La oración no es sólo un medio para alcanzar un fin. Es también el propio fin que se quiere alcanzar: es una muestra gratis del final, o sea, de la fiesta total. De esto habla el salmo 150. Describe, como en un panel luminoso, el punto de llegada del camino de la oración. Al final de libro de los Salmos, la oración se describe como alabanza y fiesta. ‘¡Aleluya! ¡Que todo ser viviente alabe al Señor! (v.1 y 6).

Con frases cortas y claras, el salmo indica el lugar y el motivo de la oración o alabanza:

-          Es el templo del Señor (1), ahí donde reside Dios, en el Santo de los Santos, allí donde la Comunidad se reúne delante de él.

-          Es el firmamento (1), que revela la presencia de Dios como creador.

-          Es la historia, o sea, en las hazañas (2), lugar donde Dios se manifiesta como liberador, a partir de las maravillas que hizo con su Pueblo. Comunidad, Naturaleza e Historia son las 3 expresiones de su ‘inmensa grandeza’ (2).

        El salmo nos invita a todos, sin distinción, a participar de la alabanza (6), y enumera los instrumentos que deben usarse para tal fin (6). Todos tienen que entrar en la danza (4). En este panel luminoso que describe el punto final de la oración y de la historia, la humanidad aparece como un conjunto alegre y animado, cantando y danzando en una eterna alabanza.

        Así, la oración termina en alabanza y la historia en fiesta. La gratitud explota en un canto universal: ‘¡Que todos alaben al Señor!’ (6). Éste es el otro gancho en el que está colgada la hamaca de los Salmos. También su influencia recorre todos los salmos: llega hasta el otro extremo, el salmo 1. Es el gancho de la fiesta, la gratitud y la gratuidad. El único objetivo será éste: Estar ahí con Dios en una oración amiga y gratuita para cantar, alabar y agradecer. Aquí la oración no es un medio, sino el punto final, el final feliz: la fiesta.

        Recostado en la hamaca de los Salmos, el Pueblo tiene los pies en dirección del salmo 1, y la cabeza y el corazón en dirección del salmo 150. Toda oración es al mismo tiempo medio y fin, observancia y gratuidad, petición y alabanza, conversión y agradecimiento, compromiso y amistad, salida y llegada, ley y gracia, lucha y fiesta.



  1. Los 2 peligros que amenazan la oración

        Éste es el peligro que amenaza constantemente a la oración: creer que basta un solo gancho para alimentar la marcha de la gente. De esta manera, la hamaca deriva y se cae.

-          El primer peligro es creer que la oración, la alabanza y la celebración no valen para animar la lucha del Pueblo, que sólo la programación y la acción sirven para lograr algún resultado de cambio y de transformación. Esto conduce al voluntarismo y al fanatismo, lo cual excluye la acción de la gracia de Dios, elimina el valor de la fiesta y hace que las personas se cierren en sus propias ideas.

-          El segundo peligro es creer que la oración consiste sólo en alabanza, sin relación con los problemas de la vida cotidiana y el compromiso. En este caso, se piensa que Dios actúa solo y lo hace todo, y que nosotros no podemos no debemos hacer nada. La salvación sería don gratuito y unilateral de Dios, y nuestro compromiso no contribuiría para nada en la salvación. Todo esto provoca la pasividad y la indiferencia: deja la historia a la deriva, entregada por nuestra complicidad a la ideología dominante que devasta la historia. De esta manera, todo termina sin que haya lugar ni para Dios no para la persona humana.

Lo normal es encontrar la unión en donde estos 2 riachuelos - la lucha y la fiesta - se entremezclan. Es posible si unimos en cada instante la vida y la experiencia de Dios. Es el desafío mayor que nos quieren ayudar a resolver estos 2 salmos: unir una práctica eficaz de lucha con una experiencia constante de gratuidad y de fiesta.







C A P Í T U L O   2 :   E L   L I B R O   D E   L O S   P R O V E R B I O S





A. INTRODUCCIÓN

                Para entender el libro de los Proverbios, los temas que trata y sus divisiones, tenemos que recorrer un camino histórico de unos 600 años. El libro, tal como aparece hoy, es una obra única que reúne, como en el caso de los Salmos, colecciones menores. Este proceso de coleccionar proverbios tiene su origen, en un primer tiempo, en el trabajo de los funcionarios de la corte de los reyes: estaban interesados en sistematizar las experiencias administrativas de la gente tanto en sus aldeas como en sus casas. Luego, después del exilio en Babilonia, esta tarea fue completada por los escribas y sus escuelas (Eclesiástico 51,23).



  1. Un núcleo central reúne las 3 colecciones más antiguas



a). Proverbios 10,1 - 22,16: Es la ‘primera colección de Salomón’.

b). Proverbios 25-29: Es la ‘segunda colección de Salomón’.

        Estas 2 colecciones se estructuraron en tiempos del rey Josías, con ocasión de la reforma que emprendió (622 aC). Sin embargo, el trabajo de recoger proverbios procede de la reforma anterior, bajo el rey Ezequias (700 aC), según el propio testimonio del libro: 25,1. Los funcionarios de la corte real fueron a buscar la experiencia administrativa de las aldeas para dar solidez a las reformas emprendidas por los reyes. Por supuesto, las actividades de estos funcionarios tenían un fin claramente político: buscaban exaltar la figura del rey como administrador competente (25,2-6).

c). Proverbios 22,17 - 24,22: Es la colección de ‘Las palabras de los sabios’, con el pequeño apéndice llamado ‘Otras sentencias de los sabios’. Esta parte del libro, inserta en medio de las colecciones anteriores, es considerada como la parte más antigua de libro. Esta colección que tiene su origen en las enseñanzas egipcias del sabio Amenemopé (970-930 aC), circulaba en Jerusalén en época del rey Salomón (970-931 aC). Pero, el texto egipcio es mucho más antiguo. Estas máximas y enseñanzas, traídas de Egipto, eran utilizadas para la formación de los funcionarios y burócratas de la corte real de Jerusalén.



  1. Los anexos introducidos después del exilio

        Este núcleo central recibió varios anexos de épocas difíciles de precisar:



a). Proverbios 1-9: Es el prólogo del libro, al que se le da el título de ‘Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel’. Se trata de un largo discurso sistemático mostrando la evolución de la sabiduría como guía del Pueblo de Dios. Tiene la preocupación de atribuir a Salomón todos los proverbios del libro.

b). Proverbios 30,1-14 y 31,1-9: Son 2 colecciones de sabios extranjeros: Agur y Lemuel, que vivían en Arabia.

c). Proverbios 30,15-33: Es una colección de proverbios numéricos, con un estilo propio, que recuerdan nuestras adivinanzas.

d). Proverbios 31,10-31: Es un poema alfabético que hace un elogio de la mujer ideal. Refleja el pensamiento patriarcal, o sea, machista, de la época.

        La reunión final de todas estas colecciones en un libro único se dio por los años 400 aC, durante la reforma emprendida por el sacerdote Esdras, al regreso del exilio.



B. UNAS CLAVES DE LECTURA

                Al leer estas diversas colecciones de proverbios, nos podríamos preguntar: ¿Por qué han encontrado espacio en la Biblia? A fin de cuentas, parece que tratan de cosas sin importancia de la vida cotidiana; pues, raramente tratan de cuestiones teológicas o religiosas.



  1. Jesús nos da la clave de lectura del libro de los Proverbios

        Al mirar más de cerca, estos proverbios nos hablan de valores que, es cierto, no miran directamente a Dios, sino de nuestras relaciones con el prójimo. Ésta fue la manera que Jesús tenía de usar proverbios para comunicar sus enseñanzas. Al dirigirse preferencialmente a la gente sencilla, Jesús se valió de la sabiduría popular guardada en los proverbios.



a). Jesús utilizó proverbios para transmitir el contenido de su mensaje y, de este modo, hacerse entender. Encontramos proverbios, por ejemplo, en las Bienaventuranzas, y en otras ocasiones:

-          En Mateo 5,5 dice: ‘Dichosos los humildes porque heredarán la tierra’ y en Proverbios 2,21: ‘Los rectos habitarán la tierra’. Mateo 5,9 se puede comparar con Proverbios 12,20.

-          Mateo 5,43-48 con Proverbios 3,27-29. Mateo 6,22 se parece a Proverbios 20,27. Etc.

b). Jesús desarrolló sus parábolas partiendo de los proverbios:

-          La parábola de la construcción de la casa (Mateo 7,24-27) nos recuerda Proverbios 10,25 y 12,7.

-          La del juez y de la viuda (Lucas 18,1-8) se parece a Proverbios 15,1 y 25,15.

-          La del fariseo y el publicano (Lucas 19,8-14) nos hace pensar en Proverbios 28,9 y 13.

-          El final de la fiesta donde el fariseo (Lucas 14,1-11) terminó con un proverbio del libro (25,6-7). Etc.

c). Muchas veces, Jesús concluyó sus parábolas con: ‘¡Quien tenga oído para oír, que oiga!’ (Marcos 4,9). Con esta frase, deja que cada oyente saque sus conclusiones: Al no dar la respuesta completa, Jesús hace que la gente piense creativamente en el mensaje de la parábola, para aplicarlo mejor a su propia vida.

        La práctica de Jesús nos enseña que debemos buscar en los proverbios actuales y en la sabiduría popular en general lo que nos revelan de Dios y de su Reino. Es una invitación de Jesús a evangelizar al Pueblo con la sabiduría del propio Pueblo.



  1. La vida es Palabra de Dios

        El libro de los Proverbios nos enseña que la Palabra de Dios está presente y viva en las cosas de cada día. Por lo tanto debemos rescatar el rostro de Dios revelado en lo cotidiano, sea personal, sea colectivo, y en la memoria de la sabiduría popular. Más aún, el libro de los Proverbios nos enseña también a encontrar los rasgos de Dios en las culturas y sabiduría de los demás Pueblos no cristianos. ¿Por qué no evangelizar a personas de otras culturas o religiones partiendo de la sabiduría presente en sus culturas y religiones? ¿Somos capaces de reconocer la presencia y el mensaje de Dios en las culturas y tradiciones religiosas de los Indígenas y los Negros de nuestro país? Sus sabidurías y religiones son una Palabra de Dios dirigida a todos y todas. Principalmente en el caso de los Indígenas, su sabiduría y su religión, por ser nuestros antepasados y conciudadanos, están escondidas en nuestra sangre. Hay que despertarlas y confrontarlas al mensaje de Jesús, porque han sido olvidadas y marginadas por la colonización, la educación familiar y escolar, la misma religión católica, los medios de comunicación. Además, esto ya ha comenzado: ¡Bendito sea Dios! Porque un nuevo futuro de fe, hermandad y solidaridad está amaneciendo.





ENCUENTRO 2: ORIGEN Y RIQUEZA DE LOS PROVERBIOS

La vida es Palabra de Dios: ‘Prestaré oído al proverbio’ (Salmo 49,5)



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Nos hemos acostumbrado a no prestar atención a las muchas veces en que recurrimos a los proverbios en nuestras conversaciones cotidianas. A lo mejor, esta búsqueda de proverbios actuales comparables a los proverbios bíblicos nos ha hecho caer en cuenta que estamos envueltos en dichos, máximas, refranes, sentencias y otros recursos del lenguaje que revelan una profunda sabiduría, una gran calidad de fe y una resistencia a falsos valores que se nos quiere imponer.

La lectura bíblica de hoy nos ofrece un amontonamiento de proverbios bastante independientes los unos de los otros. Eran proverbios aislados que fueron reunidos en la forma actual. Es un poco lo mismo con los proverbios nuestros que acabamos de compartir. Pero en todos ellos, Dios está escondiendo su rostro y su mensaje. Conversemos.



Diálogo inicial: La fuerza y la grandeza de nuestra sabiduría popular

  1. Según lo previsto en la reunión anterior, comuniquémonos los proverbios nuestros parecidos a los de los capítulos 10 y 11 del libro de los Proverbios.
  2. ¿De dónde provienen los proverbios que acabamos de comunicarnos?
  3. ¿Por qué y para qué utilizamos estos y otros proverbios?

Palabra de Dios. Proverbios 10 y 11.

  1. Al mirar el conjunto de estos proverbios bíblicos, ¿habría algún orden, algún hilo invisible que los uniría entre sí?
  2. ¿Qué experiencias, situaciones, vivencias del Pueblo de ese entonces se esconden en estos proverbios bíblicos?

Hoy nosotros: Una sabiduría al servicio de la veda, de la fe, del Reino.

  1. ¿Qué experiencias personales sentimos reflejadas en estos proverbios bíblicos?
  2. ¿Podrían los proverbios que hemos traído a este encuentro ser ‘Palabras de Dios’? Expliquémonos.
  3. ¿Qué mensajes sacamos de toda esta reflexión para nosotros, nuestra vida, nuestra fe?

Oraciones comunitarias. Salmo 49. Gloria al Padre… Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión: Bebiendo en las fuentes de culturas extranjeras.

-          Quiso Dios que la Biblia recogiera y guardara para nosotros las riquezas de las sabidurías de los Pueblos vecinos.

-           A leer y meditar las siguientes lecturas, pensando primero: ¿Qué dicen estas lecturas, de qué hablan? Luego: ¿Qué nos dice Dios a través de estas lecturas?

-          Texto principal: Proverbios 22,17 hasta 24,22.

-          Textos de apoyo: Proverbios 30,1-14 y 31,1-9



Comentario 2: ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA HEBREA



                Vamos a presentar aquí unos puntos de la forma literaria de la sabiduría y poesía hebrea. Nos servirán de clave de lectura para el libro de los Proverbios y para la Biblia en general.



A. EL POETA HEBREO ORDENA DE UNA MANERA PARTICULAR LAS PALABRAS Y LAS FRASES

El sentido o la experiencia que el poeta quiere expresar y transmitir por medio de su poesía no están solamente en las palabras y las frases que selecciona y junta con mucho cuidado. Está también y sobre todo en el espacio invisible que crea entre las palabras y las frases. Junta las palabras y las frases dentro de un orden determinado y crea entre ellas una relación, un espacio, una zona de silencio que provocan y desafían al lector. Las palabras colocadas de esta manera se tornan como preñadas de un nuevo sentido, de un nuevo sentir. Este sentido, lo llamamos ‘nuevo’ por lo siguiente: por cierto, las palabras tienen su sentido fijo, como lo catalogan los diccionarios; pero, juntando diversas palabras dentro de un determinado orden, se crea un espacio para un nuevo sentido.

Cada Pueblo agrupa las palabras de su poesía de acuerdo con las características de su cultura y de su lengua. El criterio utilizado por nuestros poetas para aproximar entre sí las palabras y las frases suele ser la asociación sonora y la rima. Al contrario, los hebreos acostumbran a usar como criterio el contenido y el significado de las frases.

Así, la característica básica hebrea es ésta: Aproximar 2 o más frases, 2 o más pensamientos, cada uno cargado con su sentido para suscitar nuevos pensamientos. Son como 2 polos entre los que se establece una tensión y salta una chispa conductora del sentido que el lector debe captar. La poesía hebrea hace esto de 2 maneras: en forma de comparación y en forma de paralelismo. Analicemos unos ejemplos tanto en la Biblia como en nuestra cultura, para que entendamos con mayor claridad.



  1. La comparación ilumina el uno con el otro

        La comparación es un modo elemental y popular de aproximar 2 pensamientos y transmitir así un sentido. Hasta hoy, el pueblo recurre a una comparación cuando quiere explicar alguna cosa. Existen 2 maneras de hacer comparaciones:



a). Comparar para igualar o equiparar: ‘Como…, así…’. La frase menos conocida se aclara a partir de la frase más conocida.

-          ‘Como vinagre a los dientes y humo a los ojos, así es el perezoso para quien lo envía’ (Proverbios 10,26).

-          ‘La envidia es como la serpiente: al que la abriga, le calva los diente’ (Popular).

b). Comparar para diferenciar y evaluar: ‘Mas vale…, que…’. El sabio establece una escala de valores entre las 2 frases, lo que le permite juzgar y apreciar las cosas.

-          ‘Más vale poco con temor del Señor que un gran tesoro con preocupación’ (Proverbios 15,16).

-          ‘Más vale pájaro en mano que cien volando’ (Popular).



  1. El paralelismo ayuda a iluminar mutuamente

        El paralelismo y yuxtapone 2 frases en pie de igualdad y consigue que una ayude a descubrir el sentido de la otra. Existen 3 formas básicas de paralelismo:



a). El paralelismo sintético: Una frase completa el sentido de la otra.

-          ‘Mirada benévola alegra el corazón, buena noticia vigoriza el cuerpo’ (Proverbios 15,30).

-          ‘Quien con lobos anda, a aullar se enseña’ (Popular).

b). El paralelismo sinónimo: Una frase repite lo mismo que la otra.

-          ‘Traman una conjura contra tu Pueblo, conspiran contra tus protegidos’ (Salmo 83,4).

-          ‘El Señor no rechaza a su Pueblo, no abandona su heredad’ (Salmo 94,14).

c). El paralelismo antitético: Una frase dice lo contrario de la otra.

-          ‘El pobre habla suplicando, el rico responde con dureza’ (Proverbios 18,23).

-          ‘A mal tiempo buena cara’ (Popular).



Muchas veces estas 2 formas básicas de poesía hebrea se combinan entre sí. He aquí las formas más frecuentes de esta combinación.

-          Combinación de comparación con paralelismo: ‘El justo florecerá como una palmera, se alzará como cedro del Líbano’ (Salmo 92,13).

-          Combinación de paralelismo sintético con antitético:

‘Los ojos del Señor están vueltos hacia los justos, sus oídos hacia los gritos de auxilio.

Pero el Señor se enfrenta con los malhechores para borrar de la tierra su herencia’ (Salmo 34,16-17).



B. EL PARALELISMO EN LA ESTRUCTURA DEL LIBRO DE LOS SALMOS

El paralelismo es mucho más que una forma literaria. Nos revela algo de la mentalidad del Pueblo hebreo. Revela un estilo contemplativo que no sigue nuestra lógica. Ellos repiten o yuxtaponen las mismas ideas muchas veces sin orden y sin lógica para que una frase aclare e ilumine otra. ¡Que el lector descubra! Por eso para entender todo el sentido de la Biblia, tenemos que hacer un esfuerzo para salir de nuestra lógica y entrar en la lógica del Pueblo de la Biblia.

La Biblia usa el paralelismo no solamente para organizar las palabras y las frases dentro de cada proverbio o salmo, sino también para organizar los proverbios y los salmos dentro del conjunto del libro. Varios salmos forman parejas; parecen gemelos. Veamos:



  1. Los Salmo 50 y 51 forman un paralelismo sintético: El Salmo 50 acusa al Pueblo y denuncia su culpa, mientras el 51 es una confesión del pecado, un reconocimiento de la culpa. El uno completa el otro.
  2. Los Salmo 3 y 4 forman un paralelismo sinónimo El salmo 3 dice: ‘Me acuesto y duermo’. Y el salmo 4: ‘Me acuesto en paz y enseguida me duermo’. Los 2 son oraciones para la noche: Dicen lo mismo.
  3. Los Salmos 22 y 23 forman un paralelismo antitético. El Salmo 22 dice: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ Y el salmo 23: ‘El Seño es mi pastor’. Uno dice lo contrario del otro.

Aquí se abre un campo de búsqueda: investigar o descubrir el hilo invisible que corre entre las palabras, las frases y las distintas partes del libro de los Salmos. Hay muchos mensajes que sacar.



C. EL ‘QUIASMO’ EN LA ORGANIZACIÓN DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA

                Otro recurso muy frecuente de la poesía hebrea el ‘quiasmo’. Sirve para organizar las palabras y las frases dentro de un conjunto más amplio. Hace que el asunto tratado al comienzo de un discurso o de una historia se retome al final. El tema abordado después del comienzo se reanuda antes del fin. Y así sucesivamente. El quiasmo es como un sánduche: ‘pan-queso-mortadela-queso-pan’. La ley del quiasmo ayuda a descubrir dónde está el comienzo, el meollo y el final de un texto. Tenemos como ejemplo la historia de Rut:



  1. El cuadro inicial (1,1-5) describe la situación de la familia de Noemí: muerte, exilio y hambre.
  2. El cuadro final (4,13-22) retoma la situación inicial, pero por el lado contrario: describe la nueva vida y la vuelta al futuro que nació.
  3. Entre el cuadro inicial y el final, hay cuatro pasos que indican los 4 pasos del camino del Pueblo para rehacer su vida y volver a tener ‘pan, familia y tierra’. Son como 4 grandes cuarteles que muestran la secuencia de la historia, cada uno con sus características. Cada paso se presenta dentro del esquema del quiasmo. Veamos el primer paso (1,6-22):

a). 1,6-7:       Comienza la vuelta hacia Judea en busca de pan.

b). 1,8-14:     Lamentación y diálogo de Noemí con sus nueras.

c). 1,15-18:   Rut decide quedarse con Noemí y volver con ella.

b). 1,19-21: Lamento y diálogo de Noemí con mujeres de Belén.

c). 1,22:         Termina el regreso a Judá al comienza de la cosecha.

        En este caso, el quiasmo ayuda a descubrir que el centro del regreso para la tierra y para Dios se encuentra en la decisión de Rut de quedarse con Noemí para formar parte de su Pueblo. El quiasmo está presente también en la organización de los libros dentro del conjunto de la Biblia. Por ejemplo, las imágenes de la creación y del paraíso que se describen en los primeros capítulos del Génesis (1,1-2,4 y 2,5-17) vuelven en los últimos capítulos el Apocalipsis (21,1-5 y 22,1-5). Aquí también se abre todo un campo de investigación.



D. AMPLIACIÓN DEL PARALELISMO Y DE LA COMPARACIÓN

El paralelismo y la comparación no son sólo recursos literarios, sin expresión de la propia estructura del pensamiento hebreo. Como vimos, por medio de estas 2 formas literarias, el autor no dice todo lo que tiene que decir, sino que apenas lo sugiere. Deja lo más importante por cuenta del lector, que debe descubrirlo. Y lo que se descubre no es como en los crucigramas o las adivinanzas en que se dice: ‘La solución en la página siguiente’. Más bien la solución está en la misma página. De la misma manera, Jesús solía terminar una parábola o una comparación con: ‘¡Quien tenga oído para oír, que oiga!’. Se dejaba abierto el sentido para los oyentes.

El paralelismo ayudó en la organización de los 72 libros de la Biblia. En ella se conserva una variedad inmensa de tradiciones: unas se completan entre sí, otras son parecidas y otras se contradicen. La mentalidad expresada en el paralelismo antitético ayuda a entender cómo puede haber tanta yuxtaposición de libros y enseñanzas contradictorias entre sí dentro de la misma Biblia. Por ejemplo:

-          Al lado de Esdras que mandó echar fuera del país a la mujer no judía (10,3,10-14), está el libro de Rut que presenta exactamente lo contrario (1,16-16 y 4,11).

-          Al lado de los libros de los Reyes en que David es pecador, está el libro de la Crónicas en que David es descrito como un santo.

-          Al lado del Templo como ‘casa de ladrones’ (Jeremías 7,11), está el Templo como ‘casa de Dios y de oración’ (Salmo 84).

-          Al lado de la tradición ‘yavista’, está la tradición ‘eloista’.

-          Al lado de la prohibición de beber vino (Proverbios 23,31-35), está la recomendación de beberlo (1 Timoteo 5,23).

-          Al lado de Pablo que habla de la justificación por la fe (Romanos 3,20-31), está Santiago para quien ‘la fe sin las obras está completamente muerta’ (2,14-26). Y así sucesivamente.

Estas constataciones ayudan a superar la lectura fundamentalista que absolutiza el texto. Esto no significa que, para la Biblia, todas las opiniones son igualmente buenas: De ninguna manera. Lo que se quiere decir es que, en la Biblia, la verdad no es excluyente sino envolvente. La verdad no se impone; más bien se ofrece. No es fruto de un imposible, sino el resultado de un progresivo descubrimiento. No procura vencer sino convencer. Se invita al lector no tanto a descubrir lo que el autor sabe: más bien se apunta hacia un rumbo y una manera de vivir. De esta forma, la Biblia da una libertad enorme, al momento que pide una gran fidelidad.





ENCUENTRO 3: BEBIENDO EN LAS FUENTES DE CULTURAS EXTRANJERAS

La contribución en la Biblia de las culturas extranjeras



‘El que ha viajado mucho conoce muchas cosas’ (Eclesiástico 34,9)



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Hoy vamos a ver cómo nuestra cultura y nuestra sabiduría son el resultado de muchas influencias tantos cercanas como muy lejanas. En el caso de la Biblia, pasó lo mismo: las culturas y las sabidurías extranjeras encontraron lugar en ella. Pues, ningún Pueblo vive aislado en la tierra. Siempre hay intercambio y comunicación entre los países, mediante el comercio, las alianzas, las guerras, las migraciones, lo medios de comunicaciones, etc.

                Así sucedió con el Pueblo de la Biblia que vivió en un espacio geográfico concreto: el Medio Oriente. A pesar de estar en un país muy pequeño, se encontró al centro de muchas civilizaciones: las del Oriente Medio o sea de Asia al este como los Persas y Babilonios, las de África al sur como los Egipcios y los Etíopes y las de Europa al noroeste como los Fenicios, Griegos y Romanos. Estaba situado en un cruce de comunicaciones entre estos 3 continentes. Cada uno de estos Pueblos dejó sus huellas en la Biblia. Toda cultura es una riqueza y en complemento para poder comprender la vida y enfrentar las dificultades. Ecuador tiene las grandes civilizaciones indígenas y africanas para abrirse un camino de dignidad y futuro mejor.

La lectura que vamos a leer es el pasaje más antiguo del libro de los Proverbios. Tiene su origen en la cultura del Egipto antiguo. Se lo encuentra casi idéntico en el texto egipcio llamado ‘Las máximas de Amenemope’ escrito por el año 1200 antes de Cristo, en el tiempo de Abrahán. Los exegetas piensan que fue traído de Egipto por los funcionarios de la corte del rey Salomón que buscaban aprovechar la experiencia de sus vecinos. Veamos.



Diálogo inicial: Nuestras riquezas culturales ecuatorianas.

  1. En nuestro país, ¿cuál es la cultura propia? ¿Cuáles son las culturas que vinieron de otros continentes?
  2. ¿Conocemos alguna tradición, algún texto, poema, oración no cristianos que se integró en nuestra fe católica venida de Europa?

Palabra de Dios. Proverbios 22,17 al 24-22: Unas sabias enseñanzas.

  1. Ayudémonos para sacar de este texto 30 enseñanzas diferentes.
  2. En lo que hemos encontrado, ¿cuáles son los temas más resaltados de estas enseñanzas?
  3. ¿Qué rostro de Dios aparece en estas enseñanzas?

Hoy nosotros:

  1. ¿Puede el retrato de los funcionarios del rey Salomón servir para nuestros políticos de hoy?
  2. ¿Podemos encontrar en las culturas indígenas y negras ejemplos y criterios para perfeccionar nuestra organización social? Demos ejemplos.
  3. ¿Cómo relacionamos el compromiso político con cierto rostro de Dios?
  4. ¿Qué conclusiones sacamos de toda esta reflexión?

Oraciones comunitarias. Salmo 45 o alguna oración de origen indígena o africano (ver más adelante). Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión: Profundizaremos los salmos de peregrinación. Meditar los salmos 121 y 122.



ANEXO 1: SALMO A LA MADRE TIERRA, ALLPA MAMÁ, de Joaquín Carguachi.



‘Santa Madre, eres mamá de la vida porque tú guardas la sabiduría.

Por eso te queremos, tus hijos los Indios.

Por eso te cuidamos y nos das de beber y comer de tu seno.

Eres Madre porque tú no nos deja solos: adonde vayamos, siempre estás con nosotros,

Siempre llegamos a la misma casa y siempre nos sentimos alegres y confiados.

            Tierra Madre, de ti nacemos y a ti volvemos,

Aunque tus hijos nos olvidamos de ti, mamá Allpita,

Siempre nos da una acogida, por eso nosotros te alabamos.

Porque eres fuente de vida, eres fecunda y eres amada: nos proteges como madre,

Nos das más ánimo y fuerza: gracias por darnos el alimento de cada día.

            Nosotros vivimos por Madre Tierra, porque de ti nacemos, tanto el varón como la mujer.

También tienes agua, montes y pajonales:

Las pajas nos traen tus mensajes y las aves noticias;

Los gallos cantan alegres y son los oradores de la mañana.

Pero te hemos dejado sola: hemos arrancado los árboles y las plantas nativas.

Por eso sufres mucho, Madre Tierra: lloras con lágrimas de tristeza; hemos dejado en desorden.

Tierrita hermosa, nunca nos has dejado solos:

Subiendo por la loma, nos encontramos con el aire limpio;

Siempre te hallamos florecida, Madre Tierra, madre de nuestros padres,

Que nos das sabiduría y nos guardas la herencia.

            Nos cuidaste y nos guardaste en tus brazos: por eso nuestra raíz nunca cortaron.

Tus vertientes no se han secado: por eso hay pasto verde,

Los campos florecen y nos dan alegría.

            A ti, Madre Tierra, te pisamos, te pedaceamos, te escupimos, te vendemos

Y hacemos negocio como si fueras mercancía.

Por todo esto, te pedimos perdón, Madre Tierra, ya que hemos herido tu corazón.

            ¡Gloria a ti, mi Madre!’



Comentario 3: CULTURA Y SABIDURÍA. IDENTIDAD Y VIDA



A. CLARIFICANDO CONCEPTOS

                ¿Qué es ‘cultura’? El tema de la cultura de un Pueblo es algo complejo. Desde siempre, la humanidad se dio cuenta que la vida es lucha: lucha contra la fuerza inexorable del tiempo que lo borra todo, lucha contra las dificultades de toda índole. Para contrarrestar el riesgo de olvidarlo todo, almacenaron lo que llamamos la experiencia: la transmitieron y la enriquecieron. Esta suma de experiencia su fue escribiendo y transformando en edificios, monumentos, arte,… Así que podríamos llamar ‘cultura’ todo esfuerzo humano para conservar sus ‘conquistas’ materiales, sociales y espirituales: sus descubrimientos, sus conocimientos, sus éxitos. En este esfuerzo, los seres humanos guardamos innumerables referencias, construyendo así una identidad propia, una forma de vivir, convivir y creer. Dentro de su cultura, cada individua sabe ‘quién es’, como puede actuar, como enfrenta los retos de la vida, se beneficia de la ‘sabiduría’ de toda su comunidad.

                La cultura de un Pueblo está constituida por el conjunto de marcas y señales que conservan sus miembros en un determinado momento y lugar. Es la respuesta de ese grupo humano a los retos que le impone la existencia. Además de responder a estos retos, deja huellas y señales grabadas en cuentos, enseñanzas, monumentos, arquitectura, tumbas, libros, etc. No son menos importantes las maneras de actuar de cada día como la cocina, la alimentación, el vestido, la agricultura, la ganadería, el comercio, la fiesta, la escritura, … También son importantes las formas de celebrar su religión, expresar su poesía y sus cantos, lograr su expresión artística. Todo esto forma parte de la identidad de un Pueblo y manifiesta su esfuerzo para transmitir a las generaciones futuras el camino de una vida más fácil.

                Al mismo tiempo, hay que decir que ninguna cultura es cerrada sobre su propia experiencia. Más bien busca enriquecerse de otras experiencias, de otras culturas y sabidurías. Pero siempre, la referencia principal es la memoria y la originalidad de su propia cultura. Si no es así, un Pueblo pierde su identidad y está asimilado por otro, desapareciendo por lo mismo una riqueza acumulada por siglos de luchas y de éxitos. Es el desafío de los tiempos actuales: reconocer en la colonización española, las riquezas de las identidades, sabiduría y religiones indígenas y negras, y no dejarse absorber y desaparecer por la ‘cultura norteamericana’ que barre con tantas riquezas capaces de promover un futuro mejor.



B. ENTONCES, ¿QUÉ ES SABIDURÍA?

                Diferenciemos sabiduría y conocimientos. Cuando afirmamos que una persona es ‘culta’, pensamos que estudió bastante, acumuló muchos conocimientos y técnicas y es capaz de defenderse y salir adelante en la vida. Esta persona ha adquirido un ‘poder’ para una superación personal. Pero, al mismo tiempo, descubrimos que muchas veces pone sus conocimientos al servicio de un desarrollo personal a costa de los demás; además su fe se reduce a algo privado y sin referencias a la realidad.

                Cuando decimos que una persona es ‘sabia’, aparecen otros conceptos. Queremos significar que esta persona tiene una rica experiencia de vida, sabe conducirse, integra a los demás en sus preocupaciones, vive una fe que interfiere en la realidad. Se trata de alguien que ha sabido aprovechar la experiencia de otros, que reflexiona su práctica cotidiana, que actúa con tranquilidad, seguridad y valentía. Los valores adquiridos con sabiduría pueden ser muy alejados de los conocimientos dados por la educación escolar y universitaria.

                Al hablar de ‘sabiduría bíblica’, no nos quedamos solamente en la acumulación de conocimientos y experiencias. Va más allá. La sabiduría bíblica tiene un doble origen: la defensa de la vida y la fe en un Dios liberador. Los hebreos buscaron transmitir a la vez sus luchas por una vida personalmente libre y colectivamente fraternal y equitativa, y su experiencia de Dios en este vivir y convivir diario. La sabiduría bíblica abarca preservar y transmitir un proyecto de armonía múltiple: al nivel personal, al nivel social, al nivel de la naturaleza y al nivel religioso. Encontró que el Dios creador era ‘Yahvé’, el defensor de los pobres, o sea, de los que están castigados por la maldad de los demás. El Pueblo hebreo, un Pueblo pobre y digno, tuvo el privilegio, en esa búsqueda de una vida libre, digna y fraternal, de hacer la experiencia de Dios que se identificó con sus mejores anhelos y lo ayudó a llevarlos a cabo, perfeccionándolos y abriéndoles siempre horizontes nuevos. La sabiduría bíblica no separa la vida de la fe sino que unifica las 2 para ser testimonio de un proyecto divino inserto en la vida personal y social.

                La sabiduría bíblica sólo se adquiere si uno procura vivir una vida libre, digna, fraternal, igualitaria. Dios no se revela a quienes tienen una vida desordenada, egoísta, desenfrenada, atropelladora, sumisa en los vicios, sin horizonte espiritual. La sabiduría es una manera de vivir personal y social que descubre la presencia de Dios en lo cotidiano y su proyecto de vida para todos: no es sólo conocimiento, es sobre todo práctica de una existencia que dignifica, construye hermandad, engrandece la naturaleza, celebra la presencia vivificante de Dios. Un culto a Dios sin esa sabiduría es un engaño, está totalmente vacío (Sirácides 35,1-13).Buscar esta sabiduría es entrar en un proceso colectivo de dignificación, donde se hace la experiencia de Dios. Es la lucha para una mejor humanización de las personas, de los grupos y de los Pueblos.

                Por todo lo dicho, uno se da cuenta que los libros bíblicos no son solamente historia, literatura, poesía, enseñanza religiosa. Quieren transmitir una experiencia, un camino, un reto: el de adquirir la misma sabiduría para una vida plena, una convivencia alegre, una fe liberadora. La Biblia nos dice que Dios sigue siendo ‘Yahvé’, o sea ‘Dios con nosotros los pobres’ en el hoy de cada día. Nos invita a entrar en un proyecto de libertad, fraternidad e igualdad, que es ‘vida y vida en abundancia’ para todos, incluyendo el cosmos.



C. LOS DIFERENTES MOMENTOS EN EL NACIMIENTO DE LA SABIDURÍA BÍBLICA

                La sabiduría del Pueblo nos llega de una manera muy natural, condensada en una ‘sentencia’ o ‘proverbio’: Una frase corta con una larga experiencia. De hechos, en las frases cortas de los proverbios, el Pueblo nos transmite una experiencia acumulada durante años y a veces siglos.

                Para hacernos una idea del ambiente en que surgieron los proverbios bíblicos, tenemos que imaginar las casas de los campesinos hebreos y el ambiente rural de Palestina. En la parte frente a la casa, cerrada por el corral de las ovejas, existía un pequeño espacio libre. Al caer la tarde, cuando toda la familia había terminado sus tareas, solían reunirse allí para conversar. De todo se hablaba en esas conversaciones familiares: los últimos acontecimientos, las dificultades encontradas, las alegrías, los recuerdos, los antepasados, los trabajos, las novedades, las noticias de las tribus, de Jerusalén, de Egipto, la políticas, las guerras, … De estas conversaciones quedaban dichos, proverbios, cuentos, leyendas, historias, oraciones, novelas (Salmo 42,2; 49,5; 78,1-4). Al relatar la fiesta de la Pascua, celebrada en las casas, la costumbre era que el hijo más joven preguntara al padre el motivo de la celebración (Éxodo 12,26). Así la memoria se transmitía de generación en generación, que se transformó en relato fijo, en oración, en salmos (78 por ejemplo): ‘Pregunta a tu padre para que te cuente, a tus ancianos para que te digan’ (Deuteronomio 32,7).

También estaban los santuarios, con la historia de su origen, de los personajes importantes que habían dejado su influencia, de las costumbres que se comentaban, de las actividades que se realizaban, de los escritos que se conservaban. En las fiestas, se recordaba todo esto, se lo comentaba, se lo llevaba a las casas. Los santuarios eran una biblioteca viva, más hablada que escrita: eran la identidad de las familias y de las tribus. Se mantenía la fidelidad a la alianza: el compromiso con Dios de ser un Pueblo fraternal y libre.

                La Biblia recogió toda esta tradición oral de las familias y de los santuarios, que era una catequesis de preguntas y respuestas. Con el tiempo todo este memorial se fue organizando, libros se fueron constituyendo. De todo hay: historia, leyenda, poesía, cuentos, proverbios, enseñanzas. Fue el resultado de largos siglos: toda una sabiduría almacenada para todos los Pueblos.



D. SABIDURÍA Y GOBIERNO

                Para entender la lectura de hoy, hay que hablar de la relación que existe en la sabiduría y la formación del gobierno, o mejor dicho de la monarquía. Asociado al esfuerzo de preservar la vida y la convivencia local, está el arte de gobernar: Gobernar es defender la vida del grupo y promover su desarrollo armonioso. De hecho la sabiduría bíblica hace mucha referencia a los reyes y gobernantes.

                Cuando el Pueblo de Dios se organizó con el gobierno de los reyes, no conocía el arte de gobernar. Como en nuestros países pobres que buscamos integrar la tecnología de los países industrializados, los reyes buscaron conocer la experiencia de los países vecinos, en particular de Egipto al sur y de Fenicia al oeste. La Biblia nos cuenta cómo el rey Salomón selló alianzas con estos 2 países. Fueron los Fenicios que dirigieron la construcción del Templo y de los palacios reales de Jerusalén (2 Samuel 5,11 y 1 Reyes 5,20). De la misma manera, haciendo alianza con el Faraón de Egipto, Salomón trajo a Jerusalén las técnicas egipcias para formar sus príncipes, funcionarios, escribas, diplomáticos, … Así, muchos textos de la sabiduría egipcia fueron asumidos por la corte de Jerusalén de una manera a veces libre y creativa, y otras veces acrítica y confusa. Algunas de estas costumbres fenicias y egipcias se encuentran en la Biblia: la máximas de Amenemope (Proverbios 22,17-24,22), la política agraria (Génesis 47,13-26), dichos sapienciales (Proverbios 25,23), oraciones (Salmo 45),…

                La historia nos cuenta que este arte de gobernar a la manera egipcia o fenicia llevó el Pueblo al desastre: El meollo de su organización social era la esclavitud justificada por la religión, todo lo cual era contrario al proyecto del Pueblo de Dios. El rey Exequias (716-687) promovió una reforma nacionalista: Buscó en la sabiduría del Pueblo las técnicas familiares y tribales de gobernar. Por eso comenzó a recoger los proverbios, cuentos, historias, recuerdos populares. De esta manera, la sabiduría del Pueblo, que era oral, fue registrada por escrito y adoptada por la literatura oficial. Pero hubo adaptaciones y transformaciones. Por ejemplo, en Proverbios 25,1-7, a los dichos populares, los escribas de la corte añadieron el versículo 5. Esto creó una confusión y la siguiente pérdida del sentido original y los reyes siguientes lo aprovecharon para cometer abusos de poder.

                He aquí entonces los pasos que dio la recopilación de la sabiduría bíblica. Al principio fue la tradición oral de los campesinos en las casas y los pequeños santuarios (Éxodo 35,31-35; 1 Crónicas 22,15; Jeremías 10,9). Luego surgió como enseñanza y doctrina copiando sabidurías extranjeras. Después integró la sabiduría popular local. En fin fue objeto de estudio de los sabios, como fue el caso después del exilio. Entonces la sabiduría sencilla se fue sistematizando en tratados y enseñanzas, y nacieron nuestros libros sapienciales. Jesús recogió todas estas vivencias para constituir el Reino de Dios, que lo abarca todo, desde el amor. Y nosotros heredamos de todas estas experiencias y transformaciones. Creativamente desde nuestras culturas originales, tenemos que darles continuidad para enriquecer nuestro camino personal y colectivo hacia una vida plena, para nosotros, con los demás y la naturaleza, haciendo allí la experiencia del Dios liberador de los pobres.





ENCUENTRO 4: SALMOS DE PEREGRINACIÓN

Peregrinos en los caminos de un mundo desigual’.



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Es bastante común entre nosotros la participación en peregrinaciones. Así expresamos, como pobres, nuestra fe y nuestra religiosidad popular siempre muy encarnada en nuestra vida y la vida de nuestro Pueblo. De hecho existen muchos santuarios en nuestro país y nuestro continente: el mayor de ellos es el que está dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, en México. Millones de personas se mueven cada año por los caminos rumbo a un santuario.

                Los Salmos 121 y 122 que vamos a meditar hoy, son salmos de peregrinación. El Pueblo de Palestina tenía la costumbre de hacer peregrinaciones, primero en los santuarios locales, luego al Templo de Jerusalén, símbolo de la identidad y unión de toda la nación. Estas peregrinaciones eran también el signo de una fe sencilla y ligada a los acontecimientos de su vida. Los 2 Salmos que vamos a leer ahora, forman parte de una colección llamada ‘Cantos de peregrinación’ (120-134), usados en las peregrinaciones a Jerusalén. Son salmos cortos, sencillos, con mensajes profundos. No sabemos exactamente en qué época fueron escritos. En ellos aparece una situación humana que bien puede aplicarse a la situación de mucha gente de épocas diferentes.

                La experiencia del Pueblo de Jesús nos va a ayudar a entender el sentido de estas movilizaciones colectivas y la importancia de darles un sentido cristiano y liberador. Esto ya se está haciendo en muchos lugares de peregrinación.



Diálogo inicial: La dimensión comunitaria de la fe y de la solidaridad.

  1. ¿En qué peregrinaciones hemos participado y de qué maneras?
  2. ¿Qué beneficios hemos sacado de estas peregrinaciones?
  3. ¿Qué exageraciones o distorsiones pueden mezclarse en estos signos de fe popular?

Palabra de Dios. Salmos 121 y 122: Peregrinando con Dios y con el Pueblo.

  1. ¿Cuáles son las imágenes y comparaciones utilizadas en estos 2 salmos?
  2. Según estos salmos, ¿qué significaba el Templo de Jerusalén para los compatriotas de Jesús?
  3. ¿Cuál es la situación humana y de fe que aparece en estos salmos?

Hoy nosotros: Peregrinar, sí; pero juntos y con una fe viva.

  1. ¿Qué sentimientos despiertan en nosotros estos 2 salmos?
  2. Con la ayuda de estos salmos, ¿cuáles deben ser los motivos que nos mueven a hacer peregrinaciones?
  3. A partir de estas reflexiones, ¿qué es lo que vamos a valorar prioritariamente en las peregrinaciones que hagamos?

Oraciones comunitarias. Salmo 121 o 122. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          En nuestros próximos encuentros, vamos a meditar el libro de Job, y, más precisamente en nuestra siguiente reunión Job 6,1 al 7,21.

-          Anotemos lo que sabemos y lo que se dice de Job y del libro que cuenta su historia. Leamos el texto señalado para la próxima reunión.



Comentario 4: NUESTRO REZO DE LOS SALMOS COMO PUEBLO DE LOS POBRES.



                La oración de los Salmos es una costumbre entre muchos cristianos porque nos ayudan a expresar nuestra fe y nuestras preocupaciones en una comunicación con Dios. Unos salmos hacen parte de los cantos más comunes de la Comunidad cristiana: ‘El Señor es mi pastor’ (23), ‘Aclamen a Dios toda la tierra’ (66), ‘Me puse alegre cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor’ (122), ‘¡O Señor, qué grande es tu nombre por toda la tierra!’ (8)… Hasta tienen varias melodías y varias letras, y se cantan con instrumentos diferentes. También los salmos son rezados de varias maneras: por una sola persona, en grupo, en coro cantando, alternadamente por varias personas, con momentos de silencio entre las estrofas, con un refrán intercalado, meditados repitiendo alguna frase o palabra que llama la atención. Esta variedad de experiencias actualiza y recrea los Salmos, como sucedía con el Pueblo de Jesús. Para ayudarnos en nuestras maneras actuales de rezar los Salmos, vamos a conocer la práctica de los que nos transmitieron este libro de los Salmos.



  1. Claves de lectura de los Salmos

        La mayoría de los Salmos tienen, al comienzo, un título pequeño que nos puede servir de clave de lectura. Este nos informa sobre su origen, su autor, su contenido y su uso. Estos títulos son antiquísimos, no siempre claros para nosotros; pero nos dan una idea de cómo se rezaban los Salmos en aquel tiempo. Veamos por ejemplo el Salmo 57,1: ‘Al maestro del coro. Sobre la melodía ‘No destruyas’. Poema de David cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva’. Analicemos estas indicaciones.



-          ‘Al maestro de canto’. Se trata del responsable del grupo de cantores que formaban un coro para animar el culto y dirigir el canto durante las celebraciones (1 Crónicas 15,16 y 2 Crónicas 23,13). Aprendemos que los Salmos se cantaban y existía un grupo encargado de aquello.

-          Sobre la melodía de ‘No destruyas’. Esta era el título de una melodía conocida por todos. Este salmo 57 debía ser cantado con la melodía de ‘No destruyas’. Asé hacemos también nosotros, poniendo las letras de un salmo sobre la melodía de alguna canto conocido.

-          ‘De David’. Al atribuir el salmo a David, esto transformaba su recitación en algo más concreto: facilitaba la identificación con ese personaje. Se rezaba el salmo ‘como David lo rezó’, asumiendo sus sentimientos. Los Salmos nos hacen entrar en la fe que heredamos de otros para asentarla mejor.

-          ‘Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva’. La frase evoca un hecho concreto de la vida de David, para señalar el contexto que dio nacimiento al Salmo. Y la gente actualizaba los acontecimientos de David con su situación del momento. Los Salmos recordaban lo de ayer, uniéndolo a lo de la actualidad. Se nos invita a hacer lo mismo hoy.



  1. Instrumentos musicales

        Las celebraciones judías eran muy animadas, siempre acompañadas de varios instrumentos musicales. El salmo 150 enumera una gran variedad: cítara, arpa, tambor, laúd, flauta, címbalo. Otros salmos nos señalan la lira de 10 cuerdas, el salterio,… Ciertos salmos necesitaban un instrumento propio: de cuerda para el salmo 54, el oboe para el salmo 46. El salmo 33 invita al mismo Pueblo a tocar los instrumentos. Existía una gran variedad de interpretación instrumental, que permitía participación y creatividad. Esto es también una enseñanza para revitalizar nuestras celebraciones.



  1. Participación del Pueblo

        Además del uso de instrumentos variados, el rezo de los Salmos, en aquel tiempo, era muy creativo. Se entiende, el Pueblo judío no tenía el texto en la mano, sino que lo sabía de memoria y participaba de muchas maneras.

-          A veces, el cantor dirigía el canto y el Pueblo respondía como en una letanía: ‘Eterno es su amor’ (136).

-          Otras veces, el cantor invitaba a confirmar la oración contestando en voz fuerte: ‘¡Amén Aleluya!’ (106,48).

-          O provocaba a los presentes: ‘Diga el Pueblo de Israel: Eterno es su amor’ (118,2-4).

-          En otros salmos, el Pueblo repetía un refrán (80,4,8,20), o emprendía una danza (150,4), una caminata (122,1-2)…

        Todas esas informaciones sacadas de los mismos salmos muestran que la liturgia judía no era rígida ni ritualista, sino muy participativa, flexible y creativa. Las peregrinaciones eran muy animadas: yodos iban vestidos con ropas de fiesta (68). Esto confirma el gran valor de nuestra religiosidad popular con sus bandas, sus danzantes, sus cohetes, su colorido, la participación espontánea. Es una invitación a hacer igual en muchas de nuestras celebraciones litúrgicas: que sean expresiones colectivas y variadas de los sentimientos que nos animan en ellas.



  1. Expresión corporal

        En los salmos se encuentran notificada varias formas de expresión corporal: inclinados, postrados, de rodillas (95,6; 22,30), con las manos levantadas (63,5), aplaudiendo y gritando (47,1), la cabeza entre las rodillas (1 Reyes 18,42),…

        Después del exilio, cuando muchos judíos vivían dispersos en varios países, se tomó la costumbre, cuando rezaban, de orientar el cuerpo hacia Jerusalén. Unas 3 veces al día ‘se postraban hacia el Templo’ (138,2). Eran los momentos en que se ofrecía en el Templo de Jerusalén los sacrificios de la mañana, del mediodía y del atardecer. De este modo, se unían entre todos los creyentes para dirigir sus oraciones hacia su Dios y los unos por los otros. De ahí viene la práctica del breviario de rezar el ‘Oficio de las horas’, más o menos en los mismos momentos señalados para la oración de los Salmos por los judíos.



  1. Retrato de la vida de cada uno

        Las imágenes y comparaciones que se usan en los salmos para expresar la oración con Dios, son las mismas que se utilizaban para la vida diaria: el niño durmiendo en el regazo de la madre (131,2), la familia en el hogar alrededor de la mesa (128,3), el grupo alegre de gente amiga que canta con la guitarra y la pandereta (33,1-3), la lunas y las estrellas iluminando la noche (8,4), la nostalgia de la patria (42,5), el albañil que construye una casa o el centinela que hace guardia (127,1)…

        Todas las situaciones de la vida están presentes en los salmos: alegría y tristeza, soledad y abandono, persecución y explotación, opresión y represión, esperanza y desesperanza, enfermedad y muerte, amor y odio, juventud y vejez, calor y frío, fiesta y lucha,… Los salmos no distancian ni separan a la gente de la vida, todo lo contrario: El reír y el llorar sirven para el diálogo con Dios. Los salmos llevan la vida dentro de la oración y la oración dentro de la vida. Tienen la variedad propia de la vida. Por eso que todavía hoy nos san tan familiares.



  1. Espejo para aquel que sufre

        En los numerosos salmos de lamentación, el salmista expresa su dolor de tal manera que su oración puede ser asumida y rezada por muchos otros que se encuentran en las mismas situaciones. Los detalles personales no son propios de una persona y de un tiempo, sino que se abren a lo universal. Son concretos y válidos para todos los tiempos. Aquí está el arte de los salmos. Son espejos para todo aquel que sufre incluso en nuestros días. Por eso que mucha gente sigue rezando los salmos, sobrepasando algunas dificultades de lenguaje.

        Para ayudarnos en el rezo de los Salmos, podemos recordar lo siguiente.

-          Al momento de rezar, el salmo se vuelve más concreto no tanto si partimos del contexto del salmista que lo escribió, sino a partir del contexto de quien lo reza hoy. Por ejemplo, el salmo 72,12 dice: ‘Él Señor libera al pobre que suplica, al humilde que no tiene defensa’. No se trata de pensar exclusivamente en el pobre y el humilde del siglo 4 antes de Cristo, sino más bien en los pobres y los humildes de hoy.

-          Ahora bien, el estudio sistemático de los salmos para conocer el contexto en que fueron escritos, será una ayuda para entrar más profundamente en la oración de los judíos de aquellas épocas y nos descubrirá también el rostro de Dios. Pero no debemos confundir oración y estudio. Los salmos están en la Biblia primero para rezarlos, luego para estudiarlos. La oración será siempre indispensable para entrar en el corazón de los salmos y del Dios que rezamos.

Los salmos son para nosotros un doble espejo: Reflejan tanto el modo de rezar como a aquel que reza y sufre. Reflejan también nuestra manera de rezar en las mismas circunstancias que ayer.



  1. El ambiente organizado de la Comunidad

        Quienes participamos de una Comunidad, conocemos de memoria ciertos cantos que nos identifican. Nos damos cuenta también que existe un ambiente que transmite las cosas sin que sepamos bien el cómo. Así es en todos los tiempos y lugares. En tiempos de Jesús había un ambiente de vida que era alimentado y mantenido por las costumbres y la organización del Pueblo: Los centros principales eran la sinagoga del pueblito, hoy diríamos la capilla del barrio, y el Templo de Jerusalén. En estos ambientes, el Pueblo lo aprendía todo, recordando el pasado, conversando el presente y abriendo caminos. Los Salmos eran la vida del Pueblo: Todos los conocían de memoria; los salmos llamados ‘alfabéticos’ facilitaban la memorización (25, 34, 37, 11,112,…).

        Los Salmos eran para la Comunidad como el cemento que une y mantiene firmes a los ladrillos. Se enseñaban en la sinagoga, luego se repetían en familia, y se cantaban en las peregrinaciones. Eran la respiración de la vida y de la fe de la Comunidad. Por ejemplo, el canto de María cita 5 salmos diferentes (Lucas 1,46-55). Jesús, como todo judío piadoso, conocía los salmos de memoria. Los utilizaba en sus enseñanzas: Miremos en nuestra Biblia las referencias que están en las márgenes. En la cruz, rezó a partir de los Salmos.

        Los Salmos facilitan nuestro caminar de fe en los acontecimientos de nuestra vida cotidiana para conformarla a la voluntad de Dios y traducirla en la respuesta a las necesidades de los demás. Que estas reflexiones sobre los Salmos nos ayuden también a profundizar nuestra oración, a unirla siempre con la vida, a cantarla en comunidad, a descubrir el rostro de Dios, a relacionarlos con las situaciones de los demás. Así renovaremos nuestra espiritualidad, nuestra sabiduría y nuestro compromiso con el proyecto de Dios.





 C A P Í T U L O   3 :   E L   L I B R O   D E  J O B.





A. AUTOR Y ÉPOCA

                El autor del libro de Job, una obra literaria muy hermosa, es desconocido. Aborda el drama del ser humano de una manera tal que su importancia es reconocida hasta en círculos ajenos a la Biblia y a la fe. La figura de Job aparece en el libro del profeta Ezequiel: Es presentado como ejemplo o modelo de alguien fiel, bueno y justo delante de Dios (14,14). Según el libro, Job no es judío, sino extranjero, originario de Hus, ciudad del vecino país de Arabia. Se lo representa como un personaje universal que supera las fronteras de las razas y de los Pueblo. Por lo tanto, Job no es un personaje histórico. Sus reflexiones son de novedosa apertura para la época en que surgió este escrito.

                En cuanto a la época de su composición, se la fija por los años 400 antes de Cristo. Es la época difícil del domino de los Persas, en que las aldeas de Judea se enfrentan a graves problemas económicos, políticos y religiosos. Se sienten estranguladas por la explotación de los dominadores persas. Los campesinos endeudados se están vendiendo como esclavos para pagar sus deudas, la gente se empobrece y pasa hambre. Esta situación está marrada en el libro de Nehemías (5,1-15).

                En esta época de crisis aguda surgió el libro de Job. En su figura, el Pueblo encontró una identificación con su situación de sufrimiento y desesperanza, de grito y reclamo al pedir a Dios justicia. Cuando Job clama y reclama por su enfermedad, dolor y abandono, es el Pueblo pobre que clama junto a él. Job es un sabio de su época cuyo discurso es el grito del pobre explotado que pide a Dios que sea Yahvé, o sea, el Dios liberador como en tiempos pasados.



B. DIVISIONES DEL LIBRO

                Como los demás libros de la Biblia, el de Job es el resultado de un proceso, durante el cual fue recibiendo nuevas aportaciones. Esto hace difícil su división. Proponemos el siguiente esquema.



  1. El prólogo (1-2) y el epílogo (42,7-17)

        Al origen, estas 2 partes formaban una sola unidad literaria: Se contaba la historia de un hombre piadoso que lo perdió todo: riquezas, hijos y salud. Pero, a pesar de todas estas adversidades, no perdió la fe en Dios. A cambio, recibió de Dios todo de nuevo. De alguna manera, esta historia entra en contradicción con el resto del libro.

  1. Diálogo entre Job y sus amigos (3-27)

        Esta parte trata de las discusiones teológicas entre Job y sus 3 amigos. Los amigos toman la palabra para interpretar lo que sucedió a Job según lo que decía la enseñanza religiosa oficial de la época. Después de cada explicación, Job da una respuesta que refuta el camino propuesto.

  1. Elogio de la sabiduría (28)

        Esta 3 parte es un añadido al libro: Ahí se celebra la verdadera sabiduría.

  1. Discurso de Job (29-31)

        En un gran discurso, Job hace su defensa rechazando las interpretaciones oficiales. Es un largo lamento en forma de protesta: Él es justo y no cometió ningún mal. Entonces, ¿por qué tanto sufrimiento?

  1. Discurso de Eliu (32-37)

        Después de dialogar con sus 3 amigos y reafirmar su inocencia, Job enfrenta e este 4º personaje. Ahí, se nota claramente que estos discursos son un añadido posterior.

  1. Diálogo entre Job y Dios (32,1-42,6)

        En este diálogo, el libro apunta hacia la revelación de Dios y su manifestación, respondiendo el mismo a las preguntas que hace Job. La creación aparece aquí como el lugar en que Dios se manifiesta, en toda su plenitud, la misericordia de Dios. Job termina alabando la grandeza de Dios conocida en por la experiencia propia y no por la enseñanza doctrinal. Esta parte es una manera de protestar contra la religión oficial de la época posterior al exilio en la Ley era presentada de una manera fundamentalista, sin mayor referencia al mensaje abierto y universal de los grandes profetas.



B. CLAVES DE LECTURA DEL LIBRO DE JOB

                En el libro de Job encontramos un sinnúmero de temas muy profundos. Nos limitaremos a 2 de ellos, particularmente importantes: El grito de Job contra su situación, y la imagen que experimentó de Dios.



  1. El grito de Job

        Es el grito del ser humano contra el dolor, la miseria, la enfermedad, la injusticia y la muerte: En una palabra, todo lo que contradice el plan de Dios. El grito de Job es el mismo que sube hoy de los suburbios, de los niños abandonados, de los hambrientos, de los enfermos sin posibilidad de hacerse curar, de los excluidos de toda clase,… Es el grito que viene de las cárceles, de los trabajos deshumanizantes, de los campesinos sin tierra, de los desocupados que no encuentran trabajo, de los refugiados sin futuro,… ¿Cómo hablar de Dios en esta situación injusticia y de muerte? ¿Qué rostro de Dios presentamos? (24,12).

        En el grito de Job tenemos que fijarnos no sólo en el pobre que clama justicia, sino en el justo que reclama con derecho (27,5-6). Es el grito de quien pasa toda su vida apoyándose en Dios y, sin embargo, parece haber sido olvidado por él. Entonces surge la pregunta planteada por Job: ¿De qué vale ser justo, si el malvado muere feliz y satisfecho? ¿Cómo mantener la fe cuando se ve que triunfan el injusto y el malhechor? ¿Vale la pena luchar cuando el mal triunfa cada día? ¿No sería mejor adherirse al sistema y vivir tranquilo? (21,7-34 y 24,1-25).

  1. La figura de Dios

        El libro de Job nos plantea un cuestionamiento vital: ¿Cuál es el Dios en quien creo? ¿Cuál es mi experiencia de él? ¿Cuáles son sus rasgos? (42,5). En las discusiones con sus amigos, Job rechaza sistemáticamente las experiencias de Dios que contradicen su propia experiencia. No acepta cantar al ritmo que otros le quieren imponer (23,8-17). Rechaza los dogmatismos y los moralismos de la religión oficial que intenta ahogar los gritos tanto del pobre como del justo (30,20-23). Refuta esa religión que no parte de la experiencia de Dios sino de una doctrina que pide conformismo, ritos, inmovilismo y silencio.

        De esta manera, el libro de Job afirma que Dios no pide silencio, sino que acepta el grito de sus hijos (42,7-9). Dios acepta el grito rebelde de Job, más allá de los dogmatismos y ritualismos. Debemos buscar a Dios en la verdad, la justicia y el amor. Dios se revela como el Dios de la vida que nos cita en la dura realidad cotidiana (27,2-4).

  1. La oración

        En la mayoría de los casos, cuando rezamos, repetimos fórmulas. El libro de Job nos abre otro abanico: Nos enseña la validez del grito rebelde, el valor de la protesta, de la ira, la indignación, el sufrimiento, la frustración, la impotencia delante de los acontecimientos. Todo esto puede transformarse en oración. El grito de rebeldía y de protesta, cuando se dirige a Dios con un corazón angustiado y sediento de justicia, es una oración agradable a Dios y no quedará insatisfecha.

        Como lo vemos, el libro de Job nos abre muchos caminos sobre el sentido de la fe que es experiencia personal, sobre la injusticia del sufrimiento que debe ser protestado, sobre la manera de dirigirnos a Dios desde nuestras rebeldías. Dios no queda insensible a todas estas situaciones, sino que sabrá manifestarse en tiempo oportuno.





ENCUENTRO 5: LA REBELDÍA DE JOB. Nuestras justas rebeldías contra Dios.



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Muchas veces, al enfrentarnos con la miseria, la enfermedad, el abandono, la tristeza, la marginación, la muerte, nos preguntamos: ¿Por qué permite Dios esto? Y entramos en rebeldía, crisis de fe, amargura, depresión. Buscamos que alguien o Dios mismo nos den explicaciones. No rebelamos contra la vida, los demás, la Iglesia, Dios. Perdemos el rumbo…

El primer texto que vamos a leer es un discurso de Job en que aparece el estado de ánimo o mejor dicho de desánimo en que se encuentra Job ante la dura situación por la que está pasando. Se trata del lamento de un enfermo inconforme con sus sufrimientos y angustiado por todo lo injusto que le sucede. El grito de Job no es exclusivamente personal. Representa también el grito de sus compatriotas que estaban soportando, en aquel tiempo, la terrible dominación de los Persas. En el libro de Nehemías, que es de la misma época que el libro de Job, se nos describe la situación de miseria y desesperación en las que se encontraban los campesinos. El grito de Job es el grito de los campesinos, sus contemporáneos.

                La historia de Job plantea las mismas situaciones y las mismas preguntas: no acepta lo absurdo del sufrimiento del inocente, no entiende el por qué de la miseria y del dolor: ‘Daré rienda suelta a mis palabras, pues mi espíritu está angustiado’ (7,11). Además rechaza las explicaciones simplistas que no responden a la realidad, reclama a Dios y… termina encontrándolo. Que su ejemplo ilumine nuestras situaciones, dé sentido a nuestras rebeldías e ilumine nuestra fe.



Diálogo inicial: El misterio del dolor y del mal.

  1. Contemos algún caso en que nos hemos rebelado contra Dios o le hemos reclamado por algún motivo justo.
  2. Digamos las razones por las que nos parecen justos los motivos de nuestra rebeldía contra Dios.
  3. ¿Cómo hemos salido de esta prueba de fe?

Palabras de Dios. Job 6,1-7,21 y Nehemías 5,1-15: La dura situación de Job y del Pueblo de los pobres.

  1. En la primera lectura, ¿cuáles son los versículos que expresan mejor la angustia y rebeldía de Job?
  2. Según la primera lectura, ¿cuáles son los motivos de la angustia y rebeldía de Job?
  3. A partir de la lectura de Nehemías, ¿en qué sentido podemos decir que el grito de Job es también el de su Pueblo?

Hoy nosotros:

  1. ¿Qué es lo que más nos llama la atención en la actitud de Job?
  2. Y nosotros, al igual que Job, ¿por qué motivos reclamamos a Dios por las cosas malas que nos suceden?
  3. ¿De qué maneras pueden ser estos justos reclamos a Dios un verdadero encuentro con él?

Oraciones comunitarias. Salmo 6. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          Vamos a ir paso a paso en esta dura y profunda experiencia del mal y de Dios, purificando nuestra fe y valorando nuestras rebeldías, ayudándonos los unos a los otros, para que las amarguras de la vida no nos dejen destrizados. Tengamos paciencia y reflexionemos detenidamente.

-          En el próximo encuentro, vamos a descubrir el valor de la solidaridad que existe entre lo que sufren, entre los que sufrimos. La lectura que nos va a introducir en esta realidad positiva es Job 24,1-17. Leámosla personalmente de una manera detenida. Mucho vamos a descubrir, individualmente y, luego, escuchando a los demás.



Comentario 5: LA REBELDÍA DE JOB. El conflicto entre la conciencia y la tradición.



                La rebeldía de Job no es odio, ni venganza, ni defensa de intereses materiales. Es una ira sana, ‘santa’ que de repente explotó. Es semejante a la de Jesús en el Templo (Marcos 11,15), por el negocio que los comerciantes hacían mediante la religión. Es la reacción profética ante una situación insoportable. La rebeldía nace en el momento de cruzar la frontera entre la tolerable y lo intolerable.

                El libro es una obra de teatro. Antes de levantar el telón, un narrador presenta al público el tema que se va a debatir: ‘El problema de pobre inocente que sufre’. De acuerdo con el modo de pensar de la época, el sufrimiento era considerado como castigo de Dios: Sufría uno por haber pecado. Job rechaza este modo de pensar que, para justificar a Dios, contaba mentiras sobre la vida humana.



A. EL NARRADOR INTRODUCE EL TEMA: ‘¿Es cierta la fidelidad del pobre inocente que sufre?’

                Se comienza con una historia: ‘En un país de Hus había un hombre llamado Job,…’ (1,1). Y nos cuenta cuan piadoso y fiel era Job. Pero Satanás obtiene de Dios el permiso de probar la fidelidad de Job. Esta es la causa por la que el sufrimiento y la desgracia se adueñan de él: Pierde todo lo que tiene, incluso los hijos; cae enfermo y termina en un montón de estiércol. Lo único que le queda es un pedazo de teja para curar sus heridas. Hasta su esposa le aconseja de maldecir a Dios. Pero Job permanece fiel: No se rebela contra Dios. Tres amigos, oyendo la noticia, vienen a aconsejarlo. Al acercarse no le reconocen: De tanta enfermedad y tanto sufrimiento, Job había quedado irreconocible. Los 3 se sienten en el suelo y permanecen en silencio 7 días y siete noches (2-13).

                En este instante desaparece el narrador. Se corre el telón y allí aparecen Job sentado sobre el estiércol, rodeado por los 3 amigos y su mujer que a la escena. Sólo está el silencio que se comunica a la sala y a nosotros: Nadie sabe explicar el sufrimiento de los pobres. ‘¡Siete días y siete noches!’ Entonces aparece un 4º amigo. Estas 5 personas conforman ‘el círculo de los sabios’: Ellos van a tratar del sufrimiento del justo, de los pobres. En el debate, ‘los sabios’ representan la tradición, o sea, la enseñanza religiosa oficial. Job presenta el pensamiento del corazón y de la nueva conciencia que estaba despertando en el Pueblo.

                Naturalmente nosotros también asistimos al debate y participamos. En la introducción presentada por el narrador, se nos dio un criterio para valorar el debate, que el grupo de los sabios no escuchó: ‘Satanás quería probar la fidelidad de Job a Dios; y Dios se lo permitió’. Podríamos decir que Dios tiene predilección por Job: Confía en su fidelidad porque lo conoce y lo ama; Dios acepta su rebeldía y acepta que se pruebe su fidelidad. Y comienza el debate. ¿Quién vencerá y cómo: la tradición o la fidelidad rebelde de Job?



  1. Comienza el debate: ¿Convence la afirmación de que ‘si sufres es porque pecaste’?

-          Job rompe el silencio, soltando un grito de desesperación: ‘Desaparezca el día en que nací’ (3,20). Para él, la vida ha perdido sentido: ‘¿Para qué dar la luz a un desdichado, la vida a lo que pasan amargura?’ Parece blasfemia. El público se sorprende y al mismo tiempo aprueba: Por fin alguien dice en alta voz lo que pensamos todos.

-          Los amigos se asustan: El grito de Job contradice las orientaciones oficiales y amenaza el sistema que ellos defienden. Deciden acallar por todos los medios el grito de este pobre desdichado. Viene el primer argumento: ‘¿Es justo antes Dios algún mortal? ¿Es intachable algún humano ante su Creador? Hasta en los ángeles Dios encuentra defectos: ¡Cuánto más en el Pueblo que habita casas de adobe!’ (4,17). Y repiten el dicho de siempre: La amargura no nace del polvo; es el pobre que engendra su propia miseria. Y terminan felicitando a Job: ‘¡Feliz el hombre que Dios corrige! No rechaces la represión del Poderoso’ (5,17).

-          Job no se convence de la teoría de sus amigos: Prefiere morir que ser triturado por el dolor injustificado. No sabe si tendrá fuerza para aguantar hasta el fin. Y acusa a sus amigos de traidores: ‘¡Enséñenme dónde está mi falta! ¿Qué pretenden con sus sermones? Ustedes disponen de mí como de un indefenso y traicionan a su propio amigo. Retomemos el examen de mi causa’ (6,24). Job reacciona fuertemente contra la condenación que hacen caer contra él la tradición, la cultura y los 3 amigos. Las palabras parecen blasfemia porque muestran a Dios como injusto y arbitrario (7,17).

-          Los amigos no ceden. Presentan un nuevo argumento: ‘Job, nosotros somos de ayer y no sabemos nada: Una sombra son nuestros días en la tierra. Observes el junco que se seca antes de tiempo. Dios no rechaza al justo ni brinda su apoyo a los malvados’ (8,9). En otras palabras: ‘Sufres porque pecaste’.



B. LA RAÍZ DEL PROBLEMA: UNA FALSA IMAGEN DE DIOS

                Job termina aceptando. Su cabeza le dice: ‘Sí, eres pecador y Dios te castiga’. Pero su corazón le dice: ‘No, Job: Tú no pecaste y Dios te quiere’. Sin embargo el corazón no tiene argumentos para enfrentar la cabeza: Sólo tiene el grito de rebeldía que le sale de la garganta. Y Job se debate internamente en una angustia terrible.

A lo largo del debate se ve que la discusión no conduce a nada. El problema no es con los 3 amigos que no entienda nada a la vida del pobre. Entonces, surge la pregunta: ¿No será con Dios el problema? ¿Será verdadero el rostro que la tradición presenta de Dios? Job se decide a mirarle a Dios: ‘¿Su rostro será verdad o máscara? Pero al mismo tiempo: ¿Quién tiene derecho a discutir con Dios? Quieren que yo vaya a replicarle y me ponga a discutir con él. Sólo puedo suplicar a Dios que me escuche’ (9,15).

Job comienza una lucha interior: ‘¿Cómo creer que me atenderá? ¿Recurriré a la fuerza? Él es más fuerte que yo. ¿A cuál tribunal puedo citarle? Ni sé si realmente soy inocente. De todo modo, Dios extermina tanto al inocente como al culpable; en nación dominada por un tirano, él venda los ojos d los jueces. Pero: Si no es él, ¿quién será entonces?’ (9,24) Termina diciendo Job: ‘No me condenes. Tus manos me han modelado. Hiciste en mí una obra de vida y de gracia. Que pueda gozar de algún consuelo antes de que me vaya a la región de las sombras’ (10,22).



C. La Tradición Puede Vencer A La Conciencia, Pero No Convencerla

                Los amigos no se dan por vencidos: ‘¿Serás capaz de sondear la profundidad de Dios?’ Y se vuelven agresivos: ‘El necio se volverá sabio cuando el asno salvaje nazca domesticado’. Job reacciona: ‘Yo también sé pensar como ustedes. ¿Por qué me critican por haber tenido el coraje de gritar para que Dios me responda? Todos deben pensar como ustedes y con ustedes se morirá la sabiduría’. Los 3 amigos no se dan cuenta que su catecismo favorece a los injustos, dándoles la impresión de ser dueños de Dios, de conocerlo una vez por todas. ‘Guardar silencio sería el acto más sabio de ustedes. Pues quieren defender a Dios con mentiras’ (13,7).

                Entonces Job prescinde de sus amigos: ‘Quiero defender delante de Dios mi punto de vista. A lo mejor esto me salva. ¿Cuál ha sido mi falta? Estoy seguro que tengo la razón (13,18). El árbol tiene una esperanza: Pues si es cortado, aún pueden salirle renuevos’ (14,7). Nuevamente espera un momento de alivio antes de morir.

                Aquí termina el primer acto. Pero el debate no ha terminado. En los capítulos 15 al 21 sigue el segundo acto. El tercer acto va del 22 al 27 y concluye con un elogio a la sabiduría (28). Los capítulos 32 al 37 forman el acto 4º: Aparece un nuevo amigo, el joven Eliu; dice que ha escuchado los argumentos de los 3 amigos: Él va a intentar rebatir a Job; pero su discurso es también tradicionalista y no aporta solución al problema.



D. EL CAMINO DE SOLUCIÓN ESTÁ EN EL PUEBLO DE LOS POBRES

                A primera vista, el debate no tiene salida. Cada luz que aparece, termina apagándose. Todavía hoy continúa el mismo debate: ‘¿Qué mal he hecho para que Dios me castigue así?’ ¿Por qué quedaron en nada el grito y las protestas de Job? En el último acto es Dios quien toma la palabra en 2 discursos.

-          En el primero, Dios responde a Job describiendo con arte la Sabiduría divina esparcida por todo el universo (38-39).

-          En el segundo, demuestra el poder creador con el que dominó las fuerzas del mal (40,7-41,26).

Para finalizar, antes de que caiga el telón, Job dice su última palabra: Ahí está la clave de lectura para entender y evaluar todo el debate anterior. Job responde a Dios así:



‘Reconozco que lo puedes todo y que eres capaz de realizar todos tus proyectos.

Hablé sin inteligencia de cosas que no conocía, de cosas extraordinarias, superiores a mí.

Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos.

Por esto, retiro mis palabras y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza’ (42,2-6).



Y aquí cae el telón: Ha terminado el debate. Concluye así el ‘poema de Job’: Vuelve a aparecer el narrador para contar el final de la historia y comunicar la sentencia final, informando lo que Dios dijo a los 3 amigos:

‘Estoy muy enojado contra ustedes porque no hablaron bien de mí, como lo hizo mi servidor Job.

Por lo tanto consíganse 7 becerros y 7 terneros y vayan a ver mi servidor Job.

Ofrecerán un sacrificio de holocaustos mientras que mi servidor Job rogará por ustedes.

Los perdonaré en consideración a él’ (42,7-8).



                Esta sentencia final da mucho que pensar. Desde el principio hasta el final de los debates, Job atacó y contradijo la imagen oficial de Dios defendida por la tradición y sus representantes sabios y religiosos: Siempre habrá contradicciones entre las oscuridades de la fe y la dura realidad de la existencia: Nuestra necesita ser purificada continuamente mediante un mayor conocimiento personal de Dios. Desde el comienzo los 3 amigos defendieron una tradición estancada: ‘No hablaban bien de Dios’. Presentaban un rostro anticuado de Dios y mentían sobre la realidad humana. La conclusión es: ‘Yahvé hizo que la nueva situación de Job superara la anterior’ (42,10).

                La conciencia personal venció a la tradición oficial. Así lo confirma Job: ‘Yo sólo te conocía por haber oído hablar de ti’. Él hablaba sobre Dios y lo criticaba por la falsa imagen que la tradición le había enseñado. ‘Pero ahora, te vieron mis ojos’: Descubrió Job que la imagen de Dios defendida por la tradición era una máscara de Dios; no era el rostro del Dios verdadero. Job, el pobre sufrido y condenado por la tradición, tenía una experiencia de Dios más profunda capaz de conocer más certeramente a Dios que la enseñanza oficial. Esta nueva experiencia de Dios permitió a Job sacar su cabeza las ideas anticuadas sobre Dios. No responderá más a los falsos argumentos de los 3 amigos que lo oponían a Dios: ‘Me retracto y me arrepiento’. Había descubierto un nuevo horizonte: Había encontrado una nueva teología, una nueva manera de hablar de Dios, a partir de su experiencia sufrida, incomprendida, y a partir de su corazón siempre esperanzado. Y hoy, esa es la experiencia del Pueblo de los pobres, que Job representa.

                ¿Qué había descubierto Job de Dios? Curiosamente, nadie lo dice. El libro de Job no nos ofrece el contenido ni la respuesta al sufrimiento inocente de los pobres, pero si nos presenta el método para llegar a Dios en medio del sufrimiento inocente, profundizar la fe y abrir nuevos horizontes a todos los creyentes. Con los pasos seguidos por Job, tenemos el rumbo certero que nos lleva a Dios y no permite enfrentar el sufrimiento injustificado. A veces nosotros entramos en el debate todavía actual entre la conciencia personal y las tradiciones religiosas recibidas sin experiencia personal de Dios. Sólo descubriremos nuevos horizontes si entramos en la experiencia real y espiritual de los pobres: Ellos son el camino de la verdadera experiencia y compresión de Dios, que nos permitirá conocerlo más allá de lo que nos imaginamos y que siempre hemos escuchado sobre él. La solidaridad vivencial y espiritual con el Pueblo de los pobres es el camino del encuentro con Dios, de nuestra comprensión de la vida, y de nuestra salvación. Este encuentro y conocimiento de Dios son siempre nuevos y más profundos que ayer: Se hacen en el hoy de cada vida personal, en las opciones de los pobres y por los pobres.





ENCUENTRO 6: LA SOLIDARIDAD DE JOB CON LOS QUE SUFREN.

El itinerario del pobre (Job 24,1-17 y 30,16-31).



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Cada vez vemos más mendigos por las calles: ancianos, niñas y niños, madres abandonadas,… Los salarios de miseria, los contratos de 3 meses, la falta de capacitación, el abandono del campo,… han llevado a una mayoría de gente a la indigencia. Sin trabajo, no se puede comer bien, pagar la vivienda, apoyar a los hijos, tener una vida digna. La gente se amontona en los suburbios y los barrios marginales, en los centros de acogida, en las calles, la droga, la prostitución. Así obligado por su situación, los pobres soportan un vía crucis permanente que los lleva a la degeneración en un callejón sin salida, sin posibilidad de escapar de un sistema más fuerte que los explota y los excluye al mismo tiempo. Como para Jesús, su cruz es demasiado pesada. Apenas tienen la fuerza de gritar que es demasiado. Esa fue la experiencia de Job: sufrir demasiado, gritar, dudar: ¿Escuchará Dios? y volver a gritar.

En la lectura que vamos a hacer, encontramos un análisis lúcido sobre la situación socio-económica de la época en que se escribió el libro de Job. Esta presentación toma la forma de una lamento, de una protesta, con frases que suenan como blasfema cuando Job afirma que ‘Dios ya no escucha el grito de los moribundos ni el gemido de los heridos’. Y sentimos que Job expresa lo que, a veces, sentimos y queremos decir. ¿Adónde nos quiere llevar esta lectura? Veamos.



Diálogo inicial: Estamos marginado por un sistema bien organizado.

  1. ¿De qué maneras nos sentimos atrapados por el sistema injusto de nuestro país?
  2. ¿Por donde encontramos caminos para resistir, sobrevivir, protestar?

Palabra de Dios. Job 24,1-17: ¿Por qué el Poderoso no se entera de lo que sucede?

  1. ¿Cuáles son los distintos grupos de personas atropelladas que menciona Job es esta lectura?
  2. Según Job, ¿por qué se da esta situación de atropello a los pobres?
  3. Según nuestro parecer, ¿cuál sería el mayor atropello que se hace a los pobres de la época de Job?

Hoy nosotros: No perder la capacidad de gritar y reclamarle a Dios.

  1. ¿Hemos escuchado o dicho lo que dice Job en esta lectura? Contémoslo.
  2. ¿Cómo nos hemos sentido después de escuchar o decir que ‘Dios se desinteresa de sus criaturas’?
  3. Y si dejamos de gritar y reclamarle hasta a Dios, ¿qué estaría pasando en nosotros y en los demás?
  4. ¿Cuándo es el lamento señal de fe y esperanza?

Oraciones comunitarias. Salmo 88. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

                En la próxima reunión vamos a profundizar el Salmo 44, que es un clamor y un lamento. Expresa la crisis de fe por la dura realidad que está pasando el pobre. Veremos cómo toda crisis es un desafío para ir más allá de la realidad y la crisis: Estamos desafiados a abrir nuevos caminos.



Comentario 6: EL LAMENTO ES UNA LUZ EN LA OSCURIDAD



                Al leer el libro de Job, una de las cosas que más nos llama la atención es la virulencia de su lamento. Job expresa con palabras fuertes todo lo que le viene a la mente, sin ninguna censura. Sólo le preocupa decir lo que su corazón siente y sufre: Los lamentos de Job cortan el alma de quien los escucha. Hay muchos pasajes donde nos reconocemos, porque expresan lo que nos angustia y nos hace sufrir. Job no tiene miedo de criticar o negar lo que, para otros, es considerado santo o sagrado. Por eso, Job incomoda.

                Hoy en día, en la medida en que aumenta el sufrimiento del Pueblo, aumentan también los lamentos. El lamento es más que una simple queja o un desahogo. Es el inicio de la búsqueda de una solución, de una salida en la oscuridad de la noche. Las lamentaciones bíblicas nos pueden ayudar a entender mejor en nuestra vida es sentido positivo del lamento.



A. LAS CONTRADICCIONES QUE VIVIMOS, BUSCAN SU EXPRESIÓN EN EL LAMENTO



  1. Ejemplos de lamentos en la Biblia

        Job vive una contradicción de la que desconoce el origen y la solución. Empujado por la angustia, no tiene paz ni sosiego: ‘Al acostarme, digo: ¿Cuándo llegará el amanecer? La noche se me hace interminable’ (7,4). Esta contradicción vivida por Job en lo más profundo de su ser, busca y encuentra su expresión en el lamento.

        En el lamento, los pobres ponen su alma ante el Señor, como Ana en santuario de Siló. Ella no sigue las normas acostumbradas en la oración: ‘Ana hablaba para sí; sus labios se movían pero no se oía su voz. Entonces, Elías pensó que estaba borracha’ (1 Samuel 1,13). Por eso la criticó. Pero Ana tuvo la valentía de decirle: ‘No, Señor. Es que soy una mujer desdichada. No he bebido vino ni licor; estoy desahogando mi corazón ante el Señor: Por el exceso de mi pena y dolor he estado hablando hasta ahora’.

        La primera lamentación de Jeremías es un ejemplo de este lamento. El profeta comienza expresando la contradicción que vive el Pueblo: ‘¡Qué solitaria ha quedado la que era la ciudad populosa! En viuda se ha convertido la que era grande entre las naciones. La princesa de las provincias ha quedado reducida a esclava’ (1,1). El profeta quiere comprender la contradicción causada por la destrucción de Jerusalén, pero no lo consigue. El problema supera su capacidad de comprensión. Reconoce el error del Pueblo (1,5-8), pero considera que el castigo es desproporcionado (1,15). Acepta el castigo, pero ‘no era para tanto’. Según la enseñanza oficial, no acaba de descubrir el pecado que merezca tanta desgracia (2,1).

        En la cruz, Jesús grita su abandono: ‘Padre, ¿por qué me has abandonado?’ (Mateo 27,46). Expresa ahí la solidaridad de su sufrimiento con todos los atropellados de todos los tiempos; expresa el grito de ellos. Jesús se lamenta porque espera en Dios: ‘En tus manos entrego mi espíritu’ (Lucas 23,46).



  1. El lamento manifiesta el valor de abrir nuevos caminos de fe y esperanza

        A pesar de no resolver la contradicción, el lamento no esconde la realidad. Al contrario, asume la situación real cuando dice: ‘Jerusalén recuerda sus días de miseria y angustia cuando su Pueblo sucumbía ante el opresor cuando nadie viniera en su ayuda’ (1,7). ‘Recordar’ significa: ‘Hacer pasar nuevamente por el corazón’. El Pueblo deja que el sufrimiento pase por dentro hasta encontrar la palabra que lo exprese y lo clarifique. El lamento es la expresión y el resultado del coraje de asumir la oscuridad, la duda, el no-saber, la crisis, el sufrimiento y la cruz. El lamento ayuda al Pueblo a ponerse en un camino de búsqueda, para encontrar el sentido de la vida y profundizar el encuentro y conocimiento de Dios.

        La 3ª lamentación de Jeremías es otro ejemplo. Hasta el versículo 16, se resume las contradicciones, y, en imágenes terribles se le atribuye a Dios el sufrimiento del Pueblo. Allí (3,2-8) Dios aparece como aquel que nos ‘hace andar en la oscuridad, que mete el dedo en la herida, que consume la carne y quiebra los huesos, que llena de amargura y sufrimiento, que entierra y hace habitar en las tinieblas, que acaba con la oración y no oye el grito de los pobres,…’ Se lo describe como aquel que persigue, mata, destruye, abandona, tortura,… Se proclama la contradicción en la que se vive. La consecuencia es el desánimo que lleva el Pueblo a decir:

-          ‘La paz se ha alejado de mí. Ya no sé lo que es la dicha. Pensé: Se ha agotado mi fuerza y esperanza en el Señor’ (3,17).

-          Pero, enseguida, cuando el lamento recuerda las cosas, dice: ‘Hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza’ (3,21).

-          A pesar del abatimiento, Yahvé sigue siendo la fuente de su esperanza. Sin embargo, después de haber expresado su esperanza, el lamento vuelve a hablar de lo que lo aflige en su interior: ‘Airado, nos ha perseguido, nos has matado sin piedad’ (3,43).

-          Y concluye: ‘Pensé: Estoy perdido’ (3,54). Aún así, se sigue invocando el nombre de Yahvé para que libere. Estos altos y bajos del lamento son contradictorios; no tienen lógica. Pero expresan lo que le corazón siente y sufre.



B. EN EL CAMINO SE ENCUENTRA LA LUZ

                Cada lamento visualiza alguna contradicción que el Pueblo no logra entender y que lo hace sufrir. Job, por ejemplo, visualiza la angustia de los pobres que no pueden creer la verdad central: ‘Dios oye su grito’. (24,12). Pero la falta de visión que expresa el lamento, tiene su causa. Lo que impide a los pobres comprender lo que pasa, es que tienen los ojos puestos en la visión tradicional sobre la justicia de Dios representada por los 3 amigos. Como sucede a los discípulos de Emaús, no saben situar la cruz en el proyecto de Dios: ‘Nosotros creíamos que…’ (Lucas 24,21). La ideología dominante les impide ver más allá.

                En la mente y en los ojos de aquel que se lamenta, está casi siempre la visión de la ideología dominante. Pero en su corazón está naciendo una visión nueva que procede de la experiencia sufriente. Sin embargo todavía esta nueva visión no logra encontrar las palabras para expresarse ni el raciocinio para comunicarse. Por el momento es sólo un lamento, un grito de protesta.

                En el lamento, el autor rompe con el modo de pensar habitual. Pero no tiene la clarividencia para aportar algo nuevo. Tiene el coraje de abandonar las certezas que la dura realidad pone en duda. Abandona lo establecido: Deja lo cierto por lo incierto, lo seguro por lo inseguro, lo conocido por lo desconocida. A pesar de la oscuridad y del no saber, espera encontrar la luz más allá de la contradicción. Y la luz aparece.

                Así, por ejemplo, el recuerdo de las Lamentaciones ayudó al Pueblo a encontrar un camino en medio de la oscuridad del Exilio. Tomó conciencia que, estando en el país de su antepasado Abrahán, debía recomenzar siendo un ‘Abrahán colectivo’: Como él, tenía que abandonarlo todo y, sin más apoyo que la fe oscura de que Dios continúa siendo Yahvé, o sea, el Dios liberador (Isaías 51,1-3). Tenía que emprender un nuevo éxodo en busca, como Abrahán y Moisés, de tener ‘un Tierra’, formar un ‘Pueblo grande’ y ser una ‘Bendición’ para la Humanidad (Isaías 43,16-21). Tenía que redescubrir el sentido nuevo de su misión nacida del sufrimiento vivido con fe: Ser Siervo y Luz de las Naciones (Isaías 42,1-9).

                El lamento no es un tratado abstracto sobre el sufrimiento, sino que es la aceptación honesta de la realidad y el cuestionamiento sobre los acontecimientos. Deja que los hechos entren y que el sufrimiento hable. ‘Recuerda’, o sea, trata de sentir con el corazón, para entender, buscando una luz: Es un proceso que se hace con todos los límites inherentes a las personas y a las situaciones, pero abierto a todo lo que se contempla desde los ojos de la fe.

                El lamento crea una ruptura. Por una parte, se da la continuidad entre el antes y el después: el lamento existe por la contradicción entre el ayer y el hoy. Por otra parte, crea una brecha en la historia: ¿Cómo puede ser? Entonces, se abandona la certeza que venía de una tradición muerta y se acepta el desafío de no saber, de no entender. Se abre al futuro porque se sabe que Dios es siempre nuevo y siempre mayor. Algo bueno tiene que suceder. El lamento surge como una protesta, una oscuridad, una insatisfacción: Es un proceso purificador, liberador, transformador. Es el secreto de itinerario de los pobres en la desesperanza traída por la realidad, la suplica por el desierto que se está recorriendo y el grito que busca abrir horizontes nuevos que han de presentarse.





ENCUENTRO 7: LA REALIDAD QUE PROVOCA LA CRISIS DE FE. Clamor y lamento.



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: No siempre es fácil conservar la fe. Existen muchos factores que ponen en crisis nuestra fe. Hay quienes dicen: ‘Si Dios existiera, no habría tantas personas sufriendo’. La miseria y la violencia llevan a pensar: ‘¿Cómo es que Dios permite todo esto?’ Sucede lo mismo por la arrogancia de los poderosos que no se preocupan del sufrimiento que causan a los pequeños. La gente del campo emigra a la ciudad y se olvida de su práctica religiosa. Las repetidas frustraciones de lo políticos llevan a la gente a olvidarse de todo, hasta de la fe: ‘No hay cómo hacer algo’. Sentimos que nuestra Iglesia se encierra sobre el pasado y en lo espiritual, y muchos se desaniman en el esfuerzo por una renovación personal y eclesial. Podríamos continuar. El encuentro de hoy nos introduce en la oscuridad de la vida y de la fe, pero deja también entreabierta la pequeña ventana de la esperanza.

El Salmo que vamos a profundizar, es un lamento colectivo. En la Biblia, la mayoría de los Salmos son individuales. Unos, como el presente, son lamentos colectivos. Se trata de un clamor: Refleja una situación de crisis profunda, probablemente en tiempos de los Macabeos, que fue una época de persecución y de violencias (1 Macabeos 1,29-38). En medio de la crisis y de la desesperanza, se nos ofrece un mensaje de esperanza, si sabemos leer bien. Prestemos atención como el salmista camina de lo singular al plural, para entrar en la dimensión colectiva del lamento.



Diálogo inicial: Crisis de fe, personal y ajena.

  1. Señalemos algunas causas, personales y ajenas, que están provocando crisis en la fe de muchos, y hasta en nosotros mismos.
  2. Personalmente, ¿cómo hemos ido superando crisis de nuestra fe?

Palabra de Dios. Salmo 44: Una isla de esperanza en medio de un mar de violencia.

  1. ¿Cuál es la situación del Pueblo que aparece en este salmo?
  2. Según nuestro parecer, ¿cuál es la mayor queja del salmista?
  3. En este salmo, ¿dónde encontramos señales de esperanza?

Hoy nosotros: Mantenernos unidos para lamentar y rezar.

  1. ¿Algo o mucho de lo descrito en este salmo sigue ocurriendo todavía hoy?
  2. ¿Cuál es la luz que nos da este salmo para nuestra situación actual?
  3. ¿Qué aspectos del rostro de Dios tenemos que profundizar para robustecer nuestra fe?
  4. Entre nosotros y nosotras, ¿de qué maneras vamos a fortalecer nuestras vivencias colectivas de la fe?

Oraciones comunitarias. El mismo Salmo 44. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          En el próximo encuentro, iniciaremos la meditación del libro del Eclesiastés. Personalmente, tratemos de recordar lo que sabemos de este libro.

-          Profundizaremos Eclesiastés 3,1-4,16: ‘Mas vale un puñado con reposo que 2 con fatiga’ (4,6). Texto de apoyo: 7,1-29.



Comentario 7: EL CLAMOR DEL PUEBLO QUE INVOCA EL NOMBRE DE YAHVÉ.

La raíz de los Salmos.



  1. ‘Yo grito, Él escucha’

        La novedad de la Biblia no está en el dolor que hace gritar. El dolor existe en todas las religiones, y el grito también. La novedad de la Biblia está en la fe de que ‘Dios escucha el grito acallado del Pueblo oprimido’. Además en la Biblia, el grito no es para despertar a Dios porque Dios está siempre atento. El mismo dice: ‘He visto la aflicción de mi Pueblo en Egipto; he oído el clamor que le arranca sus opresores y conozco sus angustias. Voy a bajar para liberarlo,… y lo llevaré a una tierra nueva y espaciosa’ (Éxodo 3,7-8). Nuestro Dios ‘ve, oye, baja, libera y conduce’. En la Biblia, como en la actualidad, el grito de los pobres nace de una doble fuente: del dolor que hace gritar y de la fe de que Dios siempre escucha y libera. Los Salmos son la expresión de este grito de dolor y de fe: ‘Grito a Dios porque sé que me escucha’.

        A la raíz de los Salmos está la nueva experiencia que la Humanidad a través del Pueblo de Moisés, de que Dios se pone del lado de los oprimidos y los libra de la opresión. Él los dio esta garantía: ‘Estoy con ustedes (los pobres)’, porque ‘ese es mi nombre’ (Éxodo 3,12). Esta nueva experiencia de Dios desenmascaró de una vez la falsedad del sistema de dominación egipcia que se justifica en sus falsos dioses. Al mismo tiempo dio a los esclavos hebreos el coraje de enfrentar y vencer al Faraón. Desde entonces, se descubrió que existe un mutuo entendimiento, una complicidad natural entre Dios y el Pueblo de los pobres:

-          Por un lado, Dios dice: ‘Lo libraré porque se acogió a mí, lo protegeré porque conoce mi nombre: Me llamará y yo responderé’ (Salmo 91).

-          Por otro lado el Pueblo de los pobres dice: ‘Yo te invoco, oh Dios, porque tú me respondes’ (17).

Vale la pena leer los Salmos, todos los Salmos unos tras otro, y nos sorprenderemos de la innumerables veces en que se expresa esta convicción de que Dios escucha el grito de los pobres. Esta convicción de fe es el hilo que recorre y unifica los 150 Salmos. Aquí está la prueba de que los sencillos no están gritando en vano.



  1. Las variadas invocaciones del mismo nombre de Dios: ‘YHVH’

        La nueva experiencia de Dios quedó expresad en el nombre de Dios que consta de 4 cónsonas: YHVH’, ya que, en hebreo, no se escribe las vocales. Lo traducimos por ‘YaHVéH’ o ‘YeHoVaH’. Su sentido es ‘Estoy con ustedes’: Dios está siempre con nosotros los pobres, a quiénes se reveló en tiempos de Abrahán y Moisés, y los sigue haciendo ayer como hoy. Es su nombre definitivo: ‘Ese es mi nombre definitivo: Es mi nombre para siempre. Así me recordarán de generación en generación’ (Éxodo 3,15). Jeremías dice: ‘Tú estás en medio de nosotros porque hemos sido consagrados a tu nombre’ (14,9; 15,16). La invocación del nombre estaba en el centro de la fe del Pueblo de Moisés. Está también en el centro y es la raíz de los Salmos.

En sus variedades, los Salmos son como las ramas de un árbol frondoso: Todas nacen del mismo tronco. El tronco es la invocación del Nombre de Dios. En hebreo, este nombre YHVH puede tener 7 sentidos, los cuales, mezclados entre sí, tienen infinitas combinaciones. Veamos estos 7 sentidos:



1.       YHVH: ‘Él está con nosotros’. Es el grito de alabanza que descubre y celebra la presencia de Dios (Salmo 46).

2.       YHVH: ‘Él estuvo con nosotros’. Es el grito de acción de gracias después de la experiencia liberadora (34; 105; 107).

3.       YHVH: ‘Él estará con nosotros’. Es el grito de esperanza con la seguridad de ser liberado (72; 16).

4.       YHVH: ‘¿Él está o no está con nosotros?’. Es el grito de duda y de socorro de la fe en crisis (3; 22, 42).

5.       YHVH: ‘¡Que él esté con nosotros!’. Es el grito de dolor, pidiendo socorro, seguro de ser atendido (6; 77).

6.       YHVH: ‘Él está en medio de nosotros’. Es el grito de compromiso, nacido de la voluntad de ser fiel (10).

7.       YHVH: ‘¡Que podamos estar contigo!’. Es el grito de deseo de estar siempre con Dio (23).



Son 7 significados del mismo nombre, 7 invocaciones, 7 expresiones del mismo clamor, nacidas del dolor y de la fe, 7 gritos nacidos de situaciones distintas dirigidas al mismo Dios. De este nombre tan breve nacieron los Salmos en todas las direcciones de la vida y en todas las formas y género literarios. Estas invocaciones revelan la múltiple riqueza encerrada en el nombre de YHVH: Es ‘Emmanuel’, nombre de Jesús-Salvador: ‘Dios con nosotros. En los Salmos, este nombre está invocado en prosa y en versos, cantado o recitado, con todos los instrumentos, mezclado a todos los temas. Es rezado y repetido, rumiado y meditado, invocado y pronunciado, cantado y gritado a lo largo de toda la Biblia. Es la raíz del grito del Pueblo: Es el eje de los Salmos.



  1. El grito del pobre o la espiritualidad de los sencillos

        En los Salmos hay muchos lamentos. La mayoría son individuales. Los Salmos se fijan en los problemas de las personas, porque el dolor es lo que más aísla las personas unas de otras. En la hora del sufrimiento, nos quedamos solos, y necesitamos comunicarnos. Si no nos comunicamos, la soledad nos hunde en la desesperación. El grito del pobre despierta al hermano y crea solidaridad.

        En los lamentos aparecen los diferentes sufrimientos de las personas: las persecuciones constantes sin alivio ni nadie que ayude (142), las tentaciones y presiones para abandonar el camino del compromiso con la Comunidad (73), el sufrimiento de quien pensaba estar firme y de repente pierde todo el coraje (30),… Aparecen también las diferentes reacciones de las personas para no ser vencidas en la hora de la dificultad (73).

Los Salmos reflejan la espiritualidad de los sencillos que sufrían sin tener a quien les elabora explicación no les enseñara un camino de oración. La gente decía: ‘¡Grande es el Señor! (35; 40), de una manera irracional. Pero no sabía cómo atravesar el túnel oscuro del sufrimiento y convertir su oración en tabla de salvación para ellos y para otros. La audacia de los sencillos a lanzar su grito de dolor y de fe tradicional produjo los Salmos. Es un grito incómodo para quien está obligado de escucharlo, incómodo para Jesús y sus discípulos (Mateo 15,21-24), incomodo hasta para Dios como en la parábola de la viuda que molestaba el juez hasta que la escuchara (Lucas 18,6-7). Por lo mismo, los pobres tenían y tienen afinidad con el corazón de Dios, para ser escuchados. Saben que pueden gritar. El mismo Jesús lo confirmó: ‘Te alabo, Padre, porque has revelado estas cosas a los pequeños y a los sencillos’ (Mateo 11,25).

Jesús vino a evangelizar a los pobres (Lucas 4,18), es decir, vino a confirmar la espiritualidad de los pobres, vino a asumir su situación y su fe, vino a encarnar y confirmar su esperanza. Vivió como ellos y en medio de ellos; continuó fiel a ellos hasta el fin: Murió gritando como un pobre (Mateo 15,37). Y Dios escuchó su grito y lo resucitó de la muerte: ‘El mismo Cristo que, en los días de su vida mortal, presentó oraciones y súplicas con grandes gritos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte, fue escuchado en atención a su actitud reverente’ (Hebreos 5,7). La actitud reverente era la actitud de los pobres: gritando y confiando: ‘¿Por qué me has abandonado? – En tus manos pongo mi espíritu’. Jesús resucitado es la prueba contundente de que Dios escucha siempre el grito de los pobres, ayer, hoy, y también mañana.





 C A P Í T U L O   4 :   E L   E C L E S I A S T É S   O   Q O H E L E T.



A. PRESENTACIÓN



  1. El autor y su época

        El autor se llama a sí mismo ‘Qohélet’. Esta palabra hebrea significa ‘alguien que es la voz de la Comunidad’ o ‘una Comunidad que habla’. Este portavoz comunitario se identifica con el rey Salomón (1,1). Sabemos que esto era un recurso literario con el que los verdaderos autores o autoras, queriendo dar importancia a sus escritos, atribuían el libro a un personaje importante. Ahora, sabemos también que el nombre de Salomón está relacionado con toda la corriente de la sabiduría en el Pueblo de Moisés. La invitación que nos hace Qohélet es que leamos su libro dentro de la gran corriente sapiencial simbolizada por Salomón.

        La época de composición del libro: La mayoría de los indicios apuntan hacia el siglo 3º antes de Cristo, por el año 250. Sería el tiempo en que la dinastía griega de los Ptolomeo Lágida que hubiera conquistado Egipto y administrara la Palestina, desde 323. A pesar de la ocupación griega, la Palestina consiguió mantener una cierta autonomía obtenida en tiempo de los persas, cuando regresaron del exilio de Babilonia. La organización del país y del Templo de Jerusalén seguía funcionando bajo la autoridad del Sumo Sacerdote. Pero el dinero recogido por los impuestos iba a Alejandría, la capital egipcia. Estos impuestos eran muy elevados, de tal manera que el Pueblo tenía de producir cada vez más y más para no hundirse en la pobreza extrema.



  1. La división del libro

        Es difícil hacer una repartición clara del libro. Parece que se trata de un único discurso que reúne dichos y proverbios del autor para fundamentar su opinión. Por esta razón introduce comentarios personales sobre los varios temas que va desarrollando. Podemos dividir el libro en 2 grandes partes: Primera parte: 1,2-6,12. Segunda parte: 7,1-12,8. Al final (12,9-14), parece que alguien, después de que el libro estuviese terminado, agregó esta última parte. Son comentarios sobre el maestro y sus importantes enseñanzas.



B. CLAVES DE LECTURA

                El Libro fue escrito en una época muy difícil para el Pueblo. El país, en manos de los griegos establecidos en Egipto, estaba sufriendo transformaciones rápidas y violentas: Gente honrada se iba empobreciendo (6,2), malvados prosperando en la maldad (7,15), oprimidos clamando por justicia sin que nadie les hiciera caso (4,1), muchos corriendo tras el dinero fácil mediante el lucro y la corrupción (10,6), …

                En medio de este torbellino, Qohélet presenta una reflexión crítica, irónica, con cierto sabor amargo y sin mucha esperanza. Hasta algunos pasajes nos dejan perplejos, como por ejemplo al final: Parece encarar la muerte como el fin último y absoluto, cuando desde el exilio se proclamaba una retribución y una resurrección más allá de la muerte (9,4-10). Sin embargo, detrás de esta amargura y desesperanza, el libro abre caminos. Estos caminos son nuestras claves de lectura.



  1. Qohélet es un observador sagaz

        Con mucho realismo analiza la realidad que se vivía en aquella época. En ella percibe 3 valores absolutos que se puede cuestionar:

-          La vida humana con sus limitaciones (5,17; 7,29).

-          El oprimido y el pobre como fruto del sistema (5,7; 9,14).

-          La acción de Dios que nadie puede cambiar (3,14; 7,13).



  1. Para Qohélet, lo único válido es el trabajo personal

        Ante estos 3 absolutos, el resto es muy relativo: las generaciones (1,4), el conocimiento y la ciencia (1,13), la riqueza y el lucro (5,9), la política (4,13), el tiempo (3,1), el trabajo (6,7), el culto, la Ley y el Templo (14,17). Para el Qohélet, la felicidad consiste en que cada uno pueda trabajar para sustento y para disfrutar los frutos de su propio trabajo (5,17). Esa es su propuesta básica: la felicidad de todos mediante el trabajo. Esto es el derecho fundamental de todos.



  1. Qohélet denuncia los mecanismos que impiden la realización de este derecho

        Siendo un analista meticuloso, el autor presenta los mecanismos que impiden la felicidad. Llama la atención como este análisis tiene actualidad. Repite Qohélet que hay un mecanismo perverso que roba al trabajador los frutos de su trabajo mediante:

-          La explotación que realiza el poder económico (5,7),

-          Las estructuras injustas (3,16),

-          La competencia ciega y desleal (4,4),

-          Los que se enriquecen mediante el trabajo ajeno (5,9),

-          El abuso del poder político (8,3),

-          La dominación en nombre de la religión (2,26),

-          La práctica religiosa sin criterios sociales (4,17)…



  1. La propuesta de Qohélet es el trabajo solidario

        En las propuestas para superar estos mecanismos injustos, Qohélet apunta hacia el trabajo solidario entre todos los miembros de la Comunidad. Presenta 2 caminos alternativos:

-          La unión: Qohélet invita a tener el valor de unirse. De esta manera, las personas podrán enfrentar con éxito los problemas de la vida (11,1).

-          El compartir: Según Qohélet, el trabajo solidario debe conducir al compartir, y por lo mismo a una mayor igualdad y equidad (11,1).



Preparación de la próxima reunión:

-          Qohélet continúa el camino abierto por Job al criticar la religión oficial. Añade la crítica de la vanidad de la cultura griega al querer imponerse violentamente en Palestina: ‘Mas vale un puñado con reposo que 2 con fatiga’ (4,6).

-          Leamos personalmente Eclesiastés 3,1-4,16 y como texto de apoyo 7,1-29, profundizando las expectativas que nos vienen a la mente.





ENCUENTRO 8: EL CORAJE DE CRITICAR LAS SEGURIDADES HUMANAS.

‘Todo tiene su tiempo’



‘Más vale un puñado con reposo que 2 con fatiga’ (Eclesiástico 4,6)



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: A lo largo de nuestra vida, todos buscamos seguridades y garantías para nuestra sobrevivencia. Uno de nuestros anhelos más fuertes es la comida. Para muchos, su seguridad está en el dinero, los bienes materiales, el poder, los estudios, las fuerzas del orden, una religión obedecida,… En esto nos quedamos la mayoría. Qohélet critica todas estas seguridades y nos propones otras más seguras.

Qohélet organiza sus reflexiones a partir de lo dichos y proverbios entresacados de la vida del Pueblo de su tiempo. Traza un cuadro bastante pesimista de la situación social de aquella época. Sin embargo ofrece algunas salidas para encontrar espacios de felicidad. Veamos.



Diálogo inicial: Seguridades e inseguridades.

  1. Digámonos por qué, en nuestros tiempos, hay tanta inseguridad en muchas personas, hasta en nosotros.
  2. Hagamos una lista de las seguridades que nos parecen las más importantes para nosotros y nosotras.

Palabra de Dios. Eclesiastés 3,1-15 y 4,1-16: Luces en medio de grandes tinieblas.

  1. Según nuestro parecer, ¿cuáles son las afirmaciones más importantes que hace Qohélet en esta lectura?
  2. Según sus propias afirmaciones, ¿cómo calificamos a Qohélet: fatalista, realista, desanimado,…?
  3. ¿Qué propuestas esperanzadoras aparecen en esta lectura?

Hoy nosotros: Preferir los trabajos solidarios.

  1. ¿De qué maneras sentimos representada nuestra situación en estas afirmaciones de Qohélet?
  2. Y para nosotros y nosotras, ¿cuáles son las mayores críticas que hacemos a nuestra época?
  3. ¿Qué caminos nos abre o nos confirma Qohélet para encontrar hoy mayor seguridad y felicidad?
  4. A partir de esta reflexión, ¿de dónde vamos a sacar fuerzas para enfrentar las dificultades de la vida?

Oraciones comunitarias. Salmo 16. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión

Profundizaremos el valor del trabajo humano como fuente de dignidad y solidaridad, con la lectura de 5,1 al 6,12. Como texto de apoyo podemos leer 2,18-26.



Comentario 8: EL ‘TEMOR DE DIOS’ FRENTE A LA RELIGIÓN OFICIAL Y A LA CULTURA GRIEGA



  1. La doctrina de la ‘retribución’

        Después del Exilio en Babilonia, el sacerdote Esdras (398 a.C.) emprendió una gran reforma religiosa centra en la Ley y el Templo de Jerusalén, en perjuicio del culto y de los santuarios de las aldeas de Palestina. Esta corriente ideológica sostenía la ‘doctrina de la retribución. Dicha doctrina afirmaba que Dios retribuía, recompensaba con beneficios materiales a quienes le eran fieles: una larga vida, buena salud, paz, prosperidad, posesiones, riquezas, descendencia, fama. Estos beneficios eran considerados como señales de la presencia de Dios con una persona.

        Había más: Para poder recibir estos dones de Dios, era necesario ofrecer un sacrificio en el Templo de Jerusalén por las manos de un sacerdote de la familia de Sadoc. Y este sacrificio debía realizarse conforme a las normas prescritas en el libro del Levítico: La obediencia a estas prescripciones garantizaba la pureza del sacrificio y del oferente. Si no se cumplía todas estas prescripciones, se decía que Dios no aceptaba el sacrificio y no favorecía a la persona que lo presentaba.

        Este sistema religioso era un dolor de cabeza para el Pueblo. Con tantas exigencias de pureza de origen o nacimiento, de sangre o de ritual, la consecuencia fue la marginación de mucha gente pobre: Cualquier enfermedad, mancha en la piel, marca o deficiencia física convertía a alguien en ‘impuro’. En tiempos de Esdras por ejemplo, las mujeres extranjeras fueron expulsadas del país para garantizar la pureza de sangre y de la descendencia. Con el tiempo, lo vemos en la época de Jesús, muchas personas eran marginadas por su origen (Mateo 7,24), por la enfermedad (Marcos 5,25), por la pobreza (Lucas 4,18) y hasta por su profesión (Marcos 2,15). Además, el excluido era considerado pecador o maldito (Juan 7,49). De esta manera, siendo pecador, sin acceso al Templo, estaba condenado al infierno ya en vida (Lucas 13,16).



  1. La resistencia popular

        Esdras logró imponer su reforma religiosa con el apoyo del rey de persa que había permitido el regreso del Pueblo en el Exilio. Pero encontró mucha resistencia en las aldeas. La Biblia ha conservado muchas señales de esta resistencia, como, por ejemplo, los libros de Job, Rut, Jonás, el tercer Isaías (56-66). Estos libros forman un conjunto opuesto a la doctrina de la retribución y a lo que se entendía por el ‘temor a Dios’. El libro de Qohélet se enmarca también en esta línea.

        Para la corriente oficial, el temor a Dios era su piedad legalista y su vivencia escrupulosa de la fe en Dios. Esta opinión está representada por los amigos de Job: Rebelarse contra Dios y sus designios no sólo era inútil, sino que era pecado (Job 34,37). Qohélet, como Job, entra en esta resistencia a la interpretación oficial del temor a Dios: No acepta lo injusto que sucede y peor si se lo interpreta como voluntad de Dios. Esta actitud refleja la resistencia popular contra la concentración del poder y de la religión en Jerusalén. Jesús entrará de llano en esta perspectiva y retomará la línea profética y sapiencial de resistencia: Dios es el Dios de los pobres y su Reino arranca desde ellos.



  1. La propuesta original de Qohélet

        Qohélet es un sabio menos radical que Job. No se enfrenta directamente con la religión oficial: Se sirve de los proverbios populares para mantener un espacio distinto. En cambio, sí combate las equivocadas novedades que trajo la ocupación griega: Diríamos ‘la moda del tiempo’. Muy astutamente, Qohélet se enfrenta a 2 opiniones que no comparte: Internamente combate la doctrina de la retribución; y externamente enfrenta la cultura materialista griega, su filosofía abstracta y su presentación del trabajo y de la riqueza.

-          Frente a ‘la moda griega’, Qohélet es muy crítico. Afirma que la acumulación de conocimiento no es más que vanidad: Es un engaño de creer que lo explica y soluciona todo (1,16). También son vanidades el placer (2,1), el lucro, el enriquecimiento rápido (2,4). Demasiado trabajar, buscando sólo enriquecerse, no es más que locura (2,17).

-          Frente a la doctrina de la retribución y a la piedad tradicional, Qohélet hace sus advertencias. Cuestiona los sacrificios y los preceptos legales de la religión (4,17; 7,13). Constata con escepticismo que ningún esfuerzo piados vale la pena, ni la justicia, ni la observancia de los preceptos, ni el esfuerzo para mantener la fama de la gente. No es más que una manera de sutil de querer poner a Dios al servicio de nuestros intereses. De la misma forma, Jesús condenó a los fariseos que se creían justos u puros por su cumplimiento de la ley y no por la misericordia de Dios (Lucas 16,14; 18,9). Para Qohélet, el encuentro personal pasa por otros caminos que la visión tradicional.

¿Cuáles son estos caminos? Las propuestas de Qohélet comienzan por señalar que la dominación y la opresión no son situaciones normales (5,6). Luego invita a la búsqueda del verdadero rostro de Dios (9,7). Este rostro de Dios se encuentra en la solidaridad y la participación que crean la posibilidad para cada uno de disfrutar con alegría los frutos de un trabajo libre y digno (11,1). Ahí, Qohélet se hace el eco del mensaje de los profetas anónimos (Isaías 65,17-25).

        Qohélet considera que el verdadero temor a Dios consiste en que el ser humano comience tomando conciencia de sus propias limitaciones. El hombre, por más que se esfuerce, no es Dios: No puede pretender controlarlo todo. Por más que quiera, su inteligencia, su voluntad, sus capacidades son siempre limitadas. El temor a Dios está hecho de humildad: Para Qohélet esa es la actitud fundamental del creyente. Esta actitud descarta el miedo a Dios, permite al ser humano desarrollar sus capacidades sin autosuficiencia ni ambición desmesurada, elimina la competencia destructiva, margina el egoísmo que mata. ‘Temer a Dios’ es descartar toda pretensión de dominar al prójimo. Afirma Qohélet que aquel que  encierra la retribución en la prosperidad, la riqueza y el placer, corre el riesgo de perder al mismo Dios.

        Para Qohélet, la naturaleza y la creación sitúan al hombre en su dimensión real (3,11). Al conocer y contemplar la naturaleza, el hombre relativiza todos los proyectos y ambiciones, y busca la felicidad auténtica en el compartir y la fraternidad (5,17-19). Lecciones todavía bien actuales.





ENCUENTRO 9: DIGNIDAD Y SOLIDARIDAD. El trabajo humano.



‘El hombre se afana sólo para comer, pero no se sacia su ansiedad’ (Eclesiastés 6,7)



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: En muchos casos, el trabajo no es más que una esclavitud. Los salarios son tan injustos que se tiene que hacer cada vez más horas de trabajo para que alcance a lo menos para la comida. Otros que quieren acumular siempre más y más, aumentan la explotación de sus trabajadores. Y se destruye la convivencia familia, la vida comunitaria, el servicio a los demás, el tiempo para Dios y el descanso necesario… ¡Cuántos no tienen trabajo, cuántos tienen que emigrar!

                Por otra parte, el trabajo nos define. Al preguntarnos, ‘¿quién es usted?, contestamos diciendo nuestra profesión o nuestra ocupación. El tema de hoy va ayudarnos a entender el sentido del trabajo y de nuestra dignidad como trabajadores.



Diálogo inicial:

  1. ¿Nos satisface nuestro trabajo? Expliquemos nuestra respuesta.
  2. ¿Por qué motivo no hay trabajo digno y a veces ni hay trabajo?

Palabra de Dios. Leamos Eclesiastés 5,1-6 y 12.

  1. ¿Cuáles son los versículos donde se ve más claras las afirmaciones sobre el trabajo?
  2. ¿Cuáles son los proverbios que refuerzan las reflexiones del autor?
  3. Según esta lectura, ¿Cuál es el destino de los frutos del trabajo?

Hoy nosotros:

  1. ¿Cuándo nos relaciona con Dios el trabajo y cuando no?
  2. ¿Cómo podemos organizarnos mejor para hacer más humanos nuestros trabajos?

Oraciones comunitarias. Salmo 104. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

                Continuaremos la reflexión sobre los Salmos, profundizando los que nos transmiten esperanza. El texto de estudio serán los salmos 62 y 63. Leámoslos anticipadamente.



Comentario 9: LA RESISTENCIA PROVIENE DE LAS ALDEAS.

La Judea en la época posterior al exilio



  1. La provincia de Judea

        Antes del exilio, cuando el rey de Babilonia, Nabucodonosor, se apoderó de Jerusalén en 586 aC, redujo el antiguo reino de Judá a una mera de provincia de su imperio, que pasó a llamarse Judea. Después del exilio, bajo el imperio de los Persas. Luego vinieron las invasiones de los Griegos (333 aC) y, poco antes de Jesús, los Romanos (63 aC). Durante esta época, sólo durante el tiempo de la dinastía judía de los Asmoneos (164-63 aC), la Judea conoció un breve período de independencia. El resto del tiempo, el Pueblo de Dios vivió colonizado, explotado y diezmado.

        Los más afectados eran los campesinos, principalmente por los saqueos y luego por los impuestos. A pesar de esta situación, supieron resistir para conservar espacios que les permitía seguir en la fidelidad a la alianza.



  1. El imperio persa, de 539 a 333 aC

      Cuando los Persas derrotaron a los Babilonios y se hicieron cargo de la administración del imperio, permitieron que los exiliados judíos regresaran a su territorio de Judá. En esa época, Jerusalén estaba destruida y, del antiguo reino, sólo quedaban unas cuantas aldeas dispersas pertenecientes a la provincia de Samaria. El decreto del rey persa, Ciro (Esdras 6,1-5), al permitir la vuelta de los exiliados a su tierra, tan sólo autorizaba la reconstrucción del templo de Jerusalén. En nada hablaba de autonomía política, ni de la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. Tampoco restablecía las fronteras del antiguo reino judío.

      Lo que Ciro buscaba con ese decreto era restaurar la recaudación de impuestos a través del sistema centralizado del templo de Jerusalén. Los Persas impusieron en todo su imperio el cobro de impuestos en monedas persas. Los templos del imperio recibían los tributos e impuestos en especies, es decir en animales y cereales. Luego de esta recaudación se los vendía con monedas del imperio, las cuales se enviaban a la capital persa.

      La reconstrucción del templo de Jerusalén, según el testimonio del profeta Ageo, comenzó en una profunda crisis en la agricultura. Esta construcción fue posible por la obligación de aumentar la producción agrícola y ganadera de las aldeas. Según el profeta Isaías (58,1-12), la restauración del templo por los exiliados que regresaron, tuvo una gran resistencia en las aldeas. Estas debían aumentar la producción para garantizar los tributos que se les cobraba tanto para la construcción del templo como para los impuestos que cobraban los Persas.

      La crisis llegó a su punto más fuerte alrededor del año 445 aC. Según el testimonio de Nehemías (5,1-5), muchas personas tenían que venderse como esclavos para pagar sus deudas. Muchos campesinos perdieron su tierra, su familia, su libertad, tal como aparece en el libro de Job (24,2-17). Fue Ciro quien envió de Babilonio a Nehemías como gobernador de la Judea con plenos poderes para resolver esta crisis. Canceló las deudas de los campesinos y  terminó la construcción del templo y de las murallas de Jerusalén. Evitó así una quiebra del sistema de las aldeas (Nehemías 5,6.15).

      La reforma emprendida por el sacerdote Esdras en 398 aC asentó el triunfo del poder del templo. Las aldeas perdieron gran parte de su autonomía. Para lograr el poder del templo, se decretaron medidas legales para la observancia de la ley de Moisés, la separación de lo puro y de lo impuro, la imposición del culto centralizado y de sus sacrificios. Las aldeas fueron sometidas al sistema religioso oficial del templo. Las manifestaciones de resistencia se encuentran en los libros de Job y Rut.



  1. El imperio de los Griegos, de 333 a 167 aC

        En el año 333 aC, el rey griego Alejandro Magno venció a los Persas. Pero gobernó poco tempo y casi no intervino directamente en la provincia de Judea. A su muerte en 323 aC, su imperio se dividió entre sus generales. El general Ptolomeo Lágida y su dinastía mantuvieron su dominio sobre la Judea y Egipto de 321 a 198 aC. A partir de esta época, la Judea, llamada Palestina, cayó bajo el dominio de la dinastía de los Seléucidas de Antioquia (ahora en el Líbano al norte de Palestina). Pero ambas dinastía propiciaban una política de ‘helenización’, es decir la imposición de la cultura griega.

        La agricultura era también fundamental para el imperio griego (Eclesiastés 5,7-8). Su producción era necesaria para mantener las ciudades y el intercambio comercial. La política griega impulsaba el latifundio, es decir las grandes propiedades con mano de obra esclava. Las aldeas pasaron a producir no por su consumo interno, sino para el comercio y la exportación. La supervivencia pasaba después del pago de los tributos. Gracias a esta política, surgieron grandes ciudades en todo el imperio griego. Por ejemplo, la capital de los Ptolomeos en Alejandría (pero de Egipto), llegó a tener más de un millón de habitantes.

        El sistema agrario de los Griegos estaba terminando con el sistema tradicional de las aldeas de Palestina. Contrariamente a los imperios anteriores, la organización griega se centraba en la ciudad. Cada ciudad sometía a las aldeas de su alrededor para asegurar su supervivencia. De esta manera las aldeas perdían su autonomía, sus derechos, sus tierras. Los campesinos se convertían en jornaleros contratados por los grandes propietarios; volvían a la esclavitud (Mateo 20,1-2).

Este sistema encontró mucha resistencia en Palestina y surgieron varias rebeliones, como la de los Macabeos (167-164 aC). Lo mismo pasaría en tiempos de los Romanos con los Zelotes o la guerra judía (64-70 dC). Consciente de esto, los Ptolomeos garantizaron cierta libertad a los Palestinos y permitieron que las aldeas agrupadas en torno a Jerusalén conservaran una cierta autonomía. Quien ejercía el poder en Palestina era el sumo sacerdote.

A pesar de esto, los campesinos palestinos conocieron un empobrecimiento creciente. Muchos se vieron obligados a abandonar el país y establecerse en ciudades griegas, conformando lo que se llama ‘La Dispersión’ o ‘Diáspora’. Enfermedades, miseria, dolor, pobreza y marginación de los campesinos son las señales de la política griega, y luego de los Asmoneos, de Herodes y de los Romanos. Esta situación terminó en un levantamiento generalizado – la guerra judía -, que marcó la destrucción de Jerusalén por los Romanos. Las aldeas no se rindieron y prefirieron ser dispersadas. Fue el fin de la nación judía.

Esta resistencia a la dominación griega la encontramos en varios libros de la Biblia. Quizás sea el Eclesiastés la primera voz que se levantó contra el sistema griego. En este libro, el tiempo y el trabajo son considerados como medios de resistencia. ¿Para qué trabajar tanto? ¿Para qué plantar y cosechar si es para que otro se lo coma? (Eclesiastés 3,9 y 6,2). Otras voces se levantaron cuando Antíoco 4 quiso imponer una helenización sistemática en Jerusalén. En ese entonces, el Sirácides pedía resistir a la cultura griega. Los libros de Daniel y de los Macabeos nos hablan también de la opresión que le Pueblo sufría en esa época (Daniel 11 y 1 Macabeos 1).



  1. El imperio romano de 63 aC en adelante

La invasión romana que sucedió a la de los Griegos no hizo más que continuar con la política griega con más intensidad. Herodes era, al comienzo, el representante de Roma. Él fue quien construyó ciudades e incentivó el latifundio en Galilea. Muchos galileos se trasladaron a Jerusalén cuando Herodes emprendió la construcción del templo y varias fortalezas.

Al morir Herodes, su hijo Arquelao (Mateo 2,22) tuvo que enfrentar varias sublevaciones. Por esta razón los Romanos transformaron Palestina en provincia y nombraron un gobernador romano. La presencia de las tropas romanas, los tributos recaudados por ‘publicanos’ (judíos al servicio de los Romanos) y los impuestos por el templo de Jerusalén mantuvieron a la gente empobrecidos. Regularmente, para perfeccionar la recaudación de impuestos, los Romanos organizaban censos.

Esa doble tributación, la de Roma y la de los sacerdotes de Jerusalén, acabó con el sistema de las aldeas que no tenían recursos para mantenerse. Estas fueron sustituidas poco a poco por grandes latifundios y los campesinos terminaron como esclavos de estos ricos dueños. Por esta razón se dio el nacimiento a la resistencia armada de los Zelotes tanto contra los Romanos como contra los grandes propietarios. Los sucesivos levantamientos hicieron que Roma tomara la decisión drástica de terminar con Palestina, en el año 70 dC. Los Judíos se dispersaron por el imperio romana y conservaron su identidad y su religión, volvieron a entrar a la fuerza en Palestina en el año 1948…





ENCUENTRO 10: EL DESEO DE ESTAR CON DIOS Y EL SENTIDO DE LA ESPERANZA



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: Hoy en día existe un gran deseo de espiritualidad y de mística. Frente a tanto materialismo, tanta violencia, tanto individualismo, muchos buscan nuevas motivaciones para continuar el camino sin desanimarse. Las respuestas tradicionales ya no satisfacen. La eucaristía dominical no dice nada para la mayoría y salen defraudados.

                La vida continúa y no se puede parar. Muchas personas aguantan grandes dificultades y sufrimientos, y no aceptan desanimarse y dejar de luchar. Buscan una fuerza interior que las anime y las fortalezca. Cultivan una espiritualidad propia que las proyecta siempre adelante al unirse con otras personas en la misma dinámica. Amasan reservas de energías ‘para los días malos’ afín de no dejarse doblegar. Confían en el Dios de la vida, del amor y de la liberación.

                Los 2 salmos que vamos a comentar describen sentimientos muy profundos que se expresan en oración. Retoman la frase famosa de San Agustín: ‘Nos hiciste para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti’. Estos salmos son una invitación a adentrarnos en lo profundo de nuestro ser personal para comulgar a los sentimientos que expresen para hacerlos nuestros y actualizarlo para nosotros.



Diálogo inicial: El rostro escondido del Dios de la vida.

  1. ¿De dónde sacamos fuerza para resistir tantas dificultades diarias?
  2. ¿Cuáles son los rostros de Dios que más nos animan?

Palabra de Dios. Salmos 62 y 63:

  1. ¿Cuáles son las palabras claves de cada salmo?
  2. ¿Qué situaciones de vida afloran en estos salmos?
  3. ¿Qué manifestaciones de fe expresan estos 2 salmos?

Hoy nosotros: Cultivar la fe que nos anima muchas veces inconscientemente.

  1. ¿Qué parecidos encontramos en las situaciones descritas en estos salmos y las nuestras, tanto en la vida como en la fe?
  2. ¿Qué vamos a emprender personal y colectivamente para fortalecer nuestra espiritualidad?

Oraciones comunitarias. Retomar las frases más llamativas de estos salmos. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          En la próxima reunión profundizaremos el Cantar de los Cantares.

-          Leamos los 6 primeros capítulos de este pequeño himno al amor físico.

-          Traigamos un poema sobre el amor humano, la mujer, la belleza corporal…



Comentario 10: SALMOS QUE NO ESTÁN EN EL LIBO DE LOS SALMOS



                El libro de los Salmos es un ejemplo de cómo se rezaba en tiempos del Antiguo Testamento. Se entiende que esto no representa el monopolio de la oración. Pero sí, pretendía incentivar la creatividad del Pueblo y despertarlo para que elabore nuevos salmos, nuevas oraciones. La lista que a continuación sigue, nos muestra que logró conseguir este objetivo. Tan sólo una parte de los salmos de la Biblia se encuentra en el libro de los Salmos. Por ejemplo, los capítulos 9 al 19 de la Sabiduría y los capítulos 40 al 66 de Isaías son una larga plegaria meditativa. Lo mismo podría decirse de muchas partes de los libros proféticos.

En la lista siguiente que hemos avanzado hasta 150, hay diálogos entre Dios y las personas y muchas pequeñas invocaciones dirigidas a Dios que nos han sido incluidas. Lo que nos ha motivado es poder darnos cuenta de que la oración es constante en la historia del Pueblo de Dios, a tal punto que muchas veces es difícil separar lo que es gritos por la vida y gritos para Dios, tan vida y oración están unidos y espontáneos. Estos 150 salmos están agrupados por libro bíblico.



  1. En el Antiguo Testamento (100 salmos)

̵            Génesis 27,27-29; 48.15-16 y 49,1-27: Las bendiciones de Jacob.

̵            Éxodo 15,1-18 y 21: Cánticos de Moisés y de Miriam. 20,1-17: La oración diaria de los 10 mandamientos. 34,6-7: Invocación solemne al nombre de Yahvé.

̵            Números 6,24-26: Fórmula de bendición sobre el Pueblo. 21,27-30: Canto de victoria.

̵            Deuteronomio 6,4-9: Oración diaria ‘Escucha Israel’. 28,3-14: Bendición para los que observan la ley. 32,1-43: Bendición de Moisés. 33,2-29: Última bendición de Moisés.

̵            Jueces 5,1-31: Cántico de Débora. 9,7-15: Cántico contra Abimelec.

̵            Rut 1,16-17: Compromiso de fe. 4,14-15: Oración de las mujeres por Rut.

̵            1 Samuel 2,1-10: Cántico de Ana. 15,22-23: Cántico de rechazo de Samuel a David.

̵            2 Samuel 1,19-27: Lamentación de David por la muerte de Saúl. 7,18-29: Oración de David. 22,1-51: Acción de gracias de David. 23,1-7: Última oración de David.

̵            1 Reyes 3,6-9: Oración de Salomón. 8,23-61: Alabanza por la inauguración del templo.

̵            1 Crónicas 16,8-36: Alabanza por trasladar al Arca. 17,16-27: Oración de David por la promesa de Natán. 29,10-19: Acción de gracias de David por el futuro templo.

̵            2 Crónicas 6,14-22: Oración de Salomón por la inauguración del templo.

̵            Nehemías 9,5-37: Invocación para la misericordia de Dios.

̵            Tobías 3,2-6: Lamento de Sara. 8,5-8: Oración de Tobías y Sara en su primera noche de pareja. 11,14-15 y 13,1-17: Acciones de gracias de Tobías por recobrar la vista y por el apoyo de Rafael.

̵            Judit 9,1.14: Solicitud de fuerza salvadora. 10,8: Los ancianos bendicen a Judit. 13,18-20: Aclamación por la victoria de Judit. 15,9-10: Nueva bendición de los ancianos.

̵            Ester 4,17: Oraciones de Mardoqueo y de Ester por el Pueblo amenazado.

̵            1 Macabeos 3,3-9 y 14,4-15: Elogios de las hazañas de Judas Macabeo y las de Simón.

̵            Job 25,1-26,4: Himno a la omnipotencia divina. 42,2-6: Respuesta de Job a Dios.

̵            Sabiduría 9,1-18: Oración por obtener la sabiduría de gobernar. 9,1-19,22: Lectura orante de la historia. 11,4-20: Alabanza al creador por el Éxodo.

̵            Sirácides 36,1-17 y 51,1-12: Oración por la liberación y restauración del Pueblo.

̵            Isaías 5,1-7: El cántico de la viña. 6,3: ¡Santo, santo! 9,1-6: Cántico por la liberación. 11,1-9: Cántico de esperanza. 12,16: Alabanza. 26,1-5: Acción de gracias a Dios refugio del débil. 26,7-19: Por la maravillas de Yahvé. 35,1-10: Por un nuevo éxodo. 38,10-20: Cántico del rey enfermo. 40,1-31: Anuncio de consuelo. 42,1-9; 49,1-7; 50,4-9 y 52,13-53.12: Cánticos del Siervo sufriente. 42,1013: Cántico de victoria. 49,8-19 y 52,7-12: Cantos de alegría por el retorno y la restauración de Jerusalén. 54,1-10: Canto de las bodas de Yahvé con Jerusalén. 57,14.21: Yahvé cuida de los pobres. 59,1-20: Salmo de penitencia. 61,1-10: Canto a la justicia de Yahvé. 63,7-64,11: Meditación sobre la historia.

̵            Jeremías 10,23-24: Ofrenda del profeta a Dios. 12,1-2 y 14,7-9: Discusiones del profeta con Dios. 17,7-8: Origen del Salmo 1. 17,12-18: Expresión de confianza. 18,19-23: Meditación sobre su vocación.

̵            Lamentaciones 1,1-22; 2,1-22; 3,1-66; 4,1-22 y 5,1-22: Las 5 lamentaciones de Jeremías.

̵            Ezequiel 19,1-14: Lamentación.

̵            Daniel 3,24-25 y 3,51-90: Cánticos de los 3 jóvenes en las llamas.

̵            Oseas 14,2-10: Invitación del profeta para que el Pueblo se convierta.

̵            Joel 1,2-20: Lamento y súplica.

̵            Miqueas 7,14-20: Petición de ayuda y perdón.

̵            Habacuc 3,1-19: Oración de lamento y súplica.

̵            Sofonías 2,1-3: Súplica.



  1. En el Nuevo Testamento (50 salmos)

̵            Mateo 5,3-10: Las 8 bienaventuranzas del Reino. 6.9-13: El Padrenuestro. 11,25-27: Acción de gracias de Jesús. 27,46: Oración en la cruz (‘¡Dios mío…!’).

̵            Lucas 1,46-55: Cántico de María. 1,68-79: de Zacarías. 2,14: de los ángeles. 11,2-4: Padrenuestro. 17,12: Grito del leproso en Samaria. 18,38: del ciego de Jericó. 22,42: Oración de Jesús en el huerto. 23,34: Petición de perdón por sus verdugos. 32,42: Petición del ladrón a Jesús. 23,46: ‘En tus manos…’

̵            Juan 1,1-14: Prólogo. 11,41-42: Oración de Jesús por Lázaro. 17,1-26: Oración en el huerto.

̵            Hechos 1,24-25: Oración de los apóstoles por la elección de Matías. 4,24-30: Oración ante la persecución.

̵            Romanos 11,33-36: Alabanza a la sabiduría divina. 16,25-27: Profesión de fe.

̵            1 Corintios 13,1-13: Himno al amor.

̵            2 Corintios 1,3-7: Acción de gracias por Jesús.

̵            Efesios 1,3-14: Himno por la salvación.

̵            Filipenses 2,6-11: Himno por la encarnación.

̵            Colosenses 1,15-20: Himno por la nueva creación en Jesús.

̵            1 Tito 3,16: Resumen de la fe.

̵            2, Timoteo 2,8,11-13: Compromiso de fe.

̵            1 Pedro 2,21-25: Resumen de la vida de Jesús.

̵            Apocalipsis 1,4-6: Bendición de la Trinidad. 4,8: ¡Santo, santo! 4,11 y 5,9-10: Aclamaciones de los 24 ancianos. 6,10: Súplica de los mártires. 7,10; 7,12; 11,15;11,17-18 y 12,10-12: Aclamaciones. 15,3-4: Nuevo cántico de Moisés. 16,5-7: Aclamación a la justicia divina; 18,9.24: Elegía por la ruina de Babilonia. 19,1-4: Canto de triunfo. 19,5: Invitación a la alabanza. 21,3-4: Aclamación a la nueva Jerusalén. 21,6-7: Promesa de la victoria definitiva. 22.3-5: Aclamación por el nuevo paraíso. 22,17: El Espíritu y la Esposa dicen: ‘¡Ven!’

Esta lista nos deja un aviso: ‘Cuando lees la Biblia, observa si no se trata de un salmo, porque la vida y la oración están muy mezcladas’. Esto nos invita también a profundizar sobre la oración: ¿Cómo rezaba el Pueblo de Dios? ¿Cómo estamos rezando nosotros? ¿Cuáles son los contenidos de la oración del Pueblo de Dios y los nuestros?





 C A P Í T U L O   5  :   E L   C A N T A R   D E   L O S   C A N T A R E S.



                El Cantar de los Cantares es el libro más poético de la Biblia. Los Judíos lo lee el día de la Pascua, día más solemne del año. Ellos lo asocian a la acción liberadora de Dios en el Éxodo. Sin embargo, este libro creó polémicas en los primeros siglos de la Iglesia. Unos lo acogían y apreciaban con entusiasmo y otros se oponían con desconfianza. Hoy encontramos a veces las mismas actitudes…



A. CONTENIDO Y ÉPOCA

                El título del libro en griego es un superlativo y significa ‘el mejor cantar o ‘el más hermoso de los cantares’. Los Judíos lo atribuyen a Salomón (por los años 950 aC.) como la mayoría de los libros sapienciales. Esto es un artificio literario para recalcar su importancia. Los indicios internos apuntan que su composición es del siglo 3 aC.



B. DIFICULTADES SOBRE SU INSPIRACIÓN DIVINA

                El Cantar de los Cantares habla una sola vez de Dios para decirnos que la pasión amorosa es como una ‘llamarada divina’ (8,6), es decir como un rayo en la tormenta. El resto del libro se refiera el amor humano. Habla del amor de una manera distinta a la que estamos acostumbrados a oír generalmente en nuestras iglesias. Usa un lenguaje erótico de gran belleza poética. Describe artísticamente el juego amoroso (4,9-15 y 5,2-8) y evoca de una manera muy natural la relación sexual (2,4). No se refiere a la mujer como esposa o madre sino como enamorada que busca a su amado hasta encontrarlo (3,1-4). Describe detalladamente la belleza del cuerpo del varón (5,10-16). Habla del amor humano orientándolo no hacia la procreación sino hacia la búsqueda amorosa y la entrega amorosa (2,16 y 6,3).

Todo esto no invita a preguntarnos por qué este libro fue incluido en la Biblia y cuál es su mensaje. Las respuestas son variadas.

-          De un lado están lo que lo interpretan como un poema espiritual concebido para simbolizar el amor de Dios por su Pueblo.

-          De otro lado, están los que lo consideran como un cántico a la belleza del amor humano.

-          El comentario de los varones célibes es distinto del de las mujeres enamoradas…



C. DIFERENTES CLAVES DE LECTURA

                Unas interpretaciones tienen un cuño espiritual. Un rabino del 2º siglo decía: ‘Si todos los libros de la Biblia son santos, el Cantar es santísimo porque contiene los 3 temas salvíficos: el origen del amor, el éxodo y el exilio, la redención. Las orientaciones no espirituales se orientan básicamente en 4 direcciones.



  1. La interpretación natural o empírica explica que el Cantar describe el amor entre un hombre y una mujer y lo presenta como el modelo del amor humano. De todas las experiencias humanas el amor es la que nos aproxima mejor a Dios y al amor divino.
  2. La interpretación mítica o cultural insiste en el estudio del contexto cultural de la época, en 2 direcciones.

-          La variante ‘mítico-cultural’ afirma que se trata de un conjunto de canciones provenientes del rito de la primavera de la religión zahirió-babilónica que muestra el mito donde la diosa Ishtar desciende al infierno para liberar y resucitar a su amado, el dios Baal.

-          La variante ‘mítico-naturalista’ dice que son canciones de amor con lenguaje erótico provenientes del culto a la fertilidad de los campesinos cananeos para estimular la fecundación.

  1. La interpretación popular e histórica sitúa el Cantar en la historia del Pueblo de Dios y pretende demostrar que toma postura en los conflictos surgidos después del exilio. Junto a libros como el de Rut, el Cantar reacciona contra la religión oficial de los sacerdotes Esdras y Nehemías. Hace una propuesta para reconstruir el Pueblo a partir de los clanes y de los campesinos.
  2. La interpretación mística o alegórica sugiere distintas direcciones.

-          El amor de un varón y de una mujer tal como lo describe el Cantar es una alegoría del amor que existe entre Dios y su Pueblo.

-          El varón y la mujer están en un jardín, queriendo evocar de esta manera la primara pareja en el paraíso terrenal del Edén.

-          La interpretación cristiana ve en el Cantar un símbolo del amor entre Dios y su Iglesia, entre Cristo y el alama.





ENCUENTRO 11: LA DIGNIDAD DEL AMOR HUMANO



‘Mi amado es para mí y yo para él’ (Cantar 2,16)



Bienvenida. Saludos. Canto. Oración al Espíritu Santo.



Motivación: De la experiencia humana, el amor es lo más hablado y lo más cantado, ayer como hoy. Las canciones reunidas en el Cantar de los Cantares describen la experiencia de amor de un chico y una chica que se relacionan entre sí como iguales. Sin duda esta experiencia nació de la toma de conciencia de las mujeres en relación con su dignidad de mujer y su igualdad con el varón. Allí donde no existe conciencia de igualdad y complementariedad, se hace imposible un amor auténtico. El amor auténtico nace del valor para reconocer y respetar la dignidad e igualdad del otro y hacer respetar la suya propia. Es una experiencia creadora capaz de construir y regenerar la relación humana desde su base.

                La lectura que vamos a comentar es pura poesía, llena de imágenes que evocan y describen una experiencia de amor que se expresa mediante nobles sentimientos. Es probable que haya surgido en el contexto conflictivo que describe el libro de Nehemías (5,1-5), en que las mujeres eran marginadas. Entremos en esta vivencia intensa del amor humano para penetrar en lo hondo del amor que podemos vivir. Así nos sentiremos fortalecidos.



Diálogo inicial:

  1. ¿Qué podemos decir del amor humano?
  2. ¿Por qué encontramos dificultades para hablar de nuestra vida conyugal?

Palabra de Dios. Cantar 1,1-27 y Nehemías 5,1-5: Himno al amor físico.

  1. ¿Cuáles son las imágenes que se usa para expresar la belleza y grandeza del amor?
  2. En estos textos, ¿cuáles nos parecen ser las novedades de parte de las mujeres?

Hoy nosotros:

  1. ¿Qué relación hacemos entre estas lecturas y nuestra experiencia personal?
  2. ¿A qué cambios nos sentimos llamados personalmente, con nuestra pareja y con los hijos?

Oraciones comunitarias. Salmo 8. Padrenuestro y Dios te salve. Canto. Bendición final.



Preparación de la próxima reunión:

-          Sigamos con la lectura del libro del Cantar, capítulos 7 al final.

-          Profundicemos en otro texto del Cantar que nos habla de la utopía del amor humano: 7,11-8,14.

-          Traigamos una canción sobre el amor para escucharla entre todos.



Comentario 11: LA VALORACIÓN DE LA MUJER EN LA BIBLIA



                Curiosamente, en el relato sobre la manifestación de la sabiduría divina en la historia del Pueblo de Dios (Sirácides 44-50), el autor ignoró a las mujeres… ¡No le pasó por la cabeza que pudiese haber, en la actuación de las mujeres, un reflejo de la sabiduría de Dios! Conservó sólo nombres de hombres célebres. Cuando habla de las mujeres, manifiesta cierto desprecio (25,13) y cuando les atribuye algo bueno es a partir del punto de vista del varón (26,1-3,13 y 36,21-27). Sin embargo, cuando habla de la sabiduría en sí misma, la personifica y la alaba bajo la figura de una mujer (4,11-19; 14,20-15,10 y 24,1-22). Esta doble tendencia de marginación y valoración de la mujer aparece en todo el Antiguo Testamento, y en forma progresiva. En la medida en que aumenta la marginación, crece también la resistencia y la valoración de la mujer.



A. MARGINACIÓN PROGRESIVA DE LA MUJER

                El contexto de esa época es muy distinto del nuestro. No había la sensibilidad que existe hoy en relación al papel de la mujer en la sociedad y en el Pueblo de Dios. Aun así, comparando la posición de la mujer entre el período anterior al exilio y al posterior, se percibe un retroceso. A partir de Esdras y Nehemías, la tendencia oficial era excluir a la mujer de toda actividad pública y considerarla inepta para cualquier función dentro de la sociedad y del Pueblo de Dios: se la limitaba al rol de madre, ama de casa y procreadora de hijos.



  1. Las leyes de impureza que pesaban sobre la mujer

        La ‘ley de la pureza’ fue la que más contribuyó en la marginación de la mujer. Simplemente era declarada impura por ser hija, mujer, esposa y madre. He aquí unos ejemplos que hoy nos dan vergüenza.

-          Madre: Cuando daba a luz un hijo, la mujer se convertía en ‘impura’ (Levítico 12,2-5)

-          Hija: Cuando daba a luz un hijo, la impureza de la mujer duraba 40 días; pero si era una hija, la impureza era de 80 días…

-          Esposa: La relación sexual convertía a la mujer en impura durante un día (Levítico 15,18).

-          Mujer: El flujo menstrual convertía a la mujer en impura durante una semana y quien tocaba a una mujer durante este período debía purificarse (Levítico 15,19-31).

Se entiende que por todas estas prohibiciones, la convivencia en casa se volvía bastante difícil. ¿Cómo se las arreglaba una madre con un hijo enfermo? Esta legislación creó la opinión de que la mujer era muy inferior al varón y la mujer la asumía así (Sirácides 42,9-11 y 22,3). Se llegó a considerarla como la causas de muchas desgracias (25 13,24 y 42,13-14).



  1. Las razones de esta situación son varias

-          La intención del varón de mantener su dominio machista.

-          El interés del sistema por aumentar la producción, al tener más brazos para el trabajo.

-          El interés de los sacerdotes del templo para asegurarse las ofrendas por las purificaciones.

-          Los tabúes culturales relacionados con la vida, la muerte y la sangre.

-          La concepción del varón sobre la mujer como objeto de placer…

La Biblia retrata a la sociedad de la época tal como era, con sus errores, sus tensiones y sus luchas internas. San Pablo dijo que era una lección para nosotros que hemos llegado a la plenitud de la verdad en Jesucristo (1 Corintios 10,6-11).





B. VALORACIÓN POR LA RESISTENCIA CRECIENTE DE LA MUJER

                Desde los tiempos más remotos del Antiguo Testamento, siempre hubo reacciones contrarias a la marginación de la mujer. El Pueblo conservó la memoria de hechos significativos de grandes mujeres:



-          Agar, rechazada por Sara y Abraham, fue acogida y favorecida por Dios (Génesis 16,1-15 y 21,1-20).

-          Sifra y Fua, parteras, están al origen de la liberación de Egipto (Éxodo 1,15-22).

-          Miriam, la hermana de Moisés, convocó a las mujeres a cantar y animar la marcha del Pueblo por el desierto (Éxodo 15,19-21).

-          Débora se puso al mando del ejército para liberar al Pueblo de la opresión (Jueces 4,1-16 y 5,1-31).

-           y 5,1-31).

-          Yael, mujer quenita, venció y mató a Sísara, el general del ejército del rey de Canaán (Jueces 4,17-24)…

A lo largo de toda la Biblia existen estas historias de mujeres destacadas. Son semilla de resistencia y signo de que el proyecto de Dios sobre la mujer sigue otros cauces que los de la religión oficial cuando margina a la mujer. En estos hechos se manifiesta el inconformismo de la mujer por la exclusión personal y social. Esto se retomó en las primeras páginas de la Biblia cuando se afirma la igualdad del varón con la mujer por ser los 2 ‘imágenes y semejanza de Dios’ (Génesis 1,27) y compañeros que forman una sola carne (2,23 y Tobías 8,4-9).

                Después del exilio, estás semillas dieron frutos abundantes. Al volver a la estricta aplicación de la ley, se marginó a la mujer como impura y se expulsaba a las mujeres extranjeras como peligrosas (Esdras 9,1-2 y 10 1-3). La oposición a esta situación y la valoración de la mujer crecieron en el período en que la marginación era más fuerte. Son varios los libros sapienciales que registran la voz de oposición y describen la toma de conciencia de la mujer para recobrar su voz y su justo espacio.



-          En el Cantar de los Cantares, la mujer aparece como la mujer independiente y libre que, para encontrar a su amado, se enfrenta a los centinelas de la ciudad (3,1-4 y 5,2-8), al rival que la persigue (8,11-12) y a los hermanos que quieren protegerla (8,|8-10). El Cantar reafirma la dignidad de la mujer y la considera primero como mujer antes de madre o hija.

-          En el libro de Rut, son 2 mujeres pobres, ambas viuda y una de ellas extranjera, que están en el origen de la reconstrucción del Pueblo: Rut y Noemí. Son ellas las que toman las iniciativas necesarias para reconquistar los derechos perdidos y para que se cumpla la ley del rescate. De Rut, la extranjera, nació el antepasado del Mesías.

-          En el libro de Judit, es una mujer de un pueblo imaginario la que contradice la decisión tomada por los ancianos y sacerdotes. Ella sola se enfrenta al ejército enemigo y consigue derrotarlo, cortando la cabeza de su comandante.

-          En el libro de Ester, nuevamente es la mujer quien se compromete en la lucha por la supervivencia del Pueblo en el exilio…

En todos estos libros, la mujer se valora no como madre o esposa, sino como mujer que sabe usar de su belleza y feminidad para lograr los derechos de los pobres y, de este modo, defender la Alianza de Pueblo. No luchó a favor de las leyes ni del templo, sino a favor de la vida y de la justicia.



C. LA ACTITUD DE JESÚS CON LA MUJER

                Esta recopilación de hechos que marginaban y valoraban a la mujer, nos hacen ver la capacidad y la grandeza de Jesús por enfrentar esta mala situación de marginación de la mujer y promover su dignidad y talento. Su actuación con la mujer era provocadora para el sistema social y religioso de su época. Veamos unos ejemplos.



  1. Jesús permitía que un grupo de mujeres lo siguiera como ‘discípulas’ (Lucas 8,2-3; 23,49; Marcos 15,41)

        La expresión ‘seguir a Jesús’ tiene aquí su significado pleno. Es el mismo que se aplica a los varones que van a seguir a Jesús en forma permanente, para luego continuar su misión. Estás mujeres que ‘seguían a Jesús’, eran sus ‘discípulas’ igual que los discípulos y apóstoles. Lastimosamente, la tradición eclesial posterior poco valoró esta situación al no otorgarles el mismo nivel que otorgó a los varones el seguimiento de Jesús.



  1. Mujeres condenadas o marginadas fueron acogidas por Jesús o fue el mismo Jesús quien las buscó

-          La mujer prostituta busca y encuentra a Jesús que la defiende del fariseo que la criticaba (Lucas 7,36-50).

-          La mujer encorvada es acogida como hija de Abraham por Jesús que la defiende contra el dirigente de la sinagoga que quería expulsarla (Lucas 13,10-17).

-          La mujer con derrame de sangre, impura según la ley, es recibida sin miedo por Jesús que la cura de su enfermedad (Marcos 5,25-34).

-          La mujer adultera, denunciada por las autoridades religiosas, es protegida por Jesús que le demuestra sumo respeto sin condenarla por su mala actuación (Juan 8,1-11).

-          La mujer samaritana, considerada extranjera y herética, es la primera dialogar largamente con Jesús quien les da a conocer el secreto de que él es el Mesías esperado (Juan 4,26).

-          La mujer extranjera de Tiro consiguió cambiar la mentalidad de Jesús que la admira y atiende su pedido (Marcos 7,24-30).

-          Las mujeres con niños pequeños son valoradas por Jesús que bendice a sus hijos contra la voluntad de los discípulos varones (Mateo 9,13-15).



  1. Jesús acabó con la supremacía del varón sobre la mujer

        Jesús propuso un nuevo tipo de relación entre el varón y la mujer. Por una parte, no permite el matrimonio en que el varón pueda expulsar a la mujer. Por otra, no permite el celibato en que el varón rechace el matrimonio por no querer vivir en igualdad de condiciones con la mujer (Mateo 19,10-12).



  1. Las mujeres son las primeras a las que Jesús resucitado se les aparece

        No es una casualidad que Jesús apareció resucitado primero a las mujeres. Además les dio la misión de anunciar a los varones la buena noticia de su resurrección (Mateo 28,9-10 y Juan 20,17). Más tarde, la tradición paulina olvidó este dato y eliminó a las mujeres de la lista de los y las que fueron testigos de la resurrección de Jesús (1 Corintios 15,2-5).



D. CONCLUSIÓN

                El Evangelio de Mateo sintetizó la actitud dignificadora de Jesús con las mujeres al incluir en su genealogía los nombres de 5 mujeres:

-          Tamar, que se hizo pasar por prostituta pero que fue más fiel que su suegro, el patriarca Juda (Génesis 38).

-          Rajab, la prostituta, que fue más fiel que el rey de Jericó y supo percibir la llegada de Yahvé (Josué 2).

-          Rut, la extranjera, que abrió una nueva puerta de entrada en el Pueblo de Dios (Mateo 1,5).

-          Betsabé, la adúltera, que fue víctima del deseo del rey David (2 Samuel 11,2-27).

-          María, campesina pobre de Nazaret, que aceptó ‘ser la servidora del Señor’ para que, por medio de ella, naciera el Mesías (Lucas 1,38).





ENCUENTRO 12: LA UTOPÍA DEL AMOR HUMANO. Una fuerza que viene de Dios.



‘Porque el amor es más fuerte que la muerte’ (Cantar 8,6)



Mensaje: El Cantar de los Cantares valora en primer lugar la mujer y el amor humano como tales, en sus dimensiones afectiva y sexual. La relación amorosa es el lugar privilegiado donde Dios se revela como el novio y  el esposo de su Pueblo y nos invita a entrar en una relación íntima con él.



Motivación

                ‘Amar es tocar a Dios’. La relación sexual nos hace ‘como Dios’, capaces de crear vida. ¿No era la prostitución sagrada una manera de buscar cómo tocar a Dios? Dios es amor: ‘Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios’, escribió San Juan (1ª carta 4,7). El Cantar de los Cantares ‘canta’ al amor humano como ningún libro en la Biblia.

El texto que vamos a profundizar es el punto culminante del Cantar de los Cantares. Nos muestra el amor humano en su dimensión más misteriosa: una fuerza indestructible que une a dos personas en un mismo destino. Esta unión total en el amor supera a todas las barreras y todos los obstáculos, incluso permite de enfrentar la muerte y dar la vida por los seres humanos. El amor se enfrenta con todo, y lo vence: En esto, Jesús es el mejor ejemplo. El Cantar compara el amor a una ‘llamarada divina’. Veamos.



Bienvenida. Saludos. Breve oración al Espíritu Santo. Motivación.

Diálogo inicial: Grandezas y distorsiones del amor humano

                Si hemos traído alguna canción sobre el amor, podemos escucharla.

  1. Son muchísimas las canciones de amor: ¿Cómo describen el amor? ¿Qué nos parece?
  2. Conversemos lo positivo y lo negativo de las dimensiones afectiva, erótica y sexual del amor humano.

Palabra de Dios. Cantar 7,11-8,14: ‘El amor es más fuerte que la muerte’

  1. ¿Cómo describe el texto el encuentro amoroso?
  2. ¿Qué valores presenta este himno al amor?
  3. ¿Cómo relaciona este texto el amor humano con la presencia de Dios?

Hoy nosotros: Valorar el amor humano en todas sus dimensiones positivas

  1. ¿Qué nos enseña este texto y nuestros comentarios a los varones y mujeres de hoy?
  2. ¿Cómo vamos a actualizar mejor en nuestra vida cotidiana los valores del amor humano como acabamos de conversarlo?

Oraciones comunitarias. Recemos el himno al amor de San Pablo en 1 Corintios 13,1-13. Bendición final. Canto.



Preparación del próximo encuentro: En nuestro próximo encuentro veremos los Salmos que nos transmiten la seguridad y la confianza en la presencia de Dios en nuestra historia. Leamos, por ejemplo el salmo 23.





Comentario 12:

ALGUNAS CLAVES PARA APROVECHAR MEJOR EL CANTAR DE LOS CANTARES



                Este pequeño libro del Cantar de los Cantares ha suscitado siempre muchas preguntas: ¿Por qué se incluyó este libro en la Biblia? ¿En qué sentido está inspirado por Dios? ¿Cuál es su mensaje? Vamos a ofrecer aquí unas 7 claves de lectura para entender mejor al Cantar de los Cantares.



  1. El valor del amor entre el varón y la mujer

        En su contenido, el Cantar habla solamente del amor humano y de una forma muy concreta y sugestiva. No nombra a Dios ni habla de él. Antes de querer espiritualizar el lenguaje amoroso, primero hay que valorarlo como tal. El Cantar es el único libro bíblico en el que, explícitamente y con cariño, se afirma el valor del amor humano. Esta evidencia nos lleva a la conclusión de que el amor, según el Cantar, tiene en sí un valor sublime y sagrado, y no puede ser vaciado de su propio sentido para llevarlo primero a simbolizar un valor superior y religioso. Por supuesto, este existe, pero como revelación del amor humano, grande por sí mismo.



  1. El amor entre el varón y la mujer tiene que ver con Dios

        El Cantar está en la Biblia. Cuando se fijó cuáles iban a ser los libros que iban a componer la Biblia cristiana, hubo bastante resistencia para incluir el Cantar. Pero acabó siendo parte de la lista de los libros más importante de la fe judía y cristiana. Esto nos demuestra que la experiencia concreta del amor entre el varón y la mujer es un lugar privilegiado para la experiencia humana. En el amor humano, el varón y la mujer, pueden revelarse a sí mismo y ser una unidad exclusiva. También están llamados a encontrar a Dios y experimentar su presencia transformadora.



  1. La dimensión personal, afectiva y sentimental del amor humano

        El Cantar trae una serie de cancines que describen el romance entre una joven enamorada que busca su amado. No menciona ni hace referencia para nada a la historia del Pueblo de Dios, ni al mensaje de los Profetas. Tampoco habla de sus dificultades, problemas y luchas. Tan sólo se dedica a describir los sentimientos y sufrimientos, pequeños y grandes a la vez, que viven un chico y una chica enamorados el uno del otro y que comienzan a experimentar el amor y la pasión amorosa. En general, la Biblia da mucha importancia al Pueblo y a su vida. Aquí, se limita a presentar y subrayar la dimensión personal, afectiva y sentimental del ser humano. Nos invita a concluir que la experiencia personal es tan importante como la lucha social. Y concluimos que los 2 se entrelazan, se complementan y se iluminan mutuamente. La lección termina siendo que las 2 no se pueden separar.



  1. El Cantar denuncia un sistema social y religioso que desvirtúa y desprecia el amor humano

        Las canciones de amor coleccionadas en el Cantar provienen de un ambiente donde el sentido el amor humano era valorado en sí mismo, frente a todo un sistema pervertido y corrompido. Este era contaminado por una visión y unas prácticas destructoras y envilecedoras del amor humano. Los cultos paganos a la fertilidad incentivaban la prostitución sagrada (Oseas 1,1; 3.5). El sexo era reducido a un negocio rentable y objeto de venta oficial para sostener el sistema de los reyes extranjeros y luego israelitas (1 Reyes 14,23). Se consideraba a la familia como un medio de ‘reproducción’ para fomentar y aumentar la ‘producción’, agrícola en particular, manipulado la sexualidad hacia otros intereses egoístas y materialistas (Jeremías 2,20-35 y 3,13). El Cantar tiene el coraje de afirmar el valor y la grandeza el amor y la sexualidad. Por eso fue y sigue siendo una denuncia contra cualquier sistema que comercialice el sexo, pervierta la sexualidad o reduzca el amor y sus manifestaciones en un tabú.



  1. La valoración de la mujer como tal y que ama y es amada

        Estas canciones de amor se recopilaron en el período que siguió el exilio, por los años 400, y se formaron en el libro del Cantar. Era una época en que la mujer era discriminada: Se la considerada ‘impura’ por causa de la menstruación (Levítico 12,1-8; 15,19-30). Las mujeres extranjeras eran expulsadas por peligrosa y pecadoras (Esdras 9,1-2 y 10,1-3). Al contrario, el Cantar nos habla de la mujer y de su nobleza como mujer; no menciona su valor por ser madre como se acostumbraba. Con insistencia y repetición, describe y exalta la bella femenina de su cuerpo y de su amor (capítulos 1, 4, 6 y 7). En el Cantar, sobre todo, la mujer aparece como persona independiente que, para encontrar a su amado, se enfrente exitosamente con los centinelas de la ciudad (3,1-4 y 5,2-8), con sus hermanos que la quieren proteger (8,8-10) y con el rival que la persigue (8,11.12). Junto a los libros de Rut, Judit y Ester, el Cantar reafirma la dignidad y grandeza de la mujer en un período en que predominaba en machismo tanto en las relaciones sociales como las religiosas. Es un bellísimo canto a la mujer como tal.



  1. Sin fiesta no hay lucha

        Desde el principio hasta el final, el Cantar habla de belleza, de baile y de fiesta en el sentido más positivo. El nombre mismo, al repetir la palabra ‘cantar’, es un superlativo que quiere significar que es ‘el máximo canto’, ‘el cantar más sublime’. Se esmera en hablar de las flores, de los paseos por el campo, del enamoramiento, de la relación sexual. Es toda poesía que nos transporta cuando describa la belleza de la naturaleza, de la mujer, del amor, de la fiesta. La mayoría de los libros de la Biblia insisten en la historia del Pueblo de Dios, su organización, su culto, sus luchas, sus logros y pecados. El Cantar nos revela otro aspecto de la vida. Es un testimonio patente de la importancia de la fiesta. Sin fiesta, la vida transcurre monótona; sin fiesta se acaba la lucha. El Canta ayuda a recuperar la gratuidad de la relación interpersonal amorosa y afectiva, como el otro lado irremplazable de la vida.



  1. El Cantar revela el amor de Dios por su Pueblo

        Después del sentido primero que valora el amor humano en sí, veamos la dimensión interpretativa. Este libro fue y sigue siendo interpretado como la expresión del amor de Dios para con su Pueblo y cada una de sus criaturas. La semilla de esta interpretación está en la Biblia misma, donde se utiliza la dimensión amorosa para definir las relaciones de Dios con los humanos: ‘Yo te desposaré para siempre... Yo te desposaré con mutua fidelidad y conocerás quien es Yahvé’ (Oseas 2,21-22). ‘Con amor eterno te ha amado, y por eso prolongaré mi cariño hacia ti’ (Jeremías 31,3). ‘Mira como te tengo grabada en la palma de mis manos’ (Isaías 49,16)... El mismo Isaías confirmó el Pueblo es la novia de Dios y que se casará con él (54,6 y 62,5). Jesús aludió al Cantar cuando se presentó como la novia del Pueblo (Marcos 2,19). La manera de Juan de describir la aparición de Jesús a María Magdalena en el huerto es una clara referencia al Cantar, cuando dijo María al cuidador: ‘Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y me lo llevaré’ (20,15 = Cantar 3,2-4 y 5,6). En la visión final del Apocalipsis, la ‘ciudad nueva’, - o sea el Pueblo de Dios -, que desciende del cielo, se parece a ‘una novia engalanada en espera de su prometido’ - Dios mismo - (21,2). Algunos pasajes del Cantar recuerdan la fórmula de la Alianza de Yahvé con su Pueblo. ‘Yo soy para mi amada y mi amada es para mí’ (2,16; 6,3; 7,11

Notemos bien que la interpretación religiosa del Cantar se puede dar por la vivencia concreta del propio amor humano en lo que tiene de más noble y hermoso. La tradición, tanto judía como la cristiana de diversas confesiones, insiste en señalar que la amistad y el amor son lugares privilegiados para hacer la experiencia de Dios y de su amor con nosotros. Grandes místicos como Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz utilizan el lenguaje amoroso tal como lo encontramos en el Cantar para expresar su experiencia íntima de Dios.

He aquí las 7 claves de lectura que pueden ayudarnos a entender más correctamente el Cantar de los Cantares. Nos quieren ayudar a valorar la mujer, el amor y la sexualidad y buscan introducirnos más adecuadamente las llamadas que Dios nos hace en la vida y el amor, en su belleza, sus luchas y sus fiestas.




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